¡Ay, Dios mío! La cruda realidad nos golpeó duro esta semana con la lamentable muerte de dos hermanitos, Yelsin Reyes Pineda, de 13 años, y Jean Carlo Reyes Pineda, de 10 años, originarios de Alajuela. El muchacho ya iba en el Liceo Otilio Ulate Blanco, y su hermanito estaba dando sus primeros pasos en la escuela. Una verdadera tragedia que ha dejado a toda la comunidad escolar y vecinos con el alma hecha pedazos.
Según los reportes, el desafortunado incidente ocurrió en unas piscinas recreativas en Tacacorí. Parece ser que, por alguna razón que todavía se está investigando, los niños tuvieron complicaciones en el agua. Bomberos y paramédicos llegaron rápido, se rifaron como canijos tratando de salvarlos, pero desafortunadamente no lograron reactivarlos. Dicen que le dieron casi 45 minutos de reanimación, ¡una barbaridad!, pero no fue suficiente.
La Cruz Roja confirmó que, pese al esfuerzo heroico de los equipos de emergencia, los menores fueron declarados sin vida en el sitio. Imagínate el dolor de los padres… una noche cualquiera se convirtieron en la peor pesadilla imaginable. Se dice que la familia, además de los dos angelitos, tienen una niña pequeñita de apenas dos años y nueve meses, así que ahora mismo necesitan todo el apoyo posible. El brete que les tocó vivir, ¡qué cosa!
Desde el Liceo Otilio Ulate Blanco, donde Yelsin cursaba la sección 7-7, se lanzó un llamado urgente a la solidaridad. La directora y los profesores se han puesto las pilas para organizar una colecta y ayudar a la familia a cubrir los gastos del velorio y entierro. Entendemos que levantar esos fondos, encima de la pena que sienten, es un verdadero sufrimiento. ¡Qué sal!
A través de Facebook, el colegio compartió la información de contacto para aquellos que quieran contribuir. Pueden hacer depósito a través de SINPE Móvil al número 60031531, a nombre de la señora Aryeris Pineda Reyes. No importa cuánto puedas aportar, cada colón cuenta, ¡de verdad! Un pequeño gesto tuyo puede significar una gran ayuda para esta familia que está pasando por momentos inimaginables.
Este tipo de tragedias nos recuerdan la importancia de tomar precauciones extremas cerca del agua, especialmente con los niños. Revisar bien las áreas, supervisarlos constantemente y enseñarles desde pequeños cómo desenvolverse de forma segura en piscinas y ríos. Muchas veces pensamos que no pasa nada, pero estas cosas ocurren en un abrir y cerrar de ojos. ¡Más conciencia, por favor!
Más allá de la investigación oficial que seguramente estará llevando a cabo las autoridades correspondientes, lo importante ahora es brindar consuelo y apoyo a la familia Reyes Pineda. Que encuentren fuerzas para superar este duelo tan profundo. Saben que no están solos, que toda la comunidad está pensando en ellos y enviándoles mucha energía positiva. El cariño de los compañeros de colegio y amigos, seguro, les dará un poco de alivio en estos tiempos difíciles.
Ahora me pregunto, ¿cree usted que las piscinas públicas deberían tener más medidas de seguridad, como salvavidas en tiempo completo y señalización clara de los riesgos? ¿Qué otras acciones podríamos tomar como sociedad para prevenir tragedias similares y proteger a nuestros niños?
Según los reportes, el desafortunado incidente ocurrió en unas piscinas recreativas en Tacacorí. Parece ser que, por alguna razón que todavía se está investigando, los niños tuvieron complicaciones en el agua. Bomberos y paramédicos llegaron rápido, se rifaron como canijos tratando de salvarlos, pero desafortunadamente no lograron reactivarlos. Dicen que le dieron casi 45 minutos de reanimación, ¡una barbaridad!, pero no fue suficiente.
La Cruz Roja confirmó que, pese al esfuerzo heroico de los equipos de emergencia, los menores fueron declarados sin vida en el sitio. Imagínate el dolor de los padres… una noche cualquiera se convirtieron en la peor pesadilla imaginable. Se dice que la familia, además de los dos angelitos, tienen una niña pequeñita de apenas dos años y nueve meses, así que ahora mismo necesitan todo el apoyo posible. El brete que les tocó vivir, ¡qué cosa!
Desde el Liceo Otilio Ulate Blanco, donde Yelsin cursaba la sección 7-7, se lanzó un llamado urgente a la solidaridad. La directora y los profesores se han puesto las pilas para organizar una colecta y ayudar a la familia a cubrir los gastos del velorio y entierro. Entendemos que levantar esos fondos, encima de la pena que sienten, es un verdadero sufrimiento. ¡Qué sal!
A través de Facebook, el colegio compartió la información de contacto para aquellos que quieran contribuir. Pueden hacer depósito a través de SINPE Móvil al número 60031531, a nombre de la señora Aryeris Pineda Reyes. No importa cuánto puedas aportar, cada colón cuenta, ¡de verdad! Un pequeño gesto tuyo puede significar una gran ayuda para esta familia que está pasando por momentos inimaginables.
Este tipo de tragedias nos recuerdan la importancia de tomar precauciones extremas cerca del agua, especialmente con los niños. Revisar bien las áreas, supervisarlos constantemente y enseñarles desde pequeños cómo desenvolverse de forma segura en piscinas y ríos. Muchas veces pensamos que no pasa nada, pero estas cosas ocurren en un abrir y cerrar de ojos. ¡Más conciencia, por favor!
Más allá de la investigación oficial que seguramente estará llevando a cabo las autoridades correspondientes, lo importante ahora es brindar consuelo y apoyo a la familia Reyes Pineda. Que encuentren fuerzas para superar este duelo tan profundo. Saben que no están solos, que toda la comunidad está pensando en ellos y enviándoles mucha energía positiva. El cariño de los compañeros de colegio y amigos, seguro, les dará un poco de alivio en estos tiempos difíciles.
Ahora me pregunto, ¿cree usted que las piscinas públicas deberían tener más medidas de seguridad, como salvavidas en tiempo completo y señalización clara de los riesgos? ¿Qué otras acciones podríamos tomar como sociedad para prevenir tragedias similares y proteger a nuestros niños?
