Ay, mae, así es la vida. Wall Street tuvo su momentito de gloria, rompiendo récords como si fueran chinchorros el lunes pasado, pero luego el martes se le apagaron las luces y todo volvió a bajar. Como dice mi abuela, “después de la tormenta siempre sale el sol”, pero a ver qué tan rápido nos llega esa brisa fresca a nosotros acá en el país.
Según los expertos, parece que los inversores estaban buscando un empujoncito nuevo, algo que les diera más confianza para seguir apostando. Pero bueno, a veces toca esperar, ¿verdad? El Dow Jones se desplomó un poquito, el Nasdaq también se asustó y el S&P 500 no quedó muy contento. Todo eso en números fríos, claro, porque detrás de cada número hay gente, empresas, sueños… y a veces, decepciones.
Nosotros, aquí en Costa Rica, estamos pegaditos a lo que pasa afuera, aunque a veces parezca lejano. La economía global influye en nuestras vidas, desde el precio del café hasta las tasas de interés. Muchos pequeños negocios dependen de lo que pase en mercados como Estados Unidos, entonces uno se preocupa, ¿quién no? Más aún con este brete que tenemos con la inflación todavía dando vueltas y el costo de vida por las nubes.
Y hablando de economía, recordemos que la semana pasada cerramos setiembre con una inflación interanual de -1%. Suena bien, ¿no? Pero ay, que el bolsillo sigue apretado. Los bancos siguen canalizando moras hacia las mipymes, intentando echarles una mano para que no se vayan al traste, pero la verdad es que la cosa está dura. A muchos les cuesta llegar a fin de mes y eso preocupa, porque afecta a todos.
Ahora, volviendo a Wall Street, algunos analistas dicen que esto es normal, que es una corrección después de tanto subir. Dicen que es bueno para que el mercado se estabilice y que pronto volverán los buenos tiempos. Esperemos que tengan razón, porque necesitamos que la economía mundial esté bien para que nos vaya bien a nosotros. Un país pequeño como Costa Rica no puede estar solo en la picada.
Además, no olvidemos que el gobierno está preocupado por el tema de los posibles aumentos de aranceles de Estados Unidos a dispositivos médicos. Eso sería un golpe duro para muchas empresas nacionales que exportan productos de salud. Ojalá que puedan negociar y evitar esas medidas, porque afectarían directamente a miles de familias costarricenses. Qué torta sería eso, sinceramente.
Pero bueno, siempre hay que ver el lado positivo. La feria laboral que se viene el próximo mes promete más de 800 empleos. ¡Qué chiva! Una oportunidad para buscar nuevas oportunidades y salir adelante. Hay que ir preparados, con el currículum a toda máquina y ganas de trabajar. Y si no encontramos nada ahí, pues seguimos buscando, porque nunca hay que rendirse. Diay, la vida es una búsqueda constante.
En fin, la volatilidad de Wall Street nos recuerda que la economía es impredecible y que debemos estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad. Así que me pregunto: ¿Cómo creen que estos cambios en el mercado internacional afectarán específicamente a nuestro sector turístico, que es tan importante para nuestra economía?
Según los expertos, parece que los inversores estaban buscando un empujoncito nuevo, algo que les diera más confianza para seguir apostando. Pero bueno, a veces toca esperar, ¿verdad? El Dow Jones se desplomó un poquito, el Nasdaq también se asustó y el S&P 500 no quedó muy contento. Todo eso en números fríos, claro, porque detrás de cada número hay gente, empresas, sueños… y a veces, decepciones.
Nosotros, aquí en Costa Rica, estamos pegaditos a lo que pasa afuera, aunque a veces parezca lejano. La economía global influye en nuestras vidas, desde el precio del café hasta las tasas de interés. Muchos pequeños negocios dependen de lo que pase en mercados como Estados Unidos, entonces uno se preocupa, ¿quién no? Más aún con este brete que tenemos con la inflación todavía dando vueltas y el costo de vida por las nubes.
Y hablando de economía, recordemos que la semana pasada cerramos setiembre con una inflación interanual de -1%. Suena bien, ¿no? Pero ay, que el bolsillo sigue apretado. Los bancos siguen canalizando moras hacia las mipymes, intentando echarles una mano para que no se vayan al traste, pero la verdad es que la cosa está dura. A muchos les cuesta llegar a fin de mes y eso preocupa, porque afecta a todos.
Ahora, volviendo a Wall Street, algunos analistas dicen que esto es normal, que es una corrección después de tanto subir. Dicen que es bueno para que el mercado se estabilice y que pronto volverán los buenos tiempos. Esperemos que tengan razón, porque necesitamos que la economía mundial esté bien para que nos vaya bien a nosotros. Un país pequeño como Costa Rica no puede estar solo en la picada.
Además, no olvidemos que el gobierno está preocupado por el tema de los posibles aumentos de aranceles de Estados Unidos a dispositivos médicos. Eso sería un golpe duro para muchas empresas nacionales que exportan productos de salud. Ojalá que puedan negociar y evitar esas medidas, porque afectarían directamente a miles de familias costarricenses. Qué torta sería eso, sinceramente.
Pero bueno, siempre hay que ver el lado positivo. La feria laboral que se viene el próximo mes promete más de 800 empleos. ¡Qué chiva! Una oportunidad para buscar nuevas oportunidades y salir adelante. Hay que ir preparados, con el currículum a toda máquina y ganas de trabajar. Y si no encontramos nada ahí, pues seguimos buscando, porque nunca hay que rendirse. Diay, la vida es una búsqueda constante.
En fin, la volatilidad de Wall Street nos recuerda que la economía es impredecible y que debemos estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad. Así que me pregunto: ¿Cómo creen que estos cambios en el mercado internacional afectarán específicamente a nuestro sector turístico, que es tan importante para nuestra economía?