¡Ay, Dios mío! El circo continúa, mi gente. Parece que la novela del Presidente Chaves y su fuero va pa’ llano, pero no tan rápido. La Comisión Especial de la Asamblea Legislativa, esos diputados que nos representan (más o menos), se reunirán el miércoles 26 de noviembre para decidir si le levantan o no la inmunidad. Quince denuncias de beligerancia política colgándole encima, y nosotros aquí viendo cómo se desarrolla este drama nacional.
Para refrescarles la memoria, esto lleva tiempo. Desde que salió airoso el Presidente, ha habido un trajín constante de acusaciones y defensas. El TSE ya pidió que le quitaran el fuero, argumentando que esas denuncias son bastante serias. Pero ahí está él, defendiéndose como gato panza arriba, alegando persecución política y todo lo que se les antoja. Y nosotros, que somos los que pagamos la fiesta, viendo cómo se desgastan los nervios de todos.
Ahora viene la parte interesante. La Comisión tiene que emitir un informe que irá al Plenario. Ese informe dirá si le quitan o no el fuero al Presidente. Según tengo entendido, el diputado Daniel Vargas, manudo del oficialismo, ya se declaró en contra. Quiere un informe negativo, eh. Eso significa que recomienda que no le levanten el fuero. Probablemente quede como informe de minoría, porque las demás diputadas – Alejandra Larios del PLN y Rocío Alfaro del Frente Amplio – todavía no han dicho ni pío. Qué suspensillo, diay.
Pero ojo, que no es definitivo. La Presidenta de la Asamblea, Alejandra Larios, dijo que no saben si habrá uno, dos o hasta tres informes diferentes. “Podrían ser afirmativos o negativos, pero no necesariamente compartir los mismos criterios,” comentó hace unos días. Es un verdadero brete tratar de descifrar qué va a pasar. A estas alturas, ya nadie sabe nada seguro, y eso siempre me da más intriga.
Después de la reunión de la Comisión, tocará ir al Plenario, que es donde realmente se decide la cosa. Ahí será donde se vote si finalmente le quitan o no el fuero al Presidente. Ya parece una telenovela mexicana, con giros inesperados y mucho drama. Y para colmo, Rodrigo Arias, ahora sí de lleno en funciones como Presidente de la Asamblea, tendrá que ponerle fecha a la discusión en el Plenario. Esperemos que no tarde demasiado, porque la paciencia del pueblo tico tiene un límite.
Por si acaso, el Presidente ya sabe que le van a dar 30 minutos para defenderse. Pero, como ya pasó la última vez, probablemente no asista. No precisamente es conocido por su disposición a escuchar críticas, ¿verdad? Que pena, porque si fuera a dar sus argumentos, podríamos saber qué piensa de todas estas acusaciones. A ver si así le sale un poco de “carga” para defenderse, que le queda mucha vara por demostrar.
Si llegaran a levantarle el fuero, necesitarían 38 votos en el Plenario. La última vez, solo consiguieron 34, así que no prosperó la moción. Un margen muy estrecho, ¿eh? Esto demuestra que el Presidente no tiene precisamente el apoyo mayoritario en la Asamblea. Y eso puede ser bueno para la democracia, aunque a veces dé ganas de gritar “¡Qué torta!” porque todo se arrastra tanto.
Entonces, mi gente, con todo este embrollo político, me pregunto: ¿Creen que el Presidente debería aprovechar la oportunidad para defenderse en el Plenario o es preferible que siga escondido detrás de sus abogados? ¿Y qué impacto creen que tendrá esta situación en la estabilidad del país, independientemente de cuál sea el resultado final?
Para refrescarles la memoria, esto lleva tiempo. Desde que salió airoso el Presidente, ha habido un trajín constante de acusaciones y defensas. El TSE ya pidió que le quitaran el fuero, argumentando que esas denuncias son bastante serias. Pero ahí está él, defendiéndose como gato panza arriba, alegando persecución política y todo lo que se les antoja. Y nosotros, que somos los que pagamos la fiesta, viendo cómo se desgastan los nervios de todos.
Ahora viene la parte interesante. La Comisión tiene que emitir un informe que irá al Plenario. Ese informe dirá si le quitan o no el fuero al Presidente. Según tengo entendido, el diputado Daniel Vargas, manudo del oficialismo, ya se declaró en contra. Quiere un informe negativo, eh. Eso significa que recomienda que no le levanten el fuero. Probablemente quede como informe de minoría, porque las demás diputadas – Alejandra Larios del PLN y Rocío Alfaro del Frente Amplio – todavía no han dicho ni pío. Qué suspensillo, diay.
Pero ojo, que no es definitivo. La Presidenta de la Asamblea, Alejandra Larios, dijo que no saben si habrá uno, dos o hasta tres informes diferentes. “Podrían ser afirmativos o negativos, pero no necesariamente compartir los mismos criterios,” comentó hace unos días. Es un verdadero brete tratar de descifrar qué va a pasar. A estas alturas, ya nadie sabe nada seguro, y eso siempre me da más intriga.
Después de la reunión de la Comisión, tocará ir al Plenario, que es donde realmente se decide la cosa. Ahí será donde se vote si finalmente le quitan o no el fuero al Presidente. Ya parece una telenovela mexicana, con giros inesperados y mucho drama. Y para colmo, Rodrigo Arias, ahora sí de lleno en funciones como Presidente de la Asamblea, tendrá que ponerle fecha a la discusión en el Plenario. Esperemos que no tarde demasiado, porque la paciencia del pueblo tico tiene un límite.
Por si acaso, el Presidente ya sabe que le van a dar 30 minutos para defenderse. Pero, como ya pasó la última vez, probablemente no asista. No precisamente es conocido por su disposición a escuchar críticas, ¿verdad? Que pena, porque si fuera a dar sus argumentos, podríamos saber qué piensa de todas estas acusaciones. A ver si así le sale un poco de “carga” para defenderse, que le queda mucha vara por demostrar.
Si llegaran a levantarle el fuero, necesitarían 38 votos en el Plenario. La última vez, solo consiguieron 34, así que no prosperó la moción. Un margen muy estrecho, ¿eh? Esto demuestra que el Presidente no tiene precisamente el apoyo mayoritario en la Asamblea. Y eso puede ser bueno para la democracia, aunque a veces dé ganas de gritar “¡Qué torta!” porque todo se arrastra tanto.
Entonces, mi gente, con todo este embrollo político, me pregunto: ¿Creen que el Presidente debería aprovechar la oportunidad para defenderse en el Plenario o es preferible que siga escondido detrás de sus abogados? ¿Y qué impacto creen que tendrá esta situación en la estabilidad del país, independientemente de cuál sea el resultado final?