¡Ay, Dios mío, qué tremendo orgullo tico! Nuestras mentes más brillantes han vuelto a poner en alto el nombre de Costa Rica en una competencia internacional. Dos medallas, una de oro y otra de plata, fueron el premio para Kristen Solís y Lynn Knight en las recientes VIII Olimpiadas Centroamericanas y del Caribe de Biología (OLCECAB). ¡Esto sí que es material para presumirle a los vecinos!
La OLCECAB, que se llevó a cabo del 16 al 22 de noviembre en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana, reunió a los mejores cerebritos de la región. Nuestra delegación, liderada por los académicos José Pereira-Chaves y Federico Herrera-Madrigal de la Universidad Nacional, demostró que tenemos talento de primera, pura vida. Estos señores saben lo que hacen y le dieron una base sólida a nuestras chicas.
Kristen Solís, con tan solo 16 años, se colgó el oro, mientras que Lynn Knight, de 17, aseguró la plata. Ambas chicas pasaron por el filtro de las Olimpiadas Costarricenses de Biología (OLICOCIBI), organizadas por las universidades públicas del Conare, el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Instituto Costarricense de Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT). ¡Eso demuestra el nivel de preparación que tienen nuestras escuelas y universidades!
Pero esto no es solo cuestión de medallas, diay. Las OLCECAB no solo evalúan conocimientos, sino también habilidades súper importantes para el futuro. Hablamos de análisis crítico, argumentación, creatividad, resolución de problemas… todo eso que necesitamos para salir adelante en este mundo loco. Además, fomentan el trabajo en equipo, la resiliencia y el liderazgo; cosas que no enseñan en todos lados.
Y no nos olvidemos del lado social. Estas competencias crean redes de contactos entre estudiantes de toda la región, que pueden intercambiar ideas, aprender unos de otros y enfrentar desafíos juntos. Imaginen las posibilidades para nuestros jóvenes científicos tener esa experiencia intercultural. Eso abre puertas a colaboraciones futuras y a un mundo lleno de oportunidades, chunches y bretes interesantes.
Lo mejor de todo es que Costa Rica fue elegida para ser la sede de la IX Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Biología en 2026. ¡Qué responsabilidad y qué honor! Esto significa que tendremos que trabajar duro para organizar un evento a la altura, recibiendo a delegaciones de todo la región y mostrando al mundo la belleza y la riqueza de nuestra biodiversidad. Ya me imagino los preparativos... va a ser un verdadero brete, pero vale totalmente la pena.
Esta noticia llega en un momento crucial para la educación científica en Costa Rica, que está buscando maneras de involucrar a más estudiantes en competencias internacionales y de formar a nuevas generaciones de profesionales en ciencias biológicas. Asumir la sede en 2026 representa una inyección de energía y recursos para nuestras instituciones educativas y científicas. Vamos a necesitar toda la colaboración posible, desde las universidades hasta las escuelas primarias, pasando por el sector privado y el gobierno. ¡Todo el país tiene que sumarse a esta gran tarea!
En fin, es una barbaridad lo que están haciendo estas muchachas y lo que podemos lograr como país si invertimos en educación y ciencia. Pero ahora quiero saber de ustedes, pachecos: ¿creen que Costa Rica está dando la importancia suficiente a la ciencia y la tecnología? ¿Qué medidas podríamos tomar para fomentar aún más el interés de los jóvenes por estas áreas?
La OLCECAB, que se llevó a cabo del 16 al 22 de noviembre en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana, reunió a los mejores cerebritos de la región. Nuestra delegación, liderada por los académicos José Pereira-Chaves y Federico Herrera-Madrigal de la Universidad Nacional, demostró que tenemos talento de primera, pura vida. Estos señores saben lo que hacen y le dieron una base sólida a nuestras chicas.
Kristen Solís, con tan solo 16 años, se colgó el oro, mientras que Lynn Knight, de 17, aseguró la plata. Ambas chicas pasaron por el filtro de las Olimpiadas Costarricenses de Biología (OLICOCIBI), organizadas por las universidades públicas del Conare, el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Instituto Costarricense de Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT). ¡Eso demuestra el nivel de preparación que tienen nuestras escuelas y universidades!
Pero esto no es solo cuestión de medallas, diay. Las OLCECAB no solo evalúan conocimientos, sino también habilidades súper importantes para el futuro. Hablamos de análisis crítico, argumentación, creatividad, resolución de problemas… todo eso que necesitamos para salir adelante en este mundo loco. Además, fomentan el trabajo en equipo, la resiliencia y el liderazgo; cosas que no enseñan en todos lados.
Y no nos olvidemos del lado social. Estas competencias crean redes de contactos entre estudiantes de toda la región, que pueden intercambiar ideas, aprender unos de otros y enfrentar desafíos juntos. Imaginen las posibilidades para nuestros jóvenes científicos tener esa experiencia intercultural. Eso abre puertas a colaboraciones futuras y a un mundo lleno de oportunidades, chunches y bretes interesantes.
Lo mejor de todo es que Costa Rica fue elegida para ser la sede de la IX Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Biología en 2026. ¡Qué responsabilidad y qué honor! Esto significa que tendremos que trabajar duro para organizar un evento a la altura, recibiendo a delegaciones de todo la región y mostrando al mundo la belleza y la riqueza de nuestra biodiversidad. Ya me imagino los preparativos... va a ser un verdadero brete, pero vale totalmente la pena.
Esta noticia llega en un momento crucial para la educación científica en Costa Rica, que está buscando maneras de involucrar a más estudiantes en competencias internacionales y de formar a nuevas generaciones de profesionales en ciencias biológicas. Asumir la sede en 2026 representa una inyección de energía y recursos para nuestras instituciones educativas y científicas. Vamos a necesitar toda la colaboración posible, desde las universidades hasta las escuelas primarias, pasando por el sector privado y el gobierno. ¡Todo el país tiene que sumarse a esta gran tarea!
En fin, es una barbaridad lo que están haciendo estas muchachas y lo que podemos lograr como país si invertimos en educación y ciencia. Pero ahora quiero saber de ustedes, pachecos: ¿creen que Costa Rica está dando la importancia suficiente a la ciencia y la tecnología? ¿Qué medidas podríamos tomar para fomentar aún más el interés de los jóvenes por estas áreas?