¡Ay, flai! La pura vida se apagó este sábado en Santa Cruz. Un joven de apenas 22 años, identificado como Kevin Monge, dejó este mundo tras un accidente de tránsito que sacudió a toda la comunidad guanacasteca. La noticia cayó como balde de agua fría, especialmente porque el brete ocurrió en plena mañana, cuando todos empiezan a jalarle al día.
Según nos comentan los vecinos, el percance se dio pasadas las siete de la mañana en una zona muy transitada de San Juan de Santa Cruz. Al parecer, Kevin iba cabalgando en su moto cuando chocó con un carro. La combinación fue tremenda, dicen algunos testigos, y aunque los servicios de emergencia llegaron rápido, ya era demasiado tarde. Imagínate el susto que se llevaron los que estaban cerca, viendo cómo intentaban ayudarlo, pero la vara estaba echada.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está picoteando la información para tratar de esclarecer qué pasó realmente. Lo que sí sabemos hasta ahora es que la conductora del carro, una señora que prefiero no ponerle nombre todavía, fue retenida por la policía administrativa y está a disposición del Ministerio Público. Están revisando si hubo alguna infracción al código de tránsito, si andaba distraída, vaya, tratando de armarle alguna explicación a esta desgracia.
Kevin, al parecer, trabajaba en un taller mecánico por allá en la periferia de Santa Cruz. Sus amigos y familiares están destrozados, la pena se siente en el aire. Todos recuerdan a Kevin como un muchacho trabajador, siempre dispuesto a echarle una mano, metido en sus cosas y súper respetuoso. Uno nunca sabe cuándo te toca, ¿verdad? Esta tragedia nos recuerda que hay que estar siempre alerta y manejar con precaución, porque la calle no perdona.
Lo peor de todo es que, a pesar de la rápida respuesta de los paramédicos, Kevin llegó sin pulso a la clínica de Santa Cruz. Dicen que hicieron lo que pudieron, pero ya no había nada que hacer. Su cuerpo fue enviado a la morgue judicial para que le hagan la autopsia y sepan exactamente qué le pasó. Una lástima tan grande, mándele paz a su alma y fuerza a sus seres queridos, que lo necesiten ahorita.
Esta situación ha generado mucha angustia en el pueblo de Santa Cruz, que es conocido por ser tranquilo y familiar. Ahora, la gente está pensando en la fragilidad de la vida y en la importancia de valorar cada momento. Además, esto revivió el debate sobre la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad vial en esa zona, especialmente para los motociclistas, que suelen ser los más vulnerables en estos casos. Hay que ponerle atención a eso, porque sino seguimos teniendo estas tragedias.
Y hablando de temas serios, me acuerdo de aquel cuento de Reyes que nos contaba mi abu, sobre un ángel que bajaba a tierra para recordarnos que la vida es un regalo precioso y que hay que cuidarla. Pues parece que ese ángel se olvidó de tocar a timbre en Santa Cruz este fin de semana. Pero bueno, espero que esta historia sirva de lección para todos nosotros, para que maneemos con responsabilidad y tengamos más cuidado en la carretera, porque nunca se sabe cuándo puede pasar. Se dice fácil, pero ¡qué diay!
Ahora, cuéntenme ustedes, ¿creen que deberían endurecer las leyes de tránsito en Costa Rica? ¿Ustedes han visto situaciones peligrosas en las calles de sus barrios? ¿Creen que se debería invertir más en campañas de concientización sobre seguridad vial o enfocarse en mejorar la infraestructura de nuestras carreteras? ¡Déjenme sus opiniones aquí abajo, vamos a debatir sobre esto!
Según nos comentan los vecinos, el percance se dio pasadas las siete de la mañana en una zona muy transitada de San Juan de Santa Cruz. Al parecer, Kevin iba cabalgando en su moto cuando chocó con un carro. La combinación fue tremenda, dicen algunos testigos, y aunque los servicios de emergencia llegaron rápido, ya era demasiado tarde. Imagínate el susto que se llevaron los que estaban cerca, viendo cómo intentaban ayudarlo, pero la vara estaba echada.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está picoteando la información para tratar de esclarecer qué pasó realmente. Lo que sí sabemos hasta ahora es que la conductora del carro, una señora que prefiero no ponerle nombre todavía, fue retenida por la policía administrativa y está a disposición del Ministerio Público. Están revisando si hubo alguna infracción al código de tránsito, si andaba distraída, vaya, tratando de armarle alguna explicación a esta desgracia.
Kevin, al parecer, trabajaba en un taller mecánico por allá en la periferia de Santa Cruz. Sus amigos y familiares están destrozados, la pena se siente en el aire. Todos recuerdan a Kevin como un muchacho trabajador, siempre dispuesto a echarle una mano, metido en sus cosas y súper respetuoso. Uno nunca sabe cuándo te toca, ¿verdad? Esta tragedia nos recuerda que hay que estar siempre alerta y manejar con precaución, porque la calle no perdona.
Lo peor de todo es que, a pesar de la rápida respuesta de los paramédicos, Kevin llegó sin pulso a la clínica de Santa Cruz. Dicen que hicieron lo que pudieron, pero ya no había nada que hacer. Su cuerpo fue enviado a la morgue judicial para que le hagan la autopsia y sepan exactamente qué le pasó. Una lástima tan grande, mándele paz a su alma y fuerza a sus seres queridos, que lo necesiten ahorita.
Esta situación ha generado mucha angustia en el pueblo de Santa Cruz, que es conocido por ser tranquilo y familiar. Ahora, la gente está pensando en la fragilidad de la vida y en la importancia de valorar cada momento. Además, esto revivió el debate sobre la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad vial en esa zona, especialmente para los motociclistas, que suelen ser los más vulnerables en estos casos. Hay que ponerle atención a eso, porque sino seguimos teniendo estas tragedias.
Y hablando de temas serios, me acuerdo de aquel cuento de Reyes que nos contaba mi abu, sobre un ángel que bajaba a tierra para recordarnos que la vida es un regalo precioso y que hay que cuidarla. Pues parece que ese ángel se olvidó de tocar a timbre en Santa Cruz este fin de semana. Pero bueno, espero que esta historia sirva de lección para todos nosotros, para que maneemos con responsabilidad y tengamos más cuidado en la carretera, porque nunca se sabe cuándo puede pasar. Se dice fácil, pero ¡qué diay!
Ahora, cuéntenme ustedes, ¿creen que deberían endurecer las leyes de tránsito en Costa Rica? ¿Ustedes han visto situaciones peligrosas en las calles de sus barrios? ¿Creen que se debería invertir más en campañas de concientización sobre seguridad vial o enfocarse en mejorar la infraestructura de nuestras carreteras? ¡Déjenme sus opiniones aquí abajo, vamos a debatir sobre esto!