¡Ay, Dios mío, la Ruta 32! Esa carretera que nos hace sudar frío a todos los que vamos pa' limón o volvemos de vacaciones. Este lunes, el MOPT sigue trabajando a marchas forzadas en el kilómetro 31, donde la montaña decidió mandarnos unos pedregales de regalo. Parece que la naturaleza está buscando echarnos una bronca, pero bueno, así es la vida, ¿no?
La situación ahí es complicada, chavela. Desde las seis de la mañana estaban haciendo perforaciones en la roca, tratando de estabilizar el terreno después de todas esas lluvias que nos cayeron. Dicen que los técnicos están dando el máximo, pero con este clima inconstante, entre lluvia y sol, hacen pausas para que los trabajadores no se vayan al traste. ¡Imagínate trabajar ahí arriba con el agua goteando!
Pero no solo eso, porque además de la roca rebelde, también tuvieron que limpiar ramas y piedras que cayeron por todas partes. Un verdadero chururrismo, vaya. Los equipos de limpieza andaban de un lado a otro, retirando todo lo que obstruía el paso. La verdad, chapeau a esos mae que trabajan bajo la lluvia, la piedra y el barro. ¡Se merecen unas buenas aguas frescas!
Según el MOPT, el avance va siendo poco a poco, aunque no tan rápido como quisieran. Han puesto varias señales y rutas alternativas para tratar de evitar el peor tráfico posible, pero créeme, chava, que la cosa sigue pegajosa. Hay que tener mucha paciencia y salir con tiempo si tienes que pasar por ahí. Porque llegar tarde... ¡eso sí que es una torta!
Lo preocupante es que esto podría seguir así por un buen rato. El manto rocoso es duro como una piedra y necesitan hacer un trabajo bien hecho para que no haya deslizamientos futuros. Además, dicen que hay más puntos críticos en la ruta que podrían presentar problemas similares. Entonces, ¡qué brete nos espera!
Algunos expertos opinan que deberían invertir más en estudios geotécnicos antes de construir carreteras en zonas montañosas como esta. Así podrían identificar los riesgos potenciales y tomar medidas preventivas. No sé, parece que estamos siempre reaccionando a los problemas en lugar de evitarlos. Eso sí que da qué pensar.
Mientras tanto, toca armarse de valor, revisar el carro, llevar agua y bocadillo, y prepararse mentalmente para el embate del tráfico. Algunos viajeros ya han empezado a comentar en redes sociales sobre cómo es más fácil ir caminando que en carro. ¡Qué exageración! Pero la verdad es que la situación no es pintoresca precisamente.
En fin, la Ruta 32 sigue siendo un desafío para conductores y autoridades. Esperemos que los trabajos avancen pronto y podamos viajar con mayor tranquilidad. Dime tú, ¿cuál ha sido tu peor experiencia en la Ruta 32 y qué crees que deberían hacer para mejorar la seguridad y reducir el tráfico en esa importante vía?
La situación ahí es complicada, chavela. Desde las seis de la mañana estaban haciendo perforaciones en la roca, tratando de estabilizar el terreno después de todas esas lluvias que nos cayeron. Dicen que los técnicos están dando el máximo, pero con este clima inconstante, entre lluvia y sol, hacen pausas para que los trabajadores no se vayan al traste. ¡Imagínate trabajar ahí arriba con el agua goteando!
Pero no solo eso, porque además de la roca rebelde, también tuvieron que limpiar ramas y piedras que cayeron por todas partes. Un verdadero chururrismo, vaya. Los equipos de limpieza andaban de un lado a otro, retirando todo lo que obstruía el paso. La verdad, chapeau a esos mae que trabajan bajo la lluvia, la piedra y el barro. ¡Se merecen unas buenas aguas frescas!
Según el MOPT, el avance va siendo poco a poco, aunque no tan rápido como quisieran. Han puesto varias señales y rutas alternativas para tratar de evitar el peor tráfico posible, pero créeme, chava, que la cosa sigue pegajosa. Hay que tener mucha paciencia y salir con tiempo si tienes que pasar por ahí. Porque llegar tarde... ¡eso sí que es una torta!
Lo preocupante es que esto podría seguir así por un buen rato. El manto rocoso es duro como una piedra y necesitan hacer un trabajo bien hecho para que no haya deslizamientos futuros. Además, dicen que hay más puntos críticos en la ruta que podrían presentar problemas similares. Entonces, ¡qué brete nos espera!
Algunos expertos opinan que deberían invertir más en estudios geotécnicos antes de construir carreteras en zonas montañosas como esta. Así podrían identificar los riesgos potenciales y tomar medidas preventivas. No sé, parece que estamos siempre reaccionando a los problemas en lugar de evitarlos. Eso sí que da qué pensar.
Mientras tanto, toca armarse de valor, revisar el carro, llevar agua y bocadillo, y prepararse mentalmente para el embate del tráfico. Algunos viajeros ya han empezado a comentar en redes sociales sobre cómo es más fácil ir caminando que en carro. ¡Qué exageración! Pero la verdad es que la situación no es pintoresca precisamente.
En fin, la Ruta 32 sigue siendo un desafío para conductores y autoridades. Esperemos que los trabajos avancen pronto y podamos viajar con mayor tranquilidad. Dime tú, ¿cuál ha sido tu peor experiencia en la Ruta 32 y qué crees que deberían hacer para mejorar la seguridad y reducir el tráfico en esa importante vía?
