¡Ay, Dios mío! Se armó un berrinche en la Asamblea Legislativa este jueves. Priscilla Vindas, la diputada del Frente Amplio, sacó a relucir toda su artillería contra Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano, y al gobierno de Rodrigo Chaves. La diputada no se anduvo con rodeos y le soltó un buen palazo directo, acusándolos de estar usando los espacios institucionales para hacer campaña, ¡y con dinero del pueblo encima!
Vindas, que siempre va directa al grano, aprovechó el debate en el plenario para defender a capa y espada al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Según ella, lo que está pasando ahora con el TSE es un claro ejemplo de un “retroceso democrático” galopante. Agregó que el Presidente Chaves está en medio de investigaciones por beligerancia política, una práctica que, a su juicio, el gobierno ha convertido en su deporte favorito para atacar a las instituciones.
“Defender al TSE es defender la voluntad popular,” exclamó Vindas, con la voz firme. Remarcó que la autonomía y la credibilidad del TSE forman parte esencial del ADN democrático costarricense, y que no se puede permitir que la figura presidencial, en vez de protegerla, la esté poniendo en peligro. Es decir, que a don Chaves le está costando caro andar metiéndose donde no le llaman.
Pero ahí no acabó la cosa. Vindas también apuntó directamente a Laura Fernández, lanzándole el guante. “Esto es un reto directo a doña Laura Fernández y a los jaguares: dejen de hacer campaña desde espacios institucionales y con recursos públicos. Hagan campaña desde sus capacidades propias, con sus recursos y con su gente, para ver si son realmente capaces de mantenerse en el poder.” ¡Uff, qué indirecta más clara, mae!
Además, Vindas expresó su preocupación por un incremento alarmante en discursos y prácticas autoritarias. Relató que luego de un comentario reciente en el plenario que sugería una especie de “exilio por disentir,” ha empezado a recibir amenazas con mensajes similares. Esto, por supuesto, preocupa mucho porque nos recuerda tiempos que creíamos superados.
La diputada hizo un llamado urgente a la ciudadanía y a todos los partidos políticos para que se unan en la defensa de la institucionalidad. Afirmó que “nos estamos jugando la vida democrática”, y que es crucial mantener los valores y principios que han caracterizado a Costa Rica por décadas. Se trata de ponerle freno a cualquier intento de socavar el proceso democrático.
Las reacciones a estas declaraciones no se hicieron esperar. En redes sociales, se desató un debate intenso entre partidarios y detractores de ambos lados. Algunos defienden la postura de Vindas, argumentando que es necesario vigilar de cerca el uso de recursos públicos en época de elecciones; mientras que otros critican sus ataques personales y consideran que está politizando la situación. ¡Un verdadero chinchorreo mediático, vamos!
Y hablando de todo esto, me pregunto: ¿Hasta dónde llegará el gobierno a defenderse de estas acusaciones? ¿Estamos viendo el principio de una crisis aún mayor, o simplemente es un episodio más dentro del complejo panorama político costarricense? ¿Creen ustedes que la transparencia en el financiamiento de las campañas políticas debería ser aún más estricta en nuestro país?
Vindas, que siempre va directa al grano, aprovechó el debate en el plenario para defender a capa y espada al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Según ella, lo que está pasando ahora con el TSE es un claro ejemplo de un “retroceso democrático” galopante. Agregó que el Presidente Chaves está en medio de investigaciones por beligerancia política, una práctica que, a su juicio, el gobierno ha convertido en su deporte favorito para atacar a las instituciones.
“Defender al TSE es defender la voluntad popular,” exclamó Vindas, con la voz firme. Remarcó que la autonomía y la credibilidad del TSE forman parte esencial del ADN democrático costarricense, y que no se puede permitir que la figura presidencial, en vez de protegerla, la esté poniendo en peligro. Es decir, que a don Chaves le está costando caro andar metiéndose donde no le llaman.
Pero ahí no acabó la cosa. Vindas también apuntó directamente a Laura Fernández, lanzándole el guante. “Esto es un reto directo a doña Laura Fernández y a los jaguares: dejen de hacer campaña desde espacios institucionales y con recursos públicos. Hagan campaña desde sus capacidades propias, con sus recursos y con su gente, para ver si son realmente capaces de mantenerse en el poder.” ¡Uff, qué indirecta más clara, mae!
Además, Vindas expresó su preocupación por un incremento alarmante en discursos y prácticas autoritarias. Relató que luego de un comentario reciente en el plenario que sugería una especie de “exilio por disentir,” ha empezado a recibir amenazas con mensajes similares. Esto, por supuesto, preocupa mucho porque nos recuerda tiempos que creíamos superados.
La diputada hizo un llamado urgente a la ciudadanía y a todos los partidos políticos para que se unan en la defensa de la institucionalidad. Afirmó que “nos estamos jugando la vida democrática”, y que es crucial mantener los valores y principios que han caracterizado a Costa Rica por décadas. Se trata de ponerle freno a cualquier intento de socavar el proceso democrático.
Las reacciones a estas declaraciones no se hicieron esperar. En redes sociales, se desató un debate intenso entre partidarios y detractores de ambos lados. Algunos defienden la postura de Vindas, argumentando que es necesario vigilar de cerca el uso de recursos públicos en época de elecciones; mientras que otros critican sus ataques personales y consideran que está politizando la situación. ¡Un verdadero chinchorreo mediático, vamos!
Y hablando de todo esto, me pregunto: ¿Hasta dónde llegará el gobierno a defenderse de estas acusaciones? ¿Estamos viendo el principio de una crisis aún mayor, o simplemente es un episodio más dentro del complejo panorama político costarricense? ¿Creen ustedes que la transparencia en el financiamiento de las campañas políticas debería ser aún más estricta en nuestro país?
