¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan eso? Un iglú blanco nieve, sí señor, como los que hacen los esquimales, pero con sabor a pura vida, irrumpiendo en pleno diciembre en Frankfurt, Hamburgo y Munich, allá en Alemania. No es broma, gente, parece sacado de un sueño, pero ahí está, trayéndole un pedacito de Costa Rica a los alemanes.
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) le dio para atrás y puso en marcha esta movida innovadora para captar la atención de los turistas europeos. Dicen que quieren venderles el sueño, mostrarles qué tan increíble es nuestro país para sus próximas vacaciones. Y vaya que lo están haciendo, porque esto del iglú es una verdadera joya, un anzuelo espectacular para pescadores de turismo.
Imagínense la escena: hace frío, llueve, y de repente te topas con un iglú lleno de colores vivos, música de aves, el aroma del café tico recién hecho… ¡Qué nivel!, una bocanada de aire fresco en medio del invierno europeo. Dentro del iglú, los visitantes pueden probar café y chocolate 100% nacional, escuchar los sonidos de nuestra selva y hasta hacer un “viajito” en realidad aumentada por nuestras playas y volcanes. ¡Eso sí que es marketing!
Pero ni se quedan ahí, bretes. Quieren darles aún más cositas para llevarse de recuerdo. Te regalan una guía de viaje para 2026, te toman una foto con fondos de paisajes costarricenses icónicos – ¡para subirla a Instagram y darle caña! – e incluso tienen rifas de viajes a Costa Rica. Ya ven, no andan jugando, quieren que nos conozcan a conciencia.
El diseño del iglú es bastante ingenioso, dicen que simula un oasis tropical en medio del frío alemán. Está lleno de sombrillas de playa, sillas reclinables y unas pantallas gigantescas donde muestran videos de nuestros rincones más paradisíacos. La idea es que los alemanes se sientan como si estuvieran tumbados en Manuel Antonio tomando sol, aunque afuera haya cero grados. ¡Qué carga de creatividad!
Según el ICT, esta activación busca impactar a miles de potenciales turistas de Alemania y toda Europa. La estrategia es simple: inyectarle un poco del calor del Pura Vida en sus días más fríos. Ireth Rodríguez, jefa de promoción del ICT, lo explica muy bien: buscan “despertarles la curiosidad e invitarlos a sentir una pincelada de la oferta turística sostenible, esencial y natural que ofrece Costa Rica todo el año”. Totalmente cierto, ¿eh?
Y no es cualquier iglú, mangüe. Este mide 35 metros cuadrados y ha estado activo desde octubre, noviembre y diciembre. Le metieron toda la onda: campañas digitales, anuncios en medios locales y hasta trabajaron con tour operadores para promocionarlo. ¡Hasta rifaron un viaje a Costa Rica! Imaginen la emoción del ganador, pasando de la nieve a la arena blanca en un abrir y cerrar de ojos.
Las proyecciones son bastante alentadoras, diay. Se espera que más de 70 mil alemanes nos visiten en 2025, consolidando a Alemania como nuestro principal mercado emisor en Europa. ¿Será que estos iglús nos van a traer mucha lana?, Ahora me pregunto, ¿creer ustedes que estas iniciativas creativas como esta del iglú son suficientes para atraer más turismo a Costa Rica a largo plazo, o necesitamos explorar otras estrategias más audaces?
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) le dio para atrás y puso en marcha esta movida innovadora para captar la atención de los turistas europeos. Dicen que quieren venderles el sueño, mostrarles qué tan increíble es nuestro país para sus próximas vacaciones. Y vaya que lo están haciendo, porque esto del iglú es una verdadera joya, un anzuelo espectacular para pescadores de turismo.
Imagínense la escena: hace frío, llueve, y de repente te topas con un iglú lleno de colores vivos, música de aves, el aroma del café tico recién hecho… ¡Qué nivel!, una bocanada de aire fresco en medio del invierno europeo. Dentro del iglú, los visitantes pueden probar café y chocolate 100% nacional, escuchar los sonidos de nuestra selva y hasta hacer un “viajito” en realidad aumentada por nuestras playas y volcanes. ¡Eso sí que es marketing!
Pero ni se quedan ahí, bretes. Quieren darles aún más cositas para llevarse de recuerdo. Te regalan una guía de viaje para 2026, te toman una foto con fondos de paisajes costarricenses icónicos – ¡para subirla a Instagram y darle caña! – e incluso tienen rifas de viajes a Costa Rica. Ya ven, no andan jugando, quieren que nos conozcan a conciencia.
El diseño del iglú es bastante ingenioso, dicen que simula un oasis tropical en medio del frío alemán. Está lleno de sombrillas de playa, sillas reclinables y unas pantallas gigantescas donde muestran videos de nuestros rincones más paradisíacos. La idea es que los alemanes se sientan como si estuvieran tumbados en Manuel Antonio tomando sol, aunque afuera haya cero grados. ¡Qué carga de creatividad!
Según el ICT, esta activación busca impactar a miles de potenciales turistas de Alemania y toda Europa. La estrategia es simple: inyectarle un poco del calor del Pura Vida en sus días más fríos. Ireth Rodríguez, jefa de promoción del ICT, lo explica muy bien: buscan “despertarles la curiosidad e invitarlos a sentir una pincelada de la oferta turística sostenible, esencial y natural que ofrece Costa Rica todo el año”. Totalmente cierto, ¿eh?
Y no es cualquier iglú, mangüe. Este mide 35 metros cuadrados y ha estado activo desde octubre, noviembre y diciembre. Le metieron toda la onda: campañas digitales, anuncios en medios locales y hasta trabajaron con tour operadores para promocionarlo. ¡Hasta rifaron un viaje a Costa Rica! Imaginen la emoción del ganador, pasando de la nieve a la arena blanca en un abrir y cerrar de ojos.
Las proyecciones son bastante alentadoras, diay. Se espera que más de 70 mil alemanes nos visiten en 2025, consolidando a Alemania como nuestro principal mercado emisor en Europa. ¿Será que estos iglús nos van a traer mucha lana?, Ahora me pregunto, ¿creer ustedes que estas iniciativas creativas como esta del iglú son suficientes para atraer más turismo a Costa Rica a largo plazo, o necesitamos explorar otras estrategias más audaces?
