Diay, maes, para los que todavía piensan que en Costa Rica la única Selección que nos quita el sueño es la de fútbol, les traigo noticias del futuro. Agárrense, porque el país acaba de definir a su equipo de élite, a los y las cracks que nos van a representar en las ligas mayores de la ciberseguridad. Así como lo oyen: ya tenemos a la Selección Nacional de Ciberseguridad, salida del durísimo torneo Cybersec Challenge 2025. Y déjenme decirles, ¡qué nivel el de esta gente!
No crean que esto fue como un torneo de FIFA en el Play. Para nada. La vara estuvo organizada por el Cybersec Cluster, con el empuje de gente pro como Hackrocks y la sede tica de Texas Tech University. Los participantes se enfrentaron a un despiche de retos que pondrían a sudar a cualquiera: desde criptografía avanzada hasta análisis forense para cazar cibercriminales y, por supuesto, explotación de vulnerabilidades. O sea, tuvieron que pensar como los malos para poder ganarles. Las pruebas exigían una mente filosa, nervios de acero y un trabajo en equipo a cachete. Olvídense de resolverlo con un tutorial de YouTube; aquí se necesitaba un dominio técnico que de verdad asusta.
Pero lo más chiva de toda esta movida no es solo el torneo en sí, sino la visión que hay detrás. Esto es parte de un plan más grande para que Costa Rica deje de ser solo un espectador en el mundo tecnológico. ¿Se acuerdan del NextGen Challenge que hicieron hace unas semanas para chamacos de coles técnicos? Bueno, no fue casualidad. Están creando una cantera, un semillero de talento desde el puro cole para que en unos años tengamos no una, sino varias generaciones de expertos listos para tomar la batuta. Eso, maes, es pensar a futuro. Es entender que el verdadero brete es construir las bases para que el país compita de verdad.
Y claro, el esfuerzo tiene su recompensa. Los equipos que la rompieron en el Cybersec Challenge no solo se llevaron el trofeo y el derecho a inflar el pecho. ¡Qué va! Se ganaron premios que de verdad les van a cambiar la vida y la carrera: becas para programas técnicos en lugares de peso como CENFOTEC, talleres de inteligencia artificial (que es el chunche del momento), capacitaciones en estándares mundiales como el ISO 27001 y hasta visitas a las oficinas de las empresas más grandes del sector para que vean cómo se mueve el verdadero negocio. Esto no es solo un premio, es una inversión directa en el cerebro de esta gente.
Al final, esta noticia es mucho más que un simple titular. Es la prueba de que en Costa Rica hay un talento increíble que solo necesita la oportunidad para brillar. Estos maes que hoy son la Selección son la punta del iceberg de una comunidad que está creciendo, que se está fortaleciendo y que tiene la ambición de ponernos en el mapa regional y mundial. Así que la próxima vez que escuchen sobre ciberseguridad, no piensen en un mae encapuchado en un sótano; piensen en estos cargas, ticos como nosotros, que están listos para defender el chante. ¡Qué orgullo!
Ahora les paso la bola a ustedes, ¿más allá de felicitar a esta gente, que obvio se lo merecen, en qué otra área creen que a Tiquicia le urge meterle el acelerador y empezar a formar selecciones de talento así de especializadas?
No crean que esto fue como un torneo de FIFA en el Play. Para nada. La vara estuvo organizada por el Cybersec Cluster, con el empuje de gente pro como Hackrocks y la sede tica de Texas Tech University. Los participantes se enfrentaron a un despiche de retos que pondrían a sudar a cualquiera: desde criptografía avanzada hasta análisis forense para cazar cibercriminales y, por supuesto, explotación de vulnerabilidades. O sea, tuvieron que pensar como los malos para poder ganarles. Las pruebas exigían una mente filosa, nervios de acero y un trabajo en equipo a cachete. Olvídense de resolverlo con un tutorial de YouTube; aquí se necesitaba un dominio técnico que de verdad asusta.
Pero lo más chiva de toda esta movida no es solo el torneo en sí, sino la visión que hay detrás. Esto es parte de un plan más grande para que Costa Rica deje de ser solo un espectador en el mundo tecnológico. ¿Se acuerdan del NextGen Challenge que hicieron hace unas semanas para chamacos de coles técnicos? Bueno, no fue casualidad. Están creando una cantera, un semillero de talento desde el puro cole para que en unos años tengamos no una, sino varias generaciones de expertos listos para tomar la batuta. Eso, maes, es pensar a futuro. Es entender que el verdadero brete es construir las bases para que el país compita de verdad.
Y claro, el esfuerzo tiene su recompensa. Los equipos que la rompieron en el Cybersec Challenge no solo se llevaron el trofeo y el derecho a inflar el pecho. ¡Qué va! Se ganaron premios que de verdad les van a cambiar la vida y la carrera: becas para programas técnicos en lugares de peso como CENFOTEC, talleres de inteligencia artificial (que es el chunche del momento), capacitaciones en estándares mundiales como el ISO 27001 y hasta visitas a las oficinas de las empresas más grandes del sector para que vean cómo se mueve el verdadero negocio. Esto no es solo un premio, es una inversión directa en el cerebro de esta gente.
Al final, esta noticia es mucho más que un simple titular. Es la prueba de que en Costa Rica hay un talento increíble que solo necesita la oportunidad para brillar. Estos maes que hoy son la Selección son la punta del iceberg de una comunidad que está creciendo, que se está fortaleciendo y que tiene la ambición de ponernos en el mapa regional y mundial. Así que la próxima vez que escuchen sobre ciberseguridad, no piensen en un mae encapuchado en un sótano; piensen en estos cargas, ticos como nosotros, que están listos para defender el chante. ¡Qué orgullo!
Ahora les paso la bola a ustedes, ¿más allá de felicitar a esta gente, que obvio se lo merecen, en qué otra área creen que a Tiquicia le urge meterle el acelerador y empezar a formar selecciones de talento así de especializadas?
