¡Ay, Dios mío! Esto sí que es novela. Resulta que Don José Miguel Villalobos, el abogado personal del Presidente Chaves y aspirante a diputado por Pueblo Soberano, tiene una deuda con la CCSS que da escalofríos: ¡más de 300 colones! Después de años de batallas legales y administrativas, parece que la Caja finalmente lo notificó formalmente en su casa, y esto ha levantado toda clase de polémicas en el país. Una verdadera torta, porque el mae siempre anda diciendo que defiende a los más humildes.
La cosa es que esta deuda viene de lejos, como dicen por acá. Según la Auditoría Interna de la CCSS, el monto acumulado hasta noviembre del 2025 llega a los 312 millones de colones. Se distribuyen entre sus obligaciones como patrono físico (más de 149 millones) y como trabajador independiente (cerca de 163 millones). Y pa’ colmo, resulta que el mae figura en el Sicere como patrono inactivo y trabajador activo al mismo tiempo. Un brete, vamos, una maraña legal que favorece la acumulación de estas deudas, y que abre un debate importante sobre cómo funciona realmente nuestro sistema de recaudación.
Han pasado años desde que la CCSS empezó a perseguir a Villalobos para recuperar estos dineros. Se han realizado al menos 21 procesos judiciales, 13 en ejecución y ocho con sentencias condenatorias. Pero, ¿adivinen qué? ¡No lograron notificarlo! Parece mentira, ¿verdad?, pero la propia Subárea de Cobro Judicial a Patronos ha tenido problemas para encontrarlo físicamente y, claro, tampoco hay bienes inscritos a su nombre que puedan embargar. Hasta Correos de Costa Rica tuvo que reportar que “no estaba localizado”, ¡qué sal! Como si fuera tan difícil echarle unas fotos y ubicarlo, diay!
Además de los juicios, la CCSS también intentó cobrar administrativamente, con 11 avisos enviados entre 2020 y 2024. Pero de esos, ¡tres no pudieron concretarse! En un momento particularmente cuestionable, mandaron un correo electrónico en mayo de 2025 pidiendo que actualizaran sus datos. La Auditoría consideró que eso era como llevar agua con balde. Parece que la estrategia no era precisamente 'a cachete', ¿eh?
La pelota está ahora en el tejado de Villalobos, pero el caso va mucho más allá de una sola persona. El tema es que esto expone una debilidad estructural de la CCSS: la dificultad para cobrar grandes cantidades, incluso a gente con nombre y apellido. De hecho, se barajaba la posibilidad de declarar parte de la deuda como incobrable, lo cual generó un escándalo y obligó a la presidenta ejecutiva, Mónica Taylor, a evitar el tema, primero negándolo y luego diciendo que no iba a comentar. Eso, por supuesto, solo avivó las sospechas, porque como nos conocemos, cualquier silencio en estos casos levanta alarmas.
Para complicar las cosas, tanto Taylor como Villalobos estuvieron involucrados en el fallido proyecto de Ley Jaguar. Este vínculo cercano ha alimentado rumores sobre favoritismos y falta de transparencia en el manejo del expediente. Aunque la CCSS niega rotundamente haber actuado de manera irregular, el tema sigue dando para conversación. Uno piensa...¿será que este caso es solo la punta del iceberg? ¿Cuántos otros 'maes' con contactos andan atrasados con la Caja y se salen con la suya gracias a alguna influencia política?
Esta notificación a Villalobos puede ser un punto de quiebre en este largo proceso. Ojalá sirva para que se haga justicia y se recupere ese dinero que pertenece a todos los costarricenses. Pero también debería abrir una discusión profunda sobre la equidad del sistema, la eficiencia de los mecanismos de cobro y la necesidad de fortalecer al Estado para proteger nuestros recursos. Porque, seamos honestos, nadie quiere ver cómo el dinero destinado a la salud y la seguridad social se esfuma por culpa de la corrupción o la ineficiencia. Eso sí que sería una torta monumental.
Ahora dime, ¿crees que la CCSS logrará recuperar siquiera una parte de esta deuda, o este caso terminará siendo otro capítulo de impunidad en nuestra historia? ¿Qué medidas deberían tomarse para prevenir que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!
La cosa es que esta deuda viene de lejos, como dicen por acá. Según la Auditoría Interna de la CCSS, el monto acumulado hasta noviembre del 2025 llega a los 312 millones de colones. Se distribuyen entre sus obligaciones como patrono físico (más de 149 millones) y como trabajador independiente (cerca de 163 millones). Y pa’ colmo, resulta que el mae figura en el Sicere como patrono inactivo y trabajador activo al mismo tiempo. Un brete, vamos, una maraña legal que favorece la acumulación de estas deudas, y que abre un debate importante sobre cómo funciona realmente nuestro sistema de recaudación.
Han pasado años desde que la CCSS empezó a perseguir a Villalobos para recuperar estos dineros. Se han realizado al menos 21 procesos judiciales, 13 en ejecución y ocho con sentencias condenatorias. Pero, ¿adivinen qué? ¡No lograron notificarlo! Parece mentira, ¿verdad?, pero la propia Subárea de Cobro Judicial a Patronos ha tenido problemas para encontrarlo físicamente y, claro, tampoco hay bienes inscritos a su nombre que puedan embargar. Hasta Correos de Costa Rica tuvo que reportar que “no estaba localizado”, ¡qué sal! Como si fuera tan difícil echarle unas fotos y ubicarlo, diay!
Además de los juicios, la CCSS también intentó cobrar administrativamente, con 11 avisos enviados entre 2020 y 2024. Pero de esos, ¡tres no pudieron concretarse! En un momento particularmente cuestionable, mandaron un correo electrónico en mayo de 2025 pidiendo que actualizaran sus datos. La Auditoría consideró que eso era como llevar agua con balde. Parece que la estrategia no era precisamente 'a cachete', ¿eh?
La pelota está ahora en el tejado de Villalobos, pero el caso va mucho más allá de una sola persona. El tema es que esto expone una debilidad estructural de la CCSS: la dificultad para cobrar grandes cantidades, incluso a gente con nombre y apellido. De hecho, se barajaba la posibilidad de declarar parte de la deuda como incobrable, lo cual generó un escándalo y obligó a la presidenta ejecutiva, Mónica Taylor, a evitar el tema, primero negándolo y luego diciendo que no iba a comentar. Eso, por supuesto, solo avivó las sospechas, porque como nos conocemos, cualquier silencio en estos casos levanta alarmas.
Para complicar las cosas, tanto Taylor como Villalobos estuvieron involucrados en el fallido proyecto de Ley Jaguar. Este vínculo cercano ha alimentado rumores sobre favoritismos y falta de transparencia en el manejo del expediente. Aunque la CCSS niega rotundamente haber actuado de manera irregular, el tema sigue dando para conversación. Uno piensa...¿será que este caso es solo la punta del iceberg? ¿Cuántos otros 'maes' con contactos andan atrasados con la Caja y se salen con la suya gracias a alguna influencia política?
Esta notificación a Villalobos puede ser un punto de quiebre en este largo proceso. Ojalá sirva para que se haga justicia y se recupere ese dinero que pertenece a todos los costarricenses. Pero también debería abrir una discusión profunda sobre la equidad del sistema, la eficiencia de los mecanismos de cobro y la necesidad de fortalecer al Estado para proteger nuestros recursos. Porque, seamos honestos, nadie quiere ver cómo el dinero destinado a la salud y la seguridad social se esfuma por culpa de la corrupción o la ineficiencia. Eso sí que sería una torta monumental.
Ahora dime, ¿crees que la CCSS logrará recuperar siquiera una parte de esta deuda, o este caso terminará siendo otro capítulo de impunidad en nuestra historia? ¿Qué medidas deberían tomarse para prevenir que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!
