¡Al fin llegó el día, pura vida! Después de cinco años y una torta de retrasos que ni te imaginas, el MOPT habilitó la rotonda en Taras y las rotondas a nivel del intercambio de La Lima, en Cartago. Esto significa que ahora podemos pasar sin quedarnos atascados en esas presas infernales que nos hacían perder horas valiosas, idiay.
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, este proyecto vial arrancó allá por diciembre del 2020 con la promesa de terminarlo en diciembre del 2023. ¡Imagínate!, casi nos morimos de espera. Pero resulta que hubo algunos percances, digamos... varios percances. La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) estima que se fueron para el traste más de ¢27 mil millones debido a esos contratiempos. ¡Qué carga!
Ahora sí, la buena noticia es que las rotondas están abiertas y funcionando. Conectamos directo de Taras a Cartago, El Guarco y San José, así que eso le quita un buen peso de encima a cualquiera que tenga que moverse por la zona. En La Lima también tenemos acceso facilito a San José, la Zona Franca y Cartago, qué chiva.
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. Aunque las rotondas estén listas, todavía quedan algunas cosas por hacer. Andan ahí construyendo pasarelas peatonales, instalando luces nuevas, haciendo aceras y hasta arreglando los accesos a los comercios. Dicen que esto va a durar unas cuantas semanas más, así que prepárense para ver obreros por todos lados, mae.
El alcalde de Cartago, Mario Redondo, no pudo disimular su alivio al ver las rotondas abiertas, aunque admitió que todavía hay mucho por mejorar. “Tenemos la ilusión, la necesidad y la esperanza de que estas presas se reduzcan a la mayor brevedad posible”, dijo. El mae tiene razón, porque seguir perdiendo tiempo en el tráfico no es plan de nadie, y menos con la economía como anda.
Lo cierto es que esta apertura representa un respiro para miles de conductores que diariamente transitan por esta ruta. Antes, era una pesadilla llegar a Cartago o salir de ella. Ahora, al menos, tenemos una alternativa que no implica quedarse varado en medio de la carretera, esperando a que pase algo. Un pequeño avance, pero siempre bienvenido.
Muchos se preguntan si este proyecto, con sus múltiples retrasos y costos exorbitantes, realmente valió la pena. Algunos critican la gestión, otros defienden los esfuerzos realizados para mejorar la infraestructura vial del país. Pero independientemente de las opiniones, el hecho es que hoy tenemos una rotonda funcional que facilita el tránsito de vehículos. Y eso, en estos tiempos, es un logro digno de celebrarse, diay.
Ahora, me pregunto, ¿creen ustedes que el MOPT debería asumir toda la responsabilidad por los atrasos y las pérdidas económicas generadas por este proyecto, o deberían repartir culpas con otras instancias involucradas? ¿Y cuál creen que sería la mejor manera de evitar que situaciones similares se repitan en el futuro?
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, este proyecto vial arrancó allá por diciembre del 2020 con la promesa de terminarlo en diciembre del 2023. ¡Imagínate!, casi nos morimos de espera. Pero resulta que hubo algunos percances, digamos... varios percances. La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) estima que se fueron para el traste más de ¢27 mil millones debido a esos contratiempos. ¡Qué carga!
Ahora sí, la buena noticia es que las rotondas están abiertas y funcionando. Conectamos directo de Taras a Cartago, El Guarco y San José, así que eso le quita un buen peso de encima a cualquiera que tenga que moverse por la zona. En La Lima también tenemos acceso facilito a San José, la Zona Franca y Cartago, qué chiva.
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. Aunque las rotondas estén listas, todavía quedan algunas cosas por hacer. Andan ahí construyendo pasarelas peatonales, instalando luces nuevas, haciendo aceras y hasta arreglando los accesos a los comercios. Dicen que esto va a durar unas cuantas semanas más, así que prepárense para ver obreros por todos lados, mae.
El alcalde de Cartago, Mario Redondo, no pudo disimular su alivio al ver las rotondas abiertas, aunque admitió que todavía hay mucho por mejorar. “Tenemos la ilusión, la necesidad y la esperanza de que estas presas se reduzcan a la mayor brevedad posible”, dijo. El mae tiene razón, porque seguir perdiendo tiempo en el tráfico no es plan de nadie, y menos con la economía como anda.
Lo cierto es que esta apertura representa un respiro para miles de conductores que diariamente transitan por esta ruta. Antes, era una pesadilla llegar a Cartago o salir de ella. Ahora, al menos, tenemos una alternativa que no implica quedarse varado en medio de la carretera, esperando a que pase algo. Un pequeño avance, pero siempre bienvenido.
Muchos se preguntan si este proyecto, con sus múltiples retrasos y costos exorbitantes, realmente valió la pena. Algunos critican la gestión, otros defienden los esfuerzos realizados para mejorar la infraestructura vial del país. Pero independientemente de las opiniones, el hecho es que hoy tenemos una rotonda funcional que facilita el tránsito de vehículos. Y eso, en estos tiempos, es un logro digno de celebrarse, diay.
Ahora, me pregunto, ¿creen ustedes que el MOPT debería asumir toda la responsabilidad por los atrasos y las pérdidas económicas generadas por este proyecto, o deberían repartir culpas con otras instancias involucradas? ¿Y cuál creen que sería la mejor manera de evitar que situaciones similares se repitan en el futuro?