¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, a finales de diciembre, viendo cómo se cierra otro ciclo escolar y, sorpresa, sorpresa, el panorama no pinta nada bien. Según el Partido Avanza, el curso lectivo 2025 dejó un reguero de rezagos educativos que nos hacen preguntarnos si realmente estamos invirtiendo en el futuro de nuestros puros.
Después de semanas de clases, exámenes y proyectos, las escuelas públicas dieron por concluido el año este miércoles, pero la celebración se vio empañada por las críticas de Avanza, quienes aseguran que miles de estudiantes arrastran problemas significativos en lectura y comprensión. No solo eso, sino que muchos jóvenes avanzaron de nivel sin haber adquirido las habilidades mínimas necesarias. ¡Una torta!
Y no pienses que el asunto es solo la falta de preparación académica. Parece que algunos centros educativos tuvieron que permanecer cerrados debido a temas sanitarios, sumándose a la lista de obstáculos que enfrentan nuestros niños. Además, recortaron programas esenciales como becas, comedores escolares y hasta el transporte estudiantil – cosas básicas que impactan directamente en el acceso y la permanencia de los estudiantes en las aulas. Una verdadera pena, porque estos apoyos son cruciales para muchas familias.
José Aguilar, el candidato presidencial de Avanza, soltó unas verdades que resonaron en el ambiente. Dijo textualmente: “Cada año lectivo que termina sin acciones de fondo, es un año más robado al futuro de las personas”. Y vaya que tiene razón. Agregó que el problema no es la falta de plata, sino la falta de visión, liderazgo y coraje para tomar las medidas correctas. Con toda la inversión que le metemos a la educación y seguimos viendo retrocesos... ¿qué estamos haciendo mal?
El partido no se quedó ahí, y propuso declarar la educación como emergencia nacional. ¡Un brete, pero quizás necesaria! Buscan implementar una campaña masiva contra la pobreza lectora, evaluar a los estudiantes basándose en datos concretos, reabrir centros educativos con ayuda del sector privado y fortalecer la formación técnica y dual. Parece una solución ambiciosa, pero con el nivel de crisis en que estamos, hay que atreverse a proponer ideas innovadoras.
Si revisamos los números, a pesar de la inversión pública en educación, los resultados muestran un deterioro preocupante en áreas clave como el bilingüismo, la lectura y las matemáticas. Y encima, la deserción escolar sigue aumentando. Esto ya no puede seguir siendo un círculo vicioso. Necesitamos cambios profundos, reformas que vayan a la raíz del problema y nos permitan construir un sistema educativo sólido y equitativo para todos los ticos.
Es cierto que siempre hay voces que critican, que buscan culpar a otros, pero la realidad es que necesitamos dejar de lado las excusas y asumir nuestra responsabilidad. Tanto el gobierno como los padres de familia, los maestros y la sociedad en general, debemos comprometernos a trabajar juntos para mejorar la calidad de la educación en nuestro país. No podemos permitirnos perder más generaciones enteras por culpa de la inacción y la falta de voluntad política. ¡Esto es serio, pura vida!
¿Usted qué opina, compa? ¿Cree que la propuesta de Avanza de declarar la educación como emergencia nacional es la solución correcta para sacar adelante nuestro sistema educativo? ¿O cree que hay otras estrategias más efectivas para abordar este problema tan apremiante? Déjeme sus comentarios y opiniones; me interesa saber qué piensa usted.
Después de semanas de clases, exámenes y proyectos, las escuelas públicas dieron por concluido el año este miércoles, pero la celebración se vio empañada por las críticas de Avanza, quienes aseguran que miles de estudiantes arrastran problemas significativos en lectura y comprensión. No solo eso, sino que muchos jóvenes avanzaron de nivel sin haber adquirido las habilidades mínimas necesarias. ¡Una torta!
Y no pienses que el asunto es solo la falta de preparación académica. Parece que algunos centros educativos tuvieron que permanecer cerrados debido a temas sanitarios, sumándose a la lista de obstáculos que enfrentan nuestros niños. Además, recortaron programas esenciales como becas, comedores escolares y hasta el transporte estudiantil – cosas básicas que impactan directamente en el acceso y la permanencia de los estudiantes en las aulas. Una verdadera pena, porque estos apoyos son cruciales para muchas familias.
José Aguilar, el candidato presidencial de Avanza, soltó unas verdades que resonaron en el ambiente. Dijo textualmente: “Cada año lectivo que termina sin acciones de fondo, es un año más robado al futuro de las personas”. Y vaya que tiene razón. Agregó que el problema no es la falta de plata, sino la falta de visión, liderazgo y coraje para tomar las medidas correctas. Con toda la inversión que le metemos a la educación y seguimos viendo retrocesos... ¿qué estamos haciendo mal?
El partido no se quedó ahí, y propuso declarar la educación como emergencia nacional. ¡Un brete, pero quizás necesaria! Buscan implementar una campaña masiva contra la pobreza lectora, evaluar a los estudiantes basándose en datos concretos, reabrir centros educativos con ayuda del sector privado y fortalecer la formación técnica y dual. Parece una solución ambiciosa, pero con el nivel de crisis en que estamos, hay que atreverse a proponer ideas innovadoras.
Si revisamos los números, a pesar de la inversión pública en educación, los resultados muestran un deterioro preocupante en áreas clave como el bilingüismo, la lectura y las matemáticas. Y encima, la deserción escolar sigue aumentando. Esto ya no puede seguir siendo un círculo vicioso. Necesitamos cambios profundos, reformas que vayan a la raíz del problema y nos permitan construir un sistema educativo sólido y equitativo para todos los ticos.
Es cierto que siempre hay voces que critican, que buscan culpar a otros, pero la realidad es que necesitamos dejar de lado las excusas y asumir nuestra responsabilidad. Tanto el gobierno como los padres de familia, los maestros y la sociedad en general, debemos comprometernos a trabajar juntos para mejorar la calidad de la educación en nuestro país. No podemos permitirnos perder más generaciones enteras por culpa de la inacción y la falta de voluntad política. ¡Esto es serio, pura vida!
¿Usted qué opina, compa? ¿Cree que la propuesta de Avanza de declarar la educación como emergencia nacional es la solución correcta para sacar adelante nuestro sistema educativo? ¿O cree que hay otras estrategias más efectivas para abordar este problema tan apremiante? Déjeme sus comentarios y opiniones; me interesa saber qué piensa usted.