¡Ay, pata! El sorteo extraordinario del Día de la Independencia nos dejó boquiabiertos, ¿eh? La Junta de Protección Social (JPS) repartió más billetes de los que algunos tenemos en el banco, con un acumulado que cerró en unos jugosos ¢350 millones en dos emisiones. Se rifaron hasta las ranas, diay.
Como siempre pasa en estas fechas, la gente se emociona, compra sus rifas y sueña con cambiar el Toyota por un BMW. Pero resulta que, aunque hubo ganadores, la cosa no salió tan fácil como esperaba la mayoría. El número 00 con la serie 974 se llevó el acumulado, pero con una pequeña particularidad: ¡solo se vendieron seis fracciones! Imagínate la cara de los que compraron las demás…
Mariela Vargas, la presidenta de la JPS, explicó que las 14 fracciones restantes quedaron varadas, listísimas para sumar un nuevo acumulado que arrancará el martes 23 de septiembre con nada menos que ¢345 millones. ¡Un buen cachito, eh! Ya saben, esos números nunca descansan; siempre hay oportunidad para soñar en grande, o al menos, para gastarse unos colones sin muchas preocupaciones.
Y hablando de dónde cayó el dinero, parece que la suerte sonrió más a algunas zonas que a otras. Las seis fracciones premiadas del acumulado aparecieron entre Desamparados y Alajuela, demostrando que el norte y el sur también tienen sus oportunidades. Aunque, claro, el verdadero protagonista fue Nicoya, Guanacaste, que se quedó con el premio mayor, ese que te cambia la vida de un plumazo. Imagínate qué fiesta hubo allá abajo… ¡seguro andaban echando bombas!
Pero eso no es todo, pues aparte del acumulado, la JPS repartió otros premios gordinflones. Hubo un premio mayor de ¢640 millones en dos emisiones (número 60, serie 316), un segundo premio de ¢92 millones (número 73, serie 008), un tercero de ¢40 millones (número 09, serie 371), un cuarto de ¢10 millones (número 94, serie 643) y un quinto de ¢6 millones (número 39, serie 395). ¡Una lluvia de billetes, vamos!
Ahora, para darle más sabor al asunto, los otros premios también se distribuyeron por diferentes rincones del país. El premio mayor, como ya dijimos, fue pa’ Nicoya. El segundo, aterrizó en Cartago Central, el tercero en San Carlos, el cuarto se vendió por internet (¡eso sí es moderno!) y el quinto en Poás de Alajuela. Demostrando que la suerte no discrimina y puede tocarle a cualquiera, desde el capitalino hasta el más lejano poblado.
Para el próximo sorteo, la JPS ya tiene preparadas 59 bolitas con premios extra y, por supuesto, la codiciada bola con la palabra “acumulado”. Así que si andabas pensando en comprar unas rifitas, este es el momento. Con estos números, ¡uno nunca sabe cuándo le puede tocar su brete! Más vale maé estar preparado, digo yo…
En fin, un sorteo lleno de emoción, sorpresas y, para algunos, decepciones. Pero bueno, así es la rifa, ¿verdad? Ahora me pregunto: ¿Crees que la JPS debería aumentar los premios para atraer más participación, o prefieres que mantengan la fórmula actual, equilibrando la emoción del juego con la sostenibilidad financiera de la institución?
Como siempre pasa en estas fechas, la gente se emociona, compra sus rifas y sueña con cambiar el Toyota por un BMW. Pero resulta que, aunque hubo ganadores, la cosa no salió tan fácil como esperaba la mayoría. El número 00 con la serie 974 se llevó el acumulado, pero con una pequeña particularidad: ¡solo se vendieron seis fracciones! Imagínate la cara de los que compraron las demás…
Mariela Vargas, la presidenta de la JPS, explicó que las 14 fracciones restantes quedaron varadas, listísimas para sumar un nuevo acumulado que arrancará el martes 23 de septiembre con nada menos que ¢345 millones. ¡Un buen cachito, eh! Ya saben, esos números nunca descansan; siempre hay oportunidad para soñar en grande, o al menos, para gastarse unos colones sin muchas preocupaciones.
Y hablando de dónde cayó el dinero, parece que la suerte sonrió más a algunas zonas que a otras. Las seis fracciones premiadas del acumulado aparecieron entre Desamparados y Alajuela, demostrando que el norte y el sur también tienen sus oportunidades. Aunque, claro, el verdadero protagonista fue Nicoya, Guanacaste, que se quedó con el premio mayor, ese que te cambia la vida de un plumazo. Imagínate qué fiesta hubo allá abajo… ¡seguro andaban echando bombas!
Pero eso no es todo, pues aparte del acumulado, la JPS repartió otros premios gordinflones. Hubo un premio mayor de ¢640 millones en dos emisiones (número 60, serie 316), un segundo premio de ¢92 millones (número 73, serie 008), un tercero de ¢40 millones (número 09, serie 371), un cuarto de ¢10 millones (número 94, serie 643) y un quinto de ¢6 millones (número 39, serie 395). ¡Una lluvia de billetes, vamos!
Ahora, para darle más sabor al asunto, los otros premios también se distribuyeron por diferentes rincones del país. El premio mayor, como ya dijimos, fue pa’ Nicoya. El segundo, aterrizó en Cartago Central, el tercero en San Carlos, el cuarto se vendió por internet (¡eso sí es moderno!) y el quinto en Poás de Alajuela. Demostrando que la suerte no discrimina y puede tocarle a cualquiera, desde el capitalino hasta el más lejano poblado.
Para el próximo sorteo, la JPS ya tiene preparadas 59 bolitas con premios extra y, por supuesto, la codiciada bola con la palabra “acumulado”. Así que si andabas pensando en comprar unas rifitas, este es el momento. Con estos números, ¡uno nunca sabe cuándo le puede tocar su brete! Más vale maé estar preparado, digo yo…
En fin, un sorteo lleno de emoción, sorpresas y, para algunos, decepciones. Pero bueno, así es la rifa, ¿verdad? Ahora me pregunto: ¿Crees que la JPS debería aumentar los premios para atraer más participación, o prefieres que mantengan la fórmula actual, equilibrando la emoción del juego con la sostenibilidad financiera de la institución?