¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir, en pleno diciembre, cuando uno espera salir a romper piñatas y comer buñuelos, nos agarra un friaje que te cala hasta los huesos. El Valle Central se despertó estos días con temperaturas dignas de Canadá, y varios sectores incluso rozando el punto de congelación. ¡Qué despiche!
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), algunas zonas, incluyendo el Volcán Turrialba y el Irazú, registraron 2°C e incluso 2.6°C respectivamente. Sí, así como lo leen, ¡dos grados Celsius! Eso es más frío que el corazón de mi ex al enterarme que me andaba buscando otro chunche. Pero tranquilos, según los expertos, esto no es nada fuera de lo común para estas fechas.
El IMN nos tranquilizó diciendo que son temperaturas normales para diciembre, que bajan en comparación con el calorcito que nos da el sol durante el resto del año. “Lo usual de todos los años”, aseguran. Pero díganme, ¿quién necesita recordar que es “lo usual” cuando sientes que necesitas un abrigo de piel aunque sea para ir a comprar pan? La sensación térmica es otra cosa, muchachos, y eso sí que está pegando duro.
Muchos se preguntan, obviamente, si esto tiene que ver con el cambio climático. Y sí, podría tener relación, aunque los meteorólogos insisten en que es parte del ciclo anual. Lo cierto es que el clima en Costa Rica siempre ha sido impredecible. Un día estás sudando como cerdo en la playa y al siguiente te pones a buscar la chimenea porque hace frío como… bueno, como en Rusia.
En redes sociales, claro, el tema explotó como cohete. Memes sobre cómo los ticos ahora necesitamos aprender a esquiar en nuestros propios patios trasero, videos de gente sacando sus abrigos más pesados del fondo del closet, y miles de comentarios sobre cuánto extrañamos el buen tiempo. Algunos incluso bromeaban diciendo que deberían empezar a vender gorros de lana en los supermercados junto con los tamales.
Pero más allá de las bromas, hay preocupación entre algunos campesinos, especialmente aquellos que tienen cultivos sensibles al frío. Esperemos que esta baja temperatura no afecte demasiado la producción agrícola, porque ya tenemos suficientes problemas con el precio de la verdura. Imaginen si encima nos quedamos sin zapallo para el picadillo... ¡sería el fin del mundo!
Desde el IMN recomiendan tomar precauciones, especialmente para los niños y adultos mayores. Abigüearse bien, hidratarse y evitar exponerse demasiado al frío. También aconsejan revisar las tuberías para prevenir congelamientos, porque ya sabemos cómo es esa vara. A nadie le gusta llegar a la mañana y descubrir que toda el agua se fue al traste.
Y colorín colorado, este frío ha terminado. Ahora, dime tú, ¿crees que este inesperado descenso de temperaturas es solo una anomalía climática pasajera, o deberíamos prepararnos para un invierno más largo y gélido de lo habitual en Costa Rica? ¡Déjame leer tus comentarios y a ver qué opinas!
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), algunas zonas, incluyendo el Volcán Turrialba y el Irazú, registraron 2°C e incluso 2.6°C respectivamente. Sí, así como lo leen, ¡dos grados Celsius! Eso es más frío que el corazón de mi ex al enterarme que me andaba buscando otro chunche. Pero tranquilos, según los expertos, esto no es nada fuera de lo común para estas fechas.
El IMN nos tranquilizó diciendo que son temperaturas normales para diciembre, que bajan en comparación con el calorcito que nos da el sol durante el resto del año. “Lo usual de todos los años”, aseguran. Pero díganme, ¿quién necesita recordar que es “lo usual” cuando sientes que necesitas un abrigo de piel aunque sea para ir a comprar pan? La sensación térmica es otra cosa, muchachos, y eso sí que está pegando duro.
Muchos se preguntan, obviamente, si esto tiene que ver con el cambio climático. Y sí, podría tener relación, aunque los meteorólogos insisten en que es parte del ciclo anual. Lo cierto es que el clima en Costa Rica siempre ha sido impredecible. Un día estás sudando como cerdo en la playa y al siguiente te pones a buscar la chimenea porque hace frío como… bueno, como en Rusia.
En redes sociales, claro, el tema explotó como cohete. Memes sobre cómo los ticos ahora necesitamos aprender a esquiar en nuestros propios patios trasero, videos de gente sacando sus abrigos más pesados del fondo del closet, y miles de comentarios sobre cuánto extrañamos el buen tiempo. Algunos incluso bromeaban diciendo que deberían empezar a vender gorros de lana en los supermercados junto con los tamales.
Pero más allá de las bromas, hay preocupación entre algunos campesinos, especialmente aquellos que tienen cultivos sensibles al frío. Esperemos que esta baja temperatura no afecte demasiado la producción agrícola, porque ya tenemos suficientes problemas con el precio de la verdura. Imaginen si encima nos quedamos sin zapallo para el picadillo... ¡sería el fin del mundo!
Desde el IMN recomiendan tomar precauciones, especialmente para los niños y adultos mayores. Abigüearse bien, hidratarse y evitar exponerse demasiado al frío. También aconsejan revisar las tuberías para prevenir congelamientos, porque ya sabemos cómo es esa vara. A nadie le gusta llegar a la mañana y descubrir que toda el agua se fue al traste.
Y colorín colorado, este frío ha terminado. Ahora, dime tú, ¿crees que este inesperado descenso de temperaturas es solo una anomalía climática pasajera, o deberíamos prepararnos para un invierno más largo y gélido de lo habitual en Costa Rica? ¡Déjame leer tus comentarios y a ver qué opinas!
