¡Ay, pata! Qué pesar nos cayó ayer en Playa Esterillos Este. La Cruz Roja tuvo que confirmar oficialmente que dos personas, un hombre y una mujer, perdieron la vida arrastradas por una ola bravísima. Además, todavía andan buscando a otra persona que también se llevó la corriente. Un golpe durísimo para la comunidad de Parrita, créeme.
Según los reportes iniciales, todo pasó rápido. Tres adultos estaban disfrutando de la tarde en la playa cuando, de repente, apareció una ola gigante que los atrapó. Imagínate el susto que pudieron haber pasado. Los bañistas de la zona dicen que el mar estaba particularmente agitado desde temprano, aunque nadie esperaba esto.
Los equipos de rescate de la Cruz Roja llegaron rapidito al lugar, junto con el personal del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG). Se movilizaron todos los recursos disponibles, porque la búsqueda contra el tiempo siempre es un brete. Buscar a alguien en esas condiciones, con olas tan fuertes, es un desafío enorme, diay.
Después de casi una hora de batallar contra el mar embravecido, lograron recuperar los cuerpos de los desafortunados. Alejandro Molina, de la Cruz Roja, nos comentó que “desplazamos rápidamente personal capacitado a la zona para colaborar con el Guardacostas en la búsqueda. Una vez allí, implementamos protocolos estrictos y trabajamos incansablemente”. La coordinación entre ambas instituciones fue crucial, eso sí.
Ahora, el Guardacostas sigue buscando a la persona desaparecida, con la esperanza de encontrarla con vida. Pero la verdad, los minutos pasan y la posibilidad de hallarla sana y salva va disminuyendo. El clima tampoco ayuda mucho, pues el oleaje sigue siendo peligroso. Y ni hablar del dolor que debe estar sintiendo la familia, qué tremenda pena.
Mientras tanto, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya están en el sitio para realizar el levantamiento de los cuerpos y comenzar con las investigaciones correspondientes. Todavía no han revelado sus nombres, pero se espera que en las próximas horas puedan dar a conocer las identidades de las víctimas y así facilitar el proceso de duelo para sus seres queridos. Esto es una vara muy delicada, vamos.
Este tipo de tragedias nos recuerdan lo importante que es tener mucha precaución en las playas, especialmente durante la temporada de lluvias y borrascas. Siempre hay que chequear las alertas marítimas, respetar las indicaciones de los salvavidas y nunca meterse al agua si no somos buenos nadadores. ¡Mejor prevenir que lamentar, maes!
En fin, una tragedia horrible que deja cicatrices en toda la comunidad. Mucho ánimo para las familias afectadas y esperemos que pronto den con la persona desaparecida. Pero me pregunto...¿Deberíamos exigir más controles y regulaciones en las playas para evitar estas situaciones tan terribles, o creen que la responsabilidad recae únicamente en la conciencia individual de cada uno?
Según los reportes iniciales, todo pasó rápido. Tres adultos estaban disfrutando de la tarde en la playa cuando, de repente, apareció una ola gigante que los atrapó. Imagínate el susto que pudieron haber pasado. Los bañistas de la zona dicen que el mar estaba particularmente agitado desde temprano, aunque nadie esperaba esto.
Los equipos de rescate de la Cruz Roja llegaron rapidito al lugar, junto con el personal del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG). Se movilizaron todos los recursos disponibles, porque la búsqueda contra el tiempo siempre es un brete. Buscar a alguien en esas condiciones, con olas tan fuertes, es un desafío enorme, diay.
Después de casi una hora de batallar contra el mar embravecido, lograron recuperar los cuerpos de los desafortunados. Alejandro Molina, de la Cruz Roja, nos comentó que “desplazamos rápidamente personal capacitado a la zona para colaborar con el Guardacostas en la búsqueda. Una vez allí, implementamos protocolos estrictos y trabajamos incansablemente”. La coordinación entre ambas instituciones fue crucial, eso sí.
Ahora, el Guardacostas sigue buscando a la persona desaparecida, con la esperanza de encontrarla con vida. Pero la verdad, los minutos pasan y la posibilidad de hallarla sana y salva va disminuyendo. El clima tampoco ayuda mucho, pues el oleaje sigue siendo peligroso. Y ni hablar del dolor que debe estar sintiendo la familia, qué tremenda pena.
Mientras tanto, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya están en el sitio para realizar el levantamiento de los cuerpos y comenzar con las investigaciones correspondientes. Todavía no han revelado sus nombres, pero se espera que en las próximas horas puedan dar a conocer las identidades de las víctimas y así facilitar el proceso de duelo para sus seres queridos. Esto es una vara muy delicada, vamos.
Este tipo de tragedias nos recuerdan lo importante que es tener mucha precaución en las playas, especialmente durante la temporada de lluvias y borrascas. Siempre hay que chequear las alertas marítimas, respetar las indicaciones de los salvavidas y nunca meterse al agua si no somos buenos nadadores. ¡Mejor prevenir que lamentar, maes!
En fin, una tragedia horrible que deja cicatrices en toda la comunidad. Mucho ánimo para las familias afectadas y esperemos que pronto den con la persona desaparecida. Pero me pregunto...¿Deberíamos exigir más controles y regulaciones en las playas para evitar estas situaciones tan terribles, o creen que la responsabilidad recae únicamente en la conciencia individual de cada uno?
