¡Ay, Dios mío, qué vareta nos tocó! El PLN, ese que siempre se creyó intocable, está dando coletazos como purafo en olla caliente. Las últimas mediciones de la UNA han sacudido el panorama electoral costarricense hasta sus cimientos, dejando a Álvaro Ramos con cara de pascua y a la militancia liberacionista buscando dónde meter la cabeza. Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano, va arrasando como si fuera en bicicleta cuesta abajo.
La encuesta, que salió a la luz ayer, pinta un escenario bastante apocalíptico para el Partido Liberación Nacional. Con un 43.9% del electorado todavía indeciso – ¡una verdadera torta, esos votantes que no se definen! –, la diferencia entre Fernández (con un impresionante 32.8% de intención de voto) y Ramos (solo un magrito de 6.6%) es abismal. Seamos claros, esto no es una simple desventaja, es un desplome digno de película de terror.
Y para colmo, ni siquiera Claudia Dobles (Coalición Agenda Ciudadana) ni Ariel Robles (Frente Amplio) logran levantar cabeza. Dobles se mantiene en un triste 5.2%, mientras que Robles se hunde en el sótano con apenas un 3.7%. Parece que la gente ya no quiere escuchar más promesas vacías ni discursos políticos reciclados. Busca algo fresco, algo diferente, y ahí es donde entra en juego Fernández, aprovechándose del hartazgo generalizado.
Los analistas políticos no tardaron en tirar la bomba: la fragmentación de la oposición y la falta de una propuesta clara son los principales factores que explican este debacle. Parece que todos están peleando por las sobras mientras Fernández se lleva la carne asada completa. El PLN, con toda su historia y tradición, está viendo como se le escapa el poder de las manos, y eso, mis amigos, duele más que el pinchazo de una llanta en medio de la autopista.
Pero no todo es color de rosa para Fernández. Ese 43.9% de indecisos sigue siendo un monstruo dormido que puede despertar en cualquier momento. Aunque la tendencia indica que estos votantes podrían inclinarse por la opción ganadora – el famoso “efecto vagón de cola” –, todavía hay tiempo para que cambie el rumbo de la batalla. La clave estará en convencer a estos dubitativos de que ella es la única capaz de llevar a Costa Rica hacia adelante.
El discurso anti-sistema y la figura popular de Rodrigo Chaves parecen estar funcionando a favor de Fernández, pero también representan una espada de doble filo. Algunos sectores de la población ven con recelo esta alianza, temiendo que se perpetúe un modelo político poco transparente y alejado de las necesidades reales del pueblo. El brete ahora es mostrar credibilidad y ofrecer soluciones concretas a los problemas más urgentes del país, como el costo de la vida y la inseguridad.
Muchos se preguntan si habrá segunda ronda. Con ese 32.8% en la mano, Fernández está peligrosamente cerca del “número mágico” del 40% necesario para ganar en primera vuelta. Si consigue capturar aunque sea una pequeña parte de ese enorme porcentaje de indecisos, la posibilidad de verla en Casa Amarilla en febrero de 2026 deja de ser una fantasía para convertirse en una realidad palpable. Eso sí, que los chuches se preparen, porque la cosa se va poniendo interesante.
En fin, este panorama electoral nos demuestra que nada está escrito y que la política es impredecible por naturaleza. Pero, ¿ustedes qué piensan? Considerando esta encuesta y el contexto actual, ¿creen que Laura Fernández logrará la victoria en primera vuelta, o la competencia dará una sorpresa?
La encuesta, que salió a la luz ayer, pinta un escenario bastante apocalíptico para el Partido Liberación Nacional. Con un 43.9% del electorado todavía indeciso – ¡una verdadera torta, esos votantes que no se definen! –, la diferencia entre Fernández (con un impresionante 32.8% de intención de voto) y Ramos (solo un magrito de 6.6%) es abismal. Seamos claros, esto no es una simple desventaja, es un desplome digno de película de terror.
Y para colmo, ni siquiera Claudia Dobles (Coalición Agenda Ciudadana) ni Ariel Robles (Frente Amplio) logran levantar cabeza. Dobles se mantiene en un triste 5.2%, mientras que Robles se hunde en el sótano con apenas un 3.7%. Parece que la gente ya no quiere escuchar más promesas vacías ni discursos políticos reciclados. Busca algo fresco, algo diferente, y ahí es donde entra en juego Fernández, aprovechándose del hartazgo generalizado.
Los analistas políticos no tardaron en tirar la bomba: la fragmentación de la oposición y la falta de una propuesta clara son los principales factores que explican este debacle. Parece que todos están peleando por las sobras mientras Fernández se lleva la carne asada completa. El PLN, con toda su historia y tradición, está viendo como se le escapa el poder de las manos, y eso, mis amigos, duele más que el pinchazo de una llanta en medio de la autopista.
Pero no todo es color de rosa para Fernández. Ese 43.9% de indecisos sigue siendo un monstruo dormido que puede despertar en cualquier momento. Aunque la tendencia indica que estos votantes podrían inclinarse por la opción ganadora – el famoso “efecto vagón de cola” –, todavía hay tiempo para que cambie el rumbo de la batalla. La clave estará en convencer a estos dubitativos de que ella es la única capaz de llevar a Costa Rica hacia adelante.
El discurso anti-sistema y la figura popular de Rodrigo Chaves parecen estar funcionando a favor de Fernández, pero también representan una espada de doble filo. Algunos sectores de la población ven con recelo esta alianza, temiendo que se perpetúe un modelo político poco transparente y alejado de las necesidades reales del pueblo. El brete ahora es mostrar credibilidad y ofrecer soluciones concretas a los problemas más urgentes del país, como el costo de la vida y la inseguridad.
Muchos se preguntan si habrá segunda ronda. Con ese 32.8% en la mano, Fernández está peligrosamente cerca del “número mágico” del 40% necesario para ganar en primera vuelta. Si consigue capturar aunque sea una pequeña parte de ese enorme porcentaje de indecisos, la posibilidad de verla en Casa Amarilla en febrero de 2026 deja de ser una fantasía para convertirse en una realidad palpable. Eso sí, que los chuches se preparen, porque la cosa se va poniendo interesante.
En fin, este panorama electoral nos demuestra que nada está escrito y que la política es impredecible por naturaleza. Pero, ¿ustedes qué piensan? Considerando esta encuesta y el contexto actual, ¿creen que Laura Fernández logrará la victoria en primera vuelta, o la competencia dará una sorpresa?