¡Ay, Dios mío, qué sustito nos cayó anoche! A eso de las nueve y media, la tierra empezó a temblar como loca, moviéndonos a todos como si fuéramos pelotas de ping pong. Un sismo de 6.1 sacudió al país, con el epicentro allá por Quepos. El Servicio Geológico de Estados Unidos lo midió en 5.9, pero pa' nosotros, aquí abajo sintiéndolo en carne propia, era bien potente, diay.
Esto ocurrió el martes pasado, el 21 de octubre, y puso a todo mundo alerta. Imagínate, hasta el USGS reconoció que fue el movimiento sísmico más fuerte a nivel mundial ese día. Pa' ponerlo en perspectiva, otros países como Rusia y Nueva Zelanda también tuvieron temblores, pero ni remotamente se acercaban a la fuerza que sentimos acá. Nos recordó, de nuevo, que vivimos en un país volcánicamente activo, y que la Madre Tierra tiene sus propios ritmos, que a veces nos hacen sudar frío.
La Red Sismológica Nacional, rápida como siempre, confirmó varias réplicas, algunas rondando los 4.1. Afortunadamente, el Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (SINAMOT), gracias a Dios, descartó cualquier peligro de ola gigante. Aunque el epicentro estaba en mar abierto, eso tranquilizó a muchísima gente que ya andaba pensando en lo peor. Uno nunca sabe cuándo la naturaleza te puede mandar un saludo inesperado.
Después del temblor, la Comisión Nacional de Emergencias salió a dar informes. Resulta que hubo algunos desperfectos en negocios y casas cercanas al epicentro, especialmente en Quepos y la Zona de los Santos. También se apagaron las luces en Jacó, Parrita y Quepos, dejando a varios sin luz durante unas cuantas horas. Pero, a pesar de todo, las autoridades insistieron en mantener la calma, recalcando que la preparación y los sistemas de monitoreo son clave para reducir riesgos. En fin, demostraron que están al pie del cañón.
Ahora, viene la gran pregunta: ¿podría repetirse esto? Pues resulta que un sismólogo advirtió sobre la posibilidad de una “dupla”, es decir, otro temblor grande en las próximas horas. Dice que estos sismos pueden venir en pares, y que debemos estar atentos. ¡Uy, diay! Eso no ayuda mucho a dormir tranquilo, ¿verdad? Pero bueno, nada que hacer, más que seguirle echándole ojo a las alertas sísmicas y esperar lo mejor. Una cosa es cierta: los nervios están a flor de piel.
Y hablando de nervios, la reacción de Douglas Sánchez en vivo mientras cubría la noticia fue… épica. Te juro, el mae se agarró el corazón y quedó blanco como la pared. Un video viralizado en redes sociales capturó el momento exacto en que el suelo comenzó a moverse, y la cara de sorpresa de Douglas es oro puro. Parecía que iba a salir volando de la silla, ¡qué momento! Eso demuestra que nadie, ni siquiera los periodistas profesionales, está exento de sentir el miedo cuando la tierra tiembla.
Además, hay un video circulando mostrando los destrozos en un supermercado en Quepos. Las estanterías estaban vacías, productos tirados por todas partes, una escena lamentable. Afortunadamente, no hubo heridos graves, pero sí muchos sustos y pérdidas materiales. Parece que incluso la fruta estaba dando saltitos, ¡qué imagen! Estos eventos nos recuerdan la importancia de tener nuestros hogares preparados y de reforzar las estructuras para resistir movimientos telúricos.
En fin, una noche llena de emociones encontradas. Nos sacamos de quicio, pero afortunadamente, todo salió relativamente bien. Ahora, la pregunta es: ¿crees que deberíamos invertir más en sistemas de alerta temprana y educación pública sobre cómo actuar en caso de terremotos, o consideras que las medidas actuales son suficientes para enfrentar este tipo de amenazas? ¡Déjanos tus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la gente!
Esto ocurrió el martes pasado, el 21 de octubre, y puso a todo mundo alerta. Imagínate, hasta el USGS reconoció que fue el movimiento sísmico más fuerte a nivel mundial ese día. Pa' ponerlo en perspectiva, otros países como Rusia y Nueva Zelanda también tuvieron temblores, pero ni remotamente se acercaban a la fuerza que sentimos acá. Nos recordó, de nuevo, que vivimos en un país volcánicamente activo, y que la Madre Tierra tiene sus propios ritmos, que a veces nos hacen sudar frío.
La Red Sismológica Nacional, rápida como siempre, confirmó varias réplicas, algunas rondando los 4.1. Afortunadamente, el Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (SINAMOT), gracias a Dios, descartó cualquier peligro de ola gigante. Aunque el epicentro estaba en mar abierto, eso tranquilizó a muchísima gente que ya andaba pensando en lo peor. Uno nunca sabe cuándo la naturaleza te puede mandar un saludo inesperado.
Después del temblor, la Comisión Nacional de Emergencias salió a dar informes. Resulta que hubo algunos desperfectos en negocios y casas cercanas al epicentro, especialmente en Quepos y la Zona de los Santos. También se apagaron las luces en Jacó, Parrita y Quepos, dejando a varios sin luz durante unas cuantas horas. Pero, a pesar de todo, las autoridades insistieron en mantener la calma, recalcando que la preparación y los sistemas de monitoreo son clave para reducir riesgos. En fin, demostraron que están al pie del cañón.
Ahora, viene la gran pregunta: ¿podría repetirse esto? Pues resulta que un sismólogo advirtió sobre la posibilidad de una “dupla”, es decir, otro temblor grande en las próximas horas. Dice que estos sismos pueden venir en pares, y que debemos estar atentos. ¡Uy, diay! Eso no ayuda mucho a dormir tranquilo, ¿verdad? Pero bueno, nada que hacer, más que seguirle echándole ojo a las alertas sísmicas y esperar lo mejor. Una cosa es cierta: los nervios están a flor de piel.
Y hablando de nervios, la reacción de Douglas Sánchez en vivo mientras cubría la noticia fue… épica. Te juro, el mae se agarró el corazón y quedó blanco como la pared. Un video viralizado en redes sociales capturó el momento exacto en que el suelo comenzó a moverse, y la cara de sorpresa de Douglas es oro puro. Parecía que iba a salir volando de la silla, ¡qué momento! Eso demuestra que nadie, ni siquiera los periodistas profesionales, está exento de sentir el miedo cuando la tierra tiembla.
Además, hay un video circulando mostrando los destrozos en un supermercado en Quepos. Las estanterías estaban vacías, productos tirados por todas partes, una escena lamentable. Afortunadamente, no hubo heridos graves, pero sí muchos sustos y pérdidas materiales. Parece que incluso la fruta estaba dando saltitos, ¡qué imagen! Estos eventos nos recuerdan la importancia de tener nuestros hogares preparados y de reforzar las estructuras para resistir movimientos telúricos.
En fin, una noche llena de emociones encontradas. Nos sacamos de quicio, pero afortunadamente, todo salió relativamente bien. Ahora, la pregunta es: ¿crees que deberíamos invertir más en sistemas de alerta temprana y educación pública sobre cómo actuar en caso de terremotos, o consideras que las medidas actuales son suficientes para enfrentar este tipo de amenazas? ¡Déjanos tus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la gente!
