¡Ay, Dios mío, qué bronca! El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tuvo que meterse hasta las tapias con la Fiscalía porque parece que algunos maes andan perdiendo el control en las redes sociales. Resulta que han salido unos mensajes que no dan pie a pataleá, incitando al odio y hasta a la violencia, y el TSE no se quedó con los brazos cruzados.
Según nos cuentan, la bronca comenzó hace poquito, el 14 de octubre precisamente, durante una sesión de los magistrados. Ahí decidieron mandar a la secretaria general a poner la denuncia ante la Fiscalía General. Parece que ya les cansó tener que andar tolerando cualquier cosa en nombre de la libertad de expresión, diay.
Luis Guillermo Chinchilla, el secretario general del TSE, salió a declarar que llevan más de setenta años cuidando que todos puedan opinar libremente. Pero, claro, ahí también aclaró que eso no significa que estén dispuesto a permitir que la gente se ponga a gritar barbaridades y amenazar a otros. En fin, que la tolerancia tiene un límite, ¿verdad?
Y hablando de amenazas, ¡qué salada la cosa! Han aparecido mensajes en Facebook y Twitter donde hasta piden que prendan fuego al edificio del TSE, al de la Asamblea Legislativa y a las casas de varios políacos. Como si fuera un juego, ¡qué tremenda irresponsabilidad! Pa' colmo, circuló un video de una explosión en el edificio del TSE, lo cual, obviamente, no ayudó a calmar las aguas.
Dicen los abogados del TSE que esos mensajes pueden ser considerados actos que van contra el orden constitucional, cosas graves que están protegidas por el Código Penal. No es un jueguito, huele a chorizo y a consecuencias legales, mángue. Esto ocurre justo ahora, mientras la Asamblea Legislativa está decidiendo si le levantan o no el fuero al presidente Rodrigo Chaves, quien tiene encima unas 15 denuncias por beligerancia. ¡Vaya brete!
Desde el TSE manifiestan que lamentan mucho que el ambiente esté tan cargado de agresividad en estos tiempos electorales. Lo ideal sería que los partidos estuvieran presentando sus propuestas y discutiendo ideas, pero en cambio, parece que muchos prefieren echarse puras pullas y provocar peleas. ¡Qué pena ajena!
“La familia electoral lamenta que, en momentos en los que los partidos políticos deben estar informando a las personas ciudadanas sobre sus propuestas, el debate público se encuentre tomado, en parte, por invitaciones a la agresión y a luchas fratricidas”, dicen en un comunicado. Afirman que esas actitudes no representan al espíritu costarricense ni a nuestra rica historia de paz y diálogo. Un país modelo, pero parece que algunos quieren echarlo a perder. La presidenta de la Asamblea Legislativa, Vanessa Castro, dice que dará una respuesta sobre el tema del fuero de Chaves el 20 de octubre, aunque no descarta posponerla aún más.
En fin, ¡tremenda vaina! Este caso demuestra lo rápido que se pueden descontrolar las redes sociales y cómo las pasiones políticas pueden llevar a la gente a decir y hacer cosas que luego se arrepienten. ¿Será que estamos perdiendo la capacidad de debatir civilizadamente o estamos condenados a vivir en un clima constante de polarización y hostilidad? ¿Ustedes qué piensan, maes? ¿Deberíamos implementar medidas más estrictas para controlar el discurso de odio en línea o confiar en que la gente usará la razón y la cordura?
Según nos cuentan, la bronca comenzó hace poquito, el 14 de octubre precisamente, durante una sesión de los magistrados. Ahí decidieron mandar a la secretaria general a poner la denuncia ante la Fiscalía General. Parece que ya les cansó tener que andar tolerando cualquier cosa en nombre de la libertad de expresión, diay.
Luis Guillermo Chinchilla, el secretario general del TSE, salió a declarar que llevan más de setenta años cuidando que todos puedan opinar libremente. Pero, claro, ahí también aclaró que eso no significa que estén dispuesto a permitir que la gente se ponga a gritar barbaridades y amenazar a otros. En fin, que la tolerancia tiene un límite, ¿verdad?
Y hablando de amenazas, ¡qué salada la cosa! Han aparecido mensajes en Facebook y Twitter donde hasta piden que prendan fuego al edificio del TSE, al de la Asamblea Legislativa y a las casas de varios políacos. Como si fuera un juego, ¡qué tremenda irresponsabilidad! Pa' colmo, circuló un video de una explosión en el edificio del TSE, lo cual, obviamente, no ayudó a calmar las aguas.
Dicen los abogados del TSE que esos mensajes pueden ser considerados actos que van contra el orden constitucional, cosas graves que están protegidas por el Código Penal. No es un jueguito, huele a chorizo y a consecuencias legales, mángue. Esto ocurre justo ahora, mientras la Asamblea Legislativa está decidiendo si le levantan o no el fuero al presidente Rodrigo Chaves, quien tiene encima unas 15 denuncias por beligerancia. ¡Vaya brete!
Desde el TSE manifiestan que lamentan mucho que el ambiente esté tan cargado de agresividad en estos tiempos electorales. Lo ideal sería que los partidos estuvieran presentando sus propuestas y discutiendo ideas, pero en cambio, parece que muchos prefieren echarse puras pullas y provocar peleas. ¡Qué pena ajena!
“La familia electoral lamenta que, en momentos en los que los partidos políticos deben estar informando a las personas ciudadanas sobre sus propuestas, el debate público se encuentre tomado, en parte, por invitaciones a la agresión y a luchas fratricidas”, dicen en un comunicado. Afirman que esas actitudes no representan al espíritu costarricense ni a nuestra rica historia de paz y diálogo. Un país modelo, pero parece que algunos quieren echarlo a perder. La presidenta de la Asamblea Legislativa, Vanessa Castro, dice que dará una respuesta sobre el tema del fuero de Chaves el 20 de octubre, aunque no descarta posponerla aún más.
En fin, ¡tremenda vaina! Este caso demuestra lo rápido que se pueden descontrolar las redes sociales y cómo las pasiones políticas pueden llevar a la gente a decir y hacer cosas que luego se arrepienten. ¿Será que estamos perdiendo la capacidad de debatir civilizadamente o estamos condenados a vivir en un clima constante de polarización y hostilidad? ¿Ustedes qué piensan, maes? ¿Deberíamos implementar medidas más estrictas para controlar el discurso de odio en línea o confiar en que la gente usará la razón y la cordura?
