¡Ay, Dios mío! Imagínate, pura vida estar tú ahí de frente cuando te dicen que fuiste el ganador. Un señor de acá bien nuestro, entre los 51 y 55, se llevó unos buenos ¢40 millones en el primer sorteo de consolación de la Junta de Protección Social (JPS). ¡Un agarrón tremendo, chunche!
La vaina es que este mae, que vive en San José, compró el número allá mismo, en la capital. Según la JPS, él mismo nos cuenta que andaba pensando en meterle turbo a sus aspiraciones y abrirse un negocito propio. Eso sí que es darle vueltas a la vida, buscarse el brete como decimos nosotros.
El número afortunado resultó ser el 82 con la serie 844, el que hizo explotar las papilas gustativas de todos los que soñaban con la jugada. Como ya saben, cada entero le pega ¢400 millones, mientras que por fracción, como en este caso, se llevan ¢40 millones. No es poco, diay.
Y ni hablar del segundo premio, que tampoco quedó atrás. El número 87 con la serie 641 repartió ¢80 millones por entero y ¢8 millones por fracción. Luego viene el tercero, el 28 con la serie 215, que pagaba ¢35 millones por entero y ¡una friolera de ¢3.500 millones por fracción! Uno se queda boquiabierto con esas cantidades, eh.
Pa’ rematar, una doña de unos 61 a 65 también se frotó las manos, pero con un poquito menos. Ella, que vive también en San José, compró cuatro fracciones del tercer premio y se echó pa’ arriba con ¢14 millones. Parece que la suerte anda suelta por Tibás, porque ahí fue donde ella consiguió el boleto, “por casualidad”, como dice la JPS en su comunicado oficial. A veces, la vida te da sorpresas, ¿verdad?
La Junta nos cuenta que ya hay 96 fracciones de los primeros tres premios que se han formalizado y se han entregado ¡nada menos que ¢1.900 millones! Solo del premio mayor, el segundo y el tercero. Esto demuestra que aunque haya habido algunas polémicas alrededor del Gordo Navideño, la gente sigue apostándole a la esperanza y a la posibilidad de cambiar su suerte.
Ahora, algunos podrían decir que esto es cosa de suerte, que nadie puede predecir qué números van a salir. Pero yo digo que hay un poquito de fe, un empujoncito del destino, ¿no les parece? Total, jugar es echarse unas risas y soñar con cosas buenas, y eso no tiene precio. Además, estos sorteos ayudan a financiar programas sociales importantes para nuestra comunidad, así que es un win-win, como dirían los gringos.
En fin, la cosa pinta chiva para varios ticos que pudieron darse un buen festín gracias a estos premios. Ahora me pregunto, si tú fueras el ganador de ¢40 millones, ¿qué sería lo primero que harías? ¿Te comprarías una ranchita en el campo, le darías una manito a tus familiares o invertirías en un negocio innovador? Déjanos tus ideas en los comentarios, ¡me interesa saberlo!
La vaina es que este mae, que vive en San José, compró el número allá mismo, en la capital. Según la JPS, él mismo nos cuenta que andaba pensando en meterle turbo a sus aspiraciones y abrirse un negocito propio. Eso sí que es darle vueltas a la vida, buscarse el brete como decimos nosotros.
El número afortunado resultó ser el 82 con la serie 844, el que hizo explotar las papilas gustativas de todos los que soñaban con la jugada. Como ya saben, cada entero le pega ¢400 millones, mientras que por fracción, como en este caso, se llevan ¢40 millones. No es poco, diay.
Y ni hablar del segundo premio, que tampoco quedó atrás. El número 87 con la serie 641 repartió ¢80 millones por entero y ¢8 millones por fracción. Luego viene el tercero, el 28 con la serie 215, que pagaba ¢35 millones por entero y ¡una friolera de ¢3.500 millones por fracción! Uno se queda boquiabierto con esas cantidades, eh.
Pa’ rematar, una doña de unos 61 a 65 también se frotó las manos, pero con un poquito menos. Ella, que vive también en San José, compró cuatro fracciones del tercer premio y se echó pa’ arriba con ¢14 millones. Parece que la suerte anda suelta por Tibás, porque ahí fue donde ella consiguió el boleto, “por casualidad”, como dice la JPS en su comunicado oficial. A veces, la vida te da sorpresas, ¿verdad?
La Junta nos cuenta que ya hay 96 fracciones de los primeros tres premios que se han formalizado y se han entregado ¡nada menos que ¢1.900 millones! Solo del premio mayor, el segundo y el tercero. Esto demuestra que aunque haya habido algunas polémicas alrededor del Gordo Navideño, la gente sigue apostándole a la esperanza y a la posibilidad de cambiar su suerte.
Ahora, algunos podrían decir que esto es cosa de suerte, que nadie puede predecir qué números van a salir. Pero yo digo que hay un poquito de fe, un empujoncito del destino, ¿no les parece? Total, jugar es echarse unas risas y soñar con cosas buenas, y eso no tiene precio. Además, estos sorteos ayudan a financiar programas sociales importantes para nuestra comunidad, así que es un win-win, como dirían los gringos.
En fin, la cosa pinta chiva para varios ticos que pudieron darse un buen festín gracias a estos premios. Ahora me pregunto, si tú fueras el ganador de ¢40 millones, ¿qué sería lo primero que harías? ¿Te comprarías una ranchita en el campo, le darías una manito a tus familiares o invertirías en un negocio innovador? Déjanos tus ideas en los comentarios, ¡me interesa saberlo!