¡Imagínate la movida, mi gente! Después de años de andar medio apurados y con el presupuesto medio atascado, el Inder finalmente le pegó con todo y cerró el 2025 con el 100% de ejecución. Sí, así como lo escuchan, ¡todo el billete invertido en fortalecer nuestras zonas rurales! Esto es una barbaridad, vamos a ver qué onda.
Para ponerle contexto, hace unos años atrás, el Inder estaba medio rezagado en este brete. Entre el 65% y el 70% era lo máximo que lograban ejecutar anualmente. Era una torta, porque los recursos estaban ahí, pero la transformación tardaba una eternidad. ¡Qué sal nos daba a todos!
Pero bueno, parece que le pusieron pausa, reajusataron el enfoque y empezaron a meterle pata arriba. En 2022 ya lograron un 67.58%, luego en 2023 subieron a un impresionante 90.44% y en 2024 llegó al 97.07%. Ahora, pa' cerrar el círculo, en 2025 dieron el golpe maestro: ¡el cien por ciento! Esto demuestra que cuando hay ganas y organización, se pueden romper las barreras y hacer cosas chingonas.
Y díganle a los números, mi clave: durante el 2025, el instituto movió ¡más de ¢26 mil millones! ¿Se imaginan eso? Ese dinero cayó como agua bendita en 189 mil 861 familias campesinas de todo el país. Un alivio tremendo para mucha gente que necesita darle duro pa’ salir adelante.
Donde más se enfocaron fue en mejorar la infraestructura, impulsar la producción agrícola y echarle un empujón a nuestros productores y emprendedores. Por ejemplo, con el programa de Infraestructura Rural, hicieron 48 proyectos directos que movilizaron casi ¢7.6 mil millones, beneficiando a más de 12 mil familias. ¡Eso sí que es trabajar a cajete!
Luego, a través de alianzas con gobiernos locales y otras organizaciones, implementaron 18 proyectos más por ¢11.994 millones. Esto significa que el Inder no anda haciéndolo solito, sino que colabora con otros actores para lograr mejores resultados. Es un brete trabajar juntos y multiplicar los esfuerzos. Además, entregaron equipamiento, insumos y hasta créditos rurales en condiciones bien cómodas; ¡una verdadera mano amiga para quienes más lo necesitan!
El Presidente Ejecutivo del Inder, Ricardo Quesada, lo expresó claro: “Cuando una institución trabaja con objetivos claros y metas definidas, se puede lograr la excelencia”. Y vaya que tienen razón. Este avance no es un simple número, sino el reflejo de un esfuerzo coordinado y un compromiso genuino con el desarrollo de las zonas rurales. Un reconocimiento al trabajo de todos los que hacen posible este cambio.
Ahora, mi pregunta pa' ustedes, compañeros del Foro: ¿creen que esta ejecución del 100% del presupuesto del Inder marcará un punto de inflexión en la política rural de nuestro país o es solo un logro puntual? ¿Qué medidas creen que deberían tomarse para mantener este ritmo de inversión y asegurar que realmente llegue a quienes lo necesitan?
Para ponerle contexto, hace unos años atrás, el Inder estaba medio rezagado en este brete. Entre el 65% y el 70% era lo máximo que lograban ejecutar anualmente. Era una torta, porque los recursos estaban ahí, pero la transformación tardaba una eternidad. ¡Qué sal nos daba a todos!
Pero bueno, parece que le pusieron pausa, reajusataron el enfoque y empezaron a meterle pata arriba. En 2022 ya lograron un 67.58%, luego en 2023 subieron a un impresionante 90.44% y en 2024 llegó al 97.07%. Ahora, pa' cerrar el círculo, en 2025 dieron el golpe maestro: ¡el cien por ciento! Esto demuestra que cuando hay ganas y organización, se pueden romper las barreras y hacer cosas chingonas.
Y díganle a los números, mi clave: durante el 2025, el instituto movió ¡más de ¢26 mil millones! ¿Se imaginan eso? Ese dinero cayó como agua bendita en 189 mil 861 familias campesinas de todo el país. Un alivio tremendo para mucha gente que necesita darle duro pa’ salir adelante.
Donde más se enfocaron fue en mejorar la infraestructura, impulsar la producción agrícola y echarle un empujón a nuestros productores y emprendedores. Por ejemplo, con el programa de Infraestructura Rural, hicieron 48 proyectos directos que movilizaron casi ¢7.6 mil millones, beneficiando a más de 12 mil familias. ¡Eso sí que es trabajar a cajete!
Luego, a través de alianzas con gobiernos locales y otras organizaciones, implementaron 18 proyectos más por ¢11.994 millones. Esto significa que el Inder no anda haciéndolo solito, sino que colabora con otros actores para lograr mejores resultados. Es un brete trabajar juntos y multiplicar los esfuerzos. Además, entregaron equipamiento, insumos y hasta créditos rurales en condiciones bien cómodas; ¡una verdadera mano amiga para quienes más lo necesitan!
El Presidente Ejecutivo del Inder, Ricardo Quesada, lo expresó claro: “Cuando una institución trabaja con objetivos claros y metas definidas, se puede lograr la excelencia”. Y vaya que tienen razón. Este avance no es un simple número, sino el reflejo de un esfuerzo coordinado y un compromiso genuino con el desarrollo de las zonas rurales. Un reconocimiento al trabajo de todos los que hacen posible este cambio.
Ahora, mi pregunta pa' ustedes, compañeros del Foro: ¿creen que esta ejecución del 100% del presupuesto del Inder marcará un punto de inflexión en la política rural de nuestro país o es solo un logro puntual? ¿Qué medidas creen que deberían tomarse para mantener este ritmo de inversión y asegurar que realmente llegue a quienes lo necesitan?
