¡Ay, Dios mío! Parece que el boche se le acabó al Ministerio de Educación Pública (MEP). Después de años viendo cómo nuestros jóvenes van perdiendo terreno en temas básicos, ahora sí le van a ponerle empeño a la lectura y la escritura. Ya les cayó la espina dorsal a estos señoritas y señores del MEP, diay.
La bronca es clara: los resultados del Informe Estado de la Educación nos dejaron con cara de pascua. Resulta que los niños de noveno año, que deberían estar pensando en el futuro y en qué estudiar, tienen habilidades de lectura y matemáticas parecidas a las de un tercero de primaria. ¡Imagínate la figura! Un niño de casi quince años leyendo como si tuviera nueve... eso sí que da pa’ reflexionar, chunches.
Y no es novedad recién, eh. Desde el 2009 han ido bajando las notas en lectura, matemática y ciencias. Según el informe, estamos hablando de caídas de más del 5% en cada materia. Parece que hemos dejado pasar mucho tiempo y ahora toca remendar la situación a marchas forzadas, porque así no vamos a ninguna parte. Nos están diciendo a gritos que hay que cambiar el rumbo.
Entonces, ¿qué hicieron? Pues decidieron implementar una prueba nacional de lectoescritura obligatoria a partir del 2026. Antes estuvieron haciéndole pruebas piloto, viendo si funcionaba el rollo, y parece que los resultados fueron alentadores. Ahora sí, a todos los estudiantes les tocará sudar la gota gorda.
La idea es medir directamente cómo le va a los estudiantes con la lectura y la escritura, porque dicen que esas son las bases para aprender cualquier otra cosa. ¡Y tienen razón! Si no sabes leer ni escribir bien, olvídate de entender física cuántica o de hacer cuentas básicas. Es como querer construir una casa sin tener buenos cimientos, ¡se va al traste!
Pero todavía hay algunas varas por resolver, mae. Por ejemplo, nadie sabe cuánto pesará esa prueba dentro de la nota final. Dicen que lo van a anunciar pronto, pero por mientras seguimos esperando. Lo importante es que el MEP prometa que la prueba estará hecha con criterio técnico y pedagógico, para que no sea un tingo de cinco centavos.
Y, por supuesto, los padres están felices con la medida. Llevaban tiempo pidiendo que se hicieran evaluaciones más claras, porque sentían que no sabían dónde estaban fallando. Muchos coincidieron que era urgente actuar y corregir este rezago antes de que se convierta en una verdadera calamidad para nuestros hijos. “Es momento de ser más exigentes”, comentaba doña María, madre de un alumno de sexto.
En fin, parece que el MEP está poniendo toda la carne al asador para mejorar la educación en Costa Rica. Esperemos que esta nueva prueba sirva para darle un buen empujón a la calidad educativa y que nuestros jóvenes puedan salir adelante. Pero dime, ¿crees que esta prueba será realmente efectiva para solucionar el problema del rezago en lectoescritura, o simplemente será otro parche temporal?
La bronca es clara: los resultados del Informe Estado de la Educación nos dejaron con cara de pascua. Resulta que los niños de noveno año, que deberían estar pensando en el futuro y en qué estudiar, tienen habilidades de lectura y matemáticas parecidas a las de un tercero de primaria. ¡Imagínate la figura! Un niño de casi quince años leyendo como si tuviera nueve... eso sí que da pa’ reflexionar, chunches.
Y no es novedad recién, eh. Desde el 2009 han ido bajando las notas en lectura, matemática y ciencias. Según el informe, estamos hablando de caídas de más del 5% en cada materia. Parece que hemos dejado pasar mucho tiempo y ahora toca remendar la situación a marchas forzadas, porque así no vamos a ninguna parte. Nos están diciendo a gritos que hay que cambiar el rumbo.
Entonces, ¿qué hicieron? Pues decidieron implementar una prueba nacional de lectoescritura obligatoria a partir del 2026. Antes estuvieron haciéndole pruebas piloto, viendo si funcionaba el rollo, y parece que los resultados fueron alentadores. Ahora sí, a todos los estudiantes les tocará sudar la gota gorda.
La idea es medir directamente cómo le va a los estudiantes con la lectura y la escritura, porque dicen que esas son las bases para aprender cualquier otra cosa. ¡Y tienen razón! Si no sabes leer ni escribir bien, olvídate de entender física cuántica o de hacer cuentas básicas. Es como querer construir una casa sin tener buenos cimientos, ¡se va al traste!
Pero todavía hay algunas varas por resolver, mae. Por ejemplo, nadie sabe cuánto pesará esa prueba dentro de la nota final. Dicen que lo van a anunciar pronto, pero por mientras seguimos esperando. Lo importante es que el MEP prometa que la prueba estará hecha con criterio técnico y pedagógico, para que no sea un tingo de cinco centavos.
Y, por supuesto, los padres están felices con la medida. Llevaban tiempo pidiendo que se hicieran evaluaciones más claras, porque sentían que no sabían dónde estaban fallando. Muchos coincidieron que era urgente actuar y corregir este rezago antes de que se convierta en una verdadera calamidad para nuestros hijos. “Es momento de ser más exigentes”, comentaba doña María, madre de un alumno de sexto.
En fin, parece que el MEP está poniendo toda la carne al asador para mejorar la educación en Costa Rica. Esperemos que esta nueva prueba sirva para darle un buen empujón a la calidad educativa y que nuestros jóvenes puedan salir adelante. Pero dime, ¿crees que esta prueba será realmente efectiva para solucionar el problema del rezago en lectoescritura, o simplemente será otro parche temporal?