¡Ay, Dios mío, qué bronca! Luego de meses aguantando los chirridos del Presidente Chaves, la presidenta del TSE, Eugenia Zamora, sacó toda su artillería en una carta bomba que dejó a más de uno boquiabierto. La señora no se anduvo con rodeos y le soltó la verdá a don Rodrigo, echándole la espaldá al tribunal y defendiendo la independencia de los magistrados.
Como saben, últimamente Chaves ha estado buscando motivos para atacar al TSE, primero con el tema del financiamiento ilegal de campaña del PPSD – ahí sí que se jaló una torta tratando de minimizarlo –, luego frenándolo cuando quiso meterle mano a la programación de radio y tele durante la campaña y ahora exigiendo levantar el fuero de los magistrados por unas quince denuncias por beligerancia política. ¡El hombre no da tregua!
Y Zamora, pa’ ponerle fin a tanta polémica, le escribió una carta tan directa como un disparo. Le recordó a Chaves que en 76 años nunca había visto a un presidente cuestionar así al Tribunal Electoral, enfatizando que el TSE es el garante de la legitimidad de su propio cargo. ¡Duro, eh! Me imagino la cara del Presidente leyendo eso, mustio como una galleta remojada en café.
“Usted está amenazando la paz y la estabilidad del país”, le dijo Zamora, sin pelos en la lengua. Y vaya que tiene razón. Con sus ataques constantes, el Presidente está creando un ambiente de tensión y polarización que no necesitamos para nada. Mejor que se preocupe por resolver los problemas reales del país, como el aumento del costo de vida y la inseguridad, en lugar de andar buscando atajos para desacreditar al TSE.
Pero lo más interesante de la carta es que Zamora aseguró que este sería su único pronunciamiento público sobre el tema. “No me mueven consideraciones personales”, aclaró, dejando claro que su preocupación es defender la institucionalidad del país. Lo personal lo deja pa' después, dice, enfocándose en proteger el proceso electoral que se viene. ¡Eso sí es tener la cabeza fría!
Además, le recordó al Presidente que, aunque él le haya faltado al respeto personalmente, sus acusaciones de sesgo partidario dañan la credibilidad del Tribunal, del proceso electoral y, finalmente, del resultado que ellos van a certificar. ¡Ouch! Una puñalada certera que dejó a Chaves sin argumentos. Y ni hablar de que le recordó que, gracias a la Constitución, él no puede destituirla. Eso sí que es echarle arena a la boca.
Lo que más me preocupa, y seguramente a muchos otros, es que este tipo de ataques constante a las instituciones socava la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático. Cuando el Presidente busca desacreditar al TSE, está atacando directamente la capacidad del país para celebrar elecciones libres y justas. Y eso, amigos, es algo que no podemos permitir. Tenemos que cuidar nuestras instituciones como si fueran el último chunche que nos queda.
Ahora bien, viendo todo esto, me pregunto: ¿Cree usted que la respuesta de Zamora fue la correcta o que habría sido mejor mantener silencio para evitar darle más plataforma al Presidente? ¿Y cuál cree que será el desenlace de este conflicto entre Chaves y el TSE? ¡Déjeme su opinión en los comentarios, quiero escuchar sus ideas!
	
		
			
		
		
	
				
			Como saben, últimamente Chaves ha estado buscando motivos para atacar al TSE, primero con el tema del financiamiento ilegal de campaña del PPSD – ahí sí que se jaló una torta tratando de minimizarlo –, luego frenándolo cuando quiso meterle mano a la programación de radio y tele durante la campaña y ahora exigiendo levantar el fuero de los magistrados por unas quince denuncias por beligerancia política. ¡El hombre no da tregua!
Y Zamora, pa’ ponerle fin a tanta polémica, le escribió una carta tan directa como un disparo. Le recordó a Chaves que en 76 años nunca había visto a un presidente cuestionar así al Tribunal Electoral, enfatizando que el TSE es el garante de la legitimidad de su propio cargo. ¡Duro, eh! Me imagino la cara del Presidente leyendo eso, mustio como una galleta remojada en café.
“Usted está amenazando la paz y la estabilidad del país”, le dijo Zamora, sin pelos en la lengua. Y vaya que tiene razón. Con sus ataques constantes, el Presidente está creando un ambiente de tensión y polarización que no necesitamos para nada. Mejor que se preocupe por resolver los problemas reales del país, como el aumento del costo de vida y la inseguridad, en lugar de andar buscando atajos para desacreditar al TSE.
Pero lo más interesante de la carta es que Zamora aseguró que este sería su único pronunciamiento público sobre el tema. “No me mueven consideraciones personales”, aclaró, dejando claro que su preocupación es defender la institucionalidad del país. Lo personal lo deja pa' después, dice, enfocándose en proteger el proceso electoral que se viene. ¡Eso sí es tener la cabeza fría!
Además, le recordó al Presidente que, aunque él le haya faltado al respeto personalmente, sus acusaciones de sesgo partidario dañan la credibilidad del Tribunal, del proceso electoral y, finalmente, del resultado que ellos van a certificar. ¡Ouch! Una puñalada certera que dejó a Chaves sin argumentos. Y ni hablar de que le recordó que, gracias a la Constitución, él no puede destituirla. Eso sí que es echarle arena a la boca.
Lo que más me preocupa, y seguramente a muchos otros, es que este tipo de ataques constante a las instituciones socava la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático. Cuando el Presidente busca desacreditar al TSE, está atacando directamente la capacidad del país para celebrar elecciones libres y justas. Y eso, amigos, es algo que no podemos permitir. Tenemos que cuidar nuestras instituciones como si fueran el último chunche que nos queda.
Ahora bien, viendo todo esto, me pregunto: ¿Cree usted que la respuesta de Zamora fue la correcta o que habría sido mejor mantener silencio para evitar darle más plataforma al Presidente? ¿Y cuál cree que será el desenlace de este conflicto entre Chaves y el TSE? ¡Déjeme su opinión en los comentarios, quiero escuchar sus ideas!
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		