¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos viendo cómo la cosa anda pegajosa en Miramar. Resulta que agarraron a tres señores vendiendo droga, y ahora van a pasar unos buenos siete años tras las rejas. Dos de ellos, Obando y González, se comieron la torta de fondo, sacándose de encima la pega de vender sustancia ilegal. Se declararon culpables rapidito, buscando salvarse de un lío aún mayor.
Según contaron los abogados, estos dos, junto con el tercer implicado cuyo apellido no soltaron, se habían metido en un brete bastante hondo. Al parecer, andaban moviendo mercancía caliente en una casita de Miramar, ahí cerca del río. El Ministerio Público los tenía vigilados desde hace tiempo, haciendo seguimientos y comprando cositas para tener pruebas sólidas contra ellos. Parece que sí le pusieron empeño a la investigación, porque la evidencia era pura vida.
Lo curioso de este caso es que optaron por el procedimiento especial abreviado. Es como decir, “Sí, cometí la vaca, pero déjenme ver si me puedo sacar adelante”. En lugar de ir a juicio oral, aceptan los cargos a cambio de pedirle al fiscal una sentencia más suave. Algunos dicen que es una estrategia inteligente, otros que es que ya sabían que iban jodidos y querían evitarse un calvario en el tribunal. Total, cada quien piensa diferente.
Ahora, la Fiscalía les cayó con todo: 21 años de prisión para Obando y González, y una condena menor para el tercero, cuyos datos todavía no han salido a la luz pública. Esto, claro, teniendo en cuenta que se declararon culpables y pidieron perdón. Pero oigan, esto de la droga en Puntarenas sigue siendo un problema serio, ¿eh? No es como si con tres tipos atrás de las rejas se acabara todo.
Las autoridades aseguran que esta captura es un golpe significativo a la red de narcotráfico que operaba en la zona. Han dicho que tenían información de que estos señores eran parte de una organización más grande, que distribuía drogas a varios puntos del país. Unas declaraciones así siempre las hacen, pero hay que ver si realmente dejan temblar a los peces gordos. Conozco a varios que dirían 'No creo'.
Pero miren, vamos a ponerle atención a esto. Miramar ha tenido problemas con la delincuencia durante años. Vecinos preocupados, denuncias constantes... es una vara difícil de manejar. Este tipo de operativos ayudan, sí, pero no solucionan el problema de raíz. Necesitamos más inversión social, programas educativos, oportunidades para los jóvenes... sino, la cosa seguirá igual, ¿me entienden?
Este caso nos recuerda, nuevamente, que la lucha contra las drogas es una batalla constante. No es algo que se gane de un día para otro. Requiere esfuerzo, recursos y voluntad política. Además, necesitamos un sistema judicial eficiente que pueda castigar a los culpables y prevenir futuros delitos. Ya estamos cansados de ver las mismas caras en las noticias por estas cosas, ¿verdad?
Y hablando de eso, ¿ustedes creen que apretarle el tornillo a los pequeños traficantes realmente daña a las organizaciones criminales o simplemente crea un vacío que llenan otros? ¿Será más efectivo enfocarse en cortar las rutas de distribución y perseguir a los líderes de estas bandas, o seguir persiguiendo a los ‘maes’ que venden en la esquina? Déjennos sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!
Según contaron los abogados, estos dos, junto con el tercer implicado cuyo apellido no soltaron, se habían metido en un brete bastante hondo. Al parecer, andaban moviendo mercancía caliente en una casita de Miramar, ahí cerca del río. El Ministerio Público los tenía vigilados desde hace tiempo, haciendo seguimientos y comprando cositas para tener pruebas sólidas contra ellos. Parece que sí le pusieron empeño a la investigación, porque la evidencia era pura vida.
Lo curioso de este caso es que optaron por el procedimiento especial abreviado. Es como decir, “Sí, cometí la vaca, pero déjenme ver si me puedo sacar adelante”. En lugar de ir a juicio oral, aceptan los cargos a cambio de pedirle al fiscal una sentencia más suave. Algunos dicen que es una estrategia inteligente, otros que es que ya sabían que iban jodidos y querían evitarse un calvario en el tribunal. Total, cada quien piensa diferente.
Ahora, la Fiscalía les cayó con todo: 21 años de prisión para Obando y González, y una condena menor para el tercero, cuyos datos todavía no han salido a la luz pública. Esto, claro, teniendo en cuenta que se declararon culpables y pidieron perdón. Pero oigan, esto de la droga en Puntarenas sigue siendo un problema serio, ¿eh? No es como si con tres tipos atrás de las rejas se acabara todo.
Las autoridades aseguran que esta captura es un golpe significativo a la red de narcotráfico que operaba en la zona. Han dicho que tenían información de que estos señores eran parte de una organización más grande, que distribuía drogas a varios puntos del país. Unas declaraciones así siempre las hacen, pero hay que ver si realmente dejan temblar a los peces gordos. Conozco a varios que dirían 'No creo'.
Pero miren, vamos a ponerle atención a esto. Miramar ha tenido problemas con la delincuencia durante años. Vecinos preocupados, denuncias constantes... es una vara difícil de manejar. Este tipo de operativos ayudan, sí, pero no solucionan el problema de raíz. Necesitamos más inversión social, programas educativos, oportunidades para los jóvenes... sino, la cosa seguirá igual, ¿me entienden?
Este caso nos recuerda, nuevamente, que la lucha contra las drogas es una batalla constante. No es algo que se gane de un día para otro. Requiere esfuerzo, recursos y voluntad política. Además, necesitamos un sistema judicial eficiente que pueda castigar a los culpables y prevenir futuros delitos. Ya estamos cansados de ver las mismas caras en las noticias por estas cosas, ¿verdad?
Y hablando de eso, ¿ustedes creen que apretarle el tornillo a los pequeños traficantes realmente daña a las organizaciones criminales o simplemente crea un vacío que llenan otros? ¿Será más efectivo enfocarse en cortar las rutas de distribución y perseguir a los líderes de estas bandas, o seguir persiguiendo a los ‘maes’ que venden en la esquina? Déjennos sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!
