¡Aguante! El tipo de cambio le dio un respiro a nuestros bolsillos este lunes, bajando a ¢497,34. Dicen los expertos que esto es porque la economía mundial se está calmando un poquito, aunque yo creo que es porque alguien ahí arriba nos echó unas bendiciones. De cualquier forma, pa’ nosotros es como encontrarle fajín a la vaca.
Para ponerle pila a la cosa, si revisamos atrás, el viernes pasado andaba en ¢498,71, y el jueves anterior, ni les cuento, tocaba sudar la gota gorda con ¢499,56. Al parecer, la volatilidad se ha ido un poco pa’l lado, pero hay que estar ojo avizor, porque estos números pueden cambiar más rápido que rayo en agosto.
Ahora bien, hablando de plata que se mueve, en el Monex se hicieron negocios por unos buenos $142,1 millones. Eso sí que es brete, mis amigos. Se nota que la gente sigue buscando dónde meter sus billetes, o quizás deshaciéndose de ellos por miedo a que suba otra vez el tipo de cambio. ¡Imagínate el chicharrón que nos daría!
Algunos analistas dicen que esto podría ser bueno para la importación, ya que las cosas nos salen más baratas. Pero también advierten que esto puede afectar a las exportaciones, pues los productos nacionales pierden competitividad. Esa es la bronca de esta vida, siempre hay un chunche que te sale caro.
Y mientras tanto, seguimos escuchando opiniones encontradas sobre cómo manejar la situación económica. Algunos piden más control gubernamental, otros defienden la libre competencia. Lo que sí es seguro es que este tema va a seguir dando para rato, y nosotros aquí, esperando ver qué onda.
Recordemos también, que esta tranquilidad momentánea viene después de semanas de incertidumbre y fluctuaciones bruscas. Ya todos hemos sentido en el bolsillo esos cambios, desde el fiambre hasta el pasaje para ir al pueblo. Por eso, este pequeño alivio se siente como un abrazo de oso.
No obstante, la feria de empleo que organizó el Gobierno para reubicar a exempleados de Intel, sigue generando controversia. Expertos cuestionan su efectividad, argumentando que no garantiza empleos dignos ni adecuados a las habilidades de los profesionales afectados. Parece que todavía tenemos mucho camino por recorrer para salir de este embrollo económico, diay.
En fin, parece que estamos en calma, pero hay que mantener la guardia alta. Con tanta vara que se mueve en la economía, nunca se sabe cuándo puede volver a haber tormenta. Ahora me pregunto, ¿cree usted que esta tendencia a la baja en el tipo de cambio se mantendrá durante los próximos meses o deberíamos prepararnos para otro golpe en el bolsillo?
Para ponerle pila a la cosa, si revisamos atrás, el viernes pasado andaba en ¢498,71, y el jueves anterior, ni les cuento, tocaba sudar la gota gorda con ¢499,56. Al parecer, la volatilidad se ha ido un poco pa’l lado, pero hay que estar ojo avizor, porque estos números pueden cambiar más rápido que rayo en agosto.
Ahora bien, hablando de plata que se mueve, en el Monex se hicieron negocios por unos buenos $142,1 millones. Eso sí que es brete, mis amigos. Se nota que la gente sigue buscando dónde meter sus billetes, o quizás deshaciéndose de ellos por miedo a que suba otra vez el tipo de cambio. ¡Imagínate el chicharrón que nos daría!
Algunos analistas dicen que esto podría ser bueno para la importación, ya que las cosas nos salen más baratas. Pero también advierten que esto puede afectar a las exportaciones, pues los productos nacionales pierden competitividad. Esa es la bronca de esta vida, siempre hay un chunche que te sale caro.
Y mientras tanto, seguimos escuchando opiniones encontradas sobre cómo manejar la situación económica. Algunos piden más control gubernamental, otros defienden la libre competencia. Lo que sí es seguro es que este tema va a seguir dando para rato, y nosotros aquí, esperando ver qué onda.
Recordemos también, que esta tranquilidad momentánea viene después de semanas de incertidumbre y fluctuaciones bruscas. Ya todos hemos sentido en el bolsillo esos cambios, desde el fiambre hasta el pasaje para ir al pueblo. Por eso, este pequeño alivio se siente como un abrazo de oso.
No obstante, la feria de empleo que organizó el Gobierno para reubicar a exempleados de Intel, sigue generando controversia. Expertos cuestionan su efectividad, argumentando que no garantiza empleos dignos ni adecuados a las habilidades de los profesionales afectados. Parece que todavía tenemos mucho camino por recorrer para salir de este embrollo económico, diay.
En fin, parece que estamos en calma, pero hay que mantener la guardia alta. Con tanta vara que se mueve en la economía, nunca se sabe cuándo puede volver a haber tormenta. Ahora me pregunto, ¿cree usted que esta tendencia a la baja en el tipo de cambio se mantendrá durante los próximos meses o deberíamos prepararnos para otro golpe en el bolsillo?