¡Ay, Dios mío, qué temblorazo nos cayó anoche! Acá en Quepos todavía estamos procesando lo que pasó. Me contaba mi abuela que ni ella, que ha visto cositas, recordaba haber sentido algo así. El suelo se movía como si estuviera bailando salsa, ¡y no precisamente un baile lento! Fue un susto de esos que te dejan helao y preguntándote si todo va a estar bien.
Como bien reportaron, el Ovsicori nos confirmó que fue un terremoto de 6.1 grados, a poquito kilometraje de acá, en Espadilla Sur. Lo sentiste en toda la república, desde Liberia hasta Puerto Viejo. Imagínate, acá en la costa tuvimos que agarrarnos de lo que pudimos, porque las cosas empezaron a caerse. Algunos vecinos me comentaban que sintieron cómo se movían las olas del mar, ¡y eso sí que da escalofríos!
La oficina de prensa de la policía ya dio cuenta de que Franklin Valerio, un oficial de Fuerza Pública de por acá, describió el temblor como “uno que estuvo bastante fuerte”. Y él trabaja acá desde hace rato, así que no le puedes quitarle importancia a lo que dice. Dice que nunca había sentido un temblor de esa magnitud. En San Rafael de Cerros, los árboles se fueron contra los cables de electricidad y ahí quedaron, sin luz, hasta altas horas de la mañana. Con esto del cambio climático, yo creo que estos fenómenos van a seguir pasándonos factura, ¡aguante Costa Rica!
La alcaldesa Patricia Mayela Bolaños nos tranquilizó diciendo que, afortunadamente, no hubo reporte de heridos graves gracias a Dios. Tampoco llegó nadie al hospital con heridas complicadas, eso es bueno. Pero claro, las cosas no andan perfectas: varios sectores están sin luz, algunos techos sufrieron daños, y en algunas tiendas las mercancías terminaron regadas por el piso. La municipalidad está haciendo un inventario para ver qué tanto daño hicimos realmente, pero vaya que nos pegó un frenazo.
Desde la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), nos avisaron que no hay riesgo de tsunami, eso sí aliviamos. Porque imagínate, ya con todo el temblor encima, pensar en un tsunami... ¡ufff! La alcaldesa me comentó que 'fue un susto', pero yo te digo, ese susto fue de campeonato. Me contaron que en algunos lugares vieron las paredes agrietadas, y eso da que pensar… Ya sabemos que vivimos en una zona sísmica, pero esto te recuerda que siempre tenemos que estar preparados.
Ahora, a mucha gente le preocupa cómo vamos a mantenernos protegidos ante estos eventos. ¿Será que necesitamos mejorar nuestros sistemas de alerta temprana? ¿Deberíamos invertir más en construcción antisísmica? Son preguntas que debemos hacernos, porque este no puede ser el único temblor que vaymos a sentir. Además, con el turismo siendo tan importante para nuestra economía, ¿cómo vamos a asegurar que nuestras infraestructuras turísticas sean seguras para visitantes y nacionales?
Yo veo que muchos compas en redes sociales han estado compartiendo fotos y videos de los daños. Algunos muestran los árboles caídos, otros las calles llenas de basura, y otros simplemente sus rostros mostrando el miedo que sentimos todos. Es bueno ver cómo nos apoyamos mutuamente, compartiendo información y ofreciendo ayuda a quien lo necesita. Esa es la onda de nosotros, los ticos, siempre solidarios en las malas. Pero también es importante recordar que esto es un llamado de atención para prepararnos mejor, aprender de lo que pasó y tomar medidas preventivas para mitigar los riesgos futuros.
Después de todo este jaleo, me queda una gran interrogante: ¿Estamos realmente listos para enfrentar un sismo aún más grande? ¿Qué podemos hacer, como ciudadanos, para fortalecer la resiliencia de nuestras comunidades frente a estos peligros naturales? Déjame saber qué piensas tú, comparte tu opinión en el foro – ¡me interesa mucho escuchar tus ideas!
Como bien reportaron, el Ovsicori nos confirmó que fue un terremoto de 6.1 grados, a poquito kilometraje de acá, en Espadilla Sur. Lo sentiste en toda la república, desde Liberia hasta Puerto Viejo. Imagínate, acá en la costa tuvimos que agarrarnos de lo que pudimos, porque las cosas empezaron a caerse. Algunos vecinos me comentaban que sintieron cómo se movían las olas del mar, ¡y eso sí que da escalofríos!
La oficina de prensa de la policía ya dio cuenta de que Franklin Valerio, un oficial de Fuerza Pública de por acá, describió el temblor como “uno que estuvo bastante fuerte”. Y él trabaja acá desde hace rato, así que no le puedes quitarle importancia a lo que dice. Dice que nunca había sentido un temblor de esa magnitud. En San Rafael de Cerros, los árboles se fueron contra los cables de electricidad y ahí quedaron, sin luz, hasta altas horas de la mañana. Con esto del cambio climático, yo creo que estos fenómenos van a seguir pasándonos factura, ¡aguante Costa Rica!
La alcaldesa Patricia Mayela Bolaños nos tranquilizó diciendo que, afortunadamente, no hubo reporte de heridos graves gracias a Dios. Tampoco llegó nadie al hospital con heridas complicadas, eso es bueno. Pero claro, las cosas no andan perfectas: varios sectores están sin luz, algunos techos sufrieron daños, y en algunas tiendas las mercancías terminaron regadas por el piso. La municipalidad está haciendo un inventario para ver qué tanto daño hicimos realmente, pero vaya que nos pegó un frenazo.
Desde la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), nos avisaron que no hay riesgo de tsunami, eso sí aliviamos. Porque imagínate, ya con todo el temblor encima, pensar en un tsunami... ¡ufff! La alcaldesa me comentó que 'fue un susto', pero yo te digo, ese susto fue de campeonato. Me contaron que en algunos lugares vieron las paredes agrietadas, y eso da que pensar… Ya sabemos que vivimos en una zona sísmica, pero esto te recuerda que siempre tenemos que estar preparados.
Ahora, a mucha gente le preocupa cómo vamos a mantenernos protegidos ante estos eventos. ¿Será que necesitamos mejorar nuestros sistemas de alerta temprana? ¿Deberíamos invertir más en construcción antisísmica? Son preguntas que debemos hacernos, porque este no puede ser el único temblor que vaymos a sentir. Además, con el turismo siendo tan importante para nuestra economía, ¿cómo vamos a asegurar que nuestras infraestructuras turísticas sean seguras para visitantes y nacionales?
Yo veo que muchos compas en redes sociales han estado compartiendo fotos y videos de los daños. Algunos muestran los árboles caídos, otros las calles llenas de basura, y otros simplemente sus rostros mostrando el miedo que sentimos todos. Es bueno ver cómo nos apoyamos mutuamente, compartiendo información y ofreciendo ayuda a quien lo necesita. Esa es la onda de nosotros, los ticos, siempre solidarios en las malas. Pero también es importante recordar que esto es un llamado de atención para prepararnos mejor, aprender de lo que pasó y tomar medidas preventivas para mitigar los riesgos futuros.
Después de todo este jaleo, me queda una gran interrogante: ¿Estamos realmente listos para enfrentar un sismo aún más grande? ¿Qué podemos hacer, como ciudadanos, para fortalecer la resiliencia de nuestras comunidades frente a estos peligros naturales? Déjame saber qué piensas tú, comparte tu opinión en el foro – ¡me interesa mucho escuchar tus ideas!