¡Ay, patitos! Se acabaron las Fiestas de Zapote 2025-2026 y la Cruz Roja tuvo un brete considerable, atendiendo a un montón de gente entre puras situaciones que te hacen pensar si estamos locos o qué. Según el reporte oficial, fueron 14 asistencias en total, y aunque eso suena a poquito, tenés que considerar que es un río de gente pasando por ahí.
La Benemérita, como siempre, estuvo ahí fajándose desde el jueves 25 de diciembre hasta el 4 de enero, con equipos desplegados en todo el campo ferial y sus alrededores. Su labor es fundamental, nadie lo niega, porque en medio de tanta resaca, comida pesada y estrés, alguien tiene que ponerle el freno a las cosas antes de que se vayan al traste. Un aplauso pa’ ellos, sinceramente.
De esas 14 asistencias, solo una necesitó ser trasladada a un centro médico, lo cual indica que, en general, el panorama no fue tan caótico. Pero ojo, que 14 personas necesitan atención médica en unas fiestas no es un número menor, ¿eh? Hablamos de mareos, golpes, quemaduras, problemas respiratorios… ¡de todo un poco!
Según fuentes internas de la Cruz Roja, muchas de las asistencias estuvieron relacionadas con intoxicaciones alimentarias, cortes menores producto del bullicio y algunas caídas debido al suelo irregular en ciertas zonas del parque. Esto me lleva a preguntar: ¿realmente estamos poniendo toda la carne al asador para garantizar la seguridad de los asistentes?
Y es que, vamos a ser honestos, el lugar sigue teniendo algunos problemas estructurales. Hay cables sueltos, luminarias defectuosas, áreas peligrosamente congestionadas y aceras que parecen un campo minado. Una caída allí te puede dejar bien raspao, créeme. Además, la organización del tráfico vehicular sigue siendo un dolor de cabeza para muchos. Pura torta intentar entrar o salir del estacionamiento en horas pico.
La Cruz Roja hizo un llamado a disfrutar de las fiestas con responsabilidad, lo cual es obvio, pero creo que también le toca a los organizadores hacerse responsables y solucionar esos problemas de infraestructura que llevan años arrastrando. No es suficiente pedirle a la gente que tenga cuidado; debemos crear un entorno seguro para todos.
Además, sería bueno que se reforzara la presencia policial, especialmente en las noches, para evitar incidentes de índole delictiva. Ya hemos visto cómo algunas personas aprovechan la multitud para hacer fechorías, y eso no puede seguir pasando. La seguridad ciudadana es un derecho fundamental, y las fiestas de Zapote no deberían ser una excepción.
En fin, las Fiestas de Zapote 2025-2026 dejaron saldo de asistencia médica, pero también nos dejan una reflexión importante: ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a quienes disfrutan de esta tradición costarricense? ¿Ustedes creen que la inversión en seguridad e infraestructura debería ser una prioridad absoluta para los próximos años, o piensan que la responsabilidad recae principalmente en el comportamiento individual de los asistentes?
La Benemérita, como siempre, estuvo ahí fajándose desde el jueves 25 de diciembre hasta el 4 de enero, con equipos desplegados en todo el campo ferial y sus alrededores. Su labor es fundamental, nadie lo niega, porque en medio de tanta resaca, comida pesada y estrés, alguien tiene que ponerle el freno a las cosas antes de que se vayan al traste. Un aplauso pa’ ellos, sinceramente.
De esas 14 asistencias, solo una necesitó ser trasladada a un centro médico, lo cual indica que, en general, el panorama no fue tan caótico. Pero ojo, que 14 personas necesitan atención médica en unas fiestas no es un número menor, ¿eh? Hablamos de mareos, golpes, quemaduras, problemas respiratorios… ¡de todo un poco!
Según fuentes internas de la Cruz Roja, muchas de las asistencias estuvieron relacionadas con intoxicaciones alimentarias, cortes menores producto del bullicio y algunas caídas debido al suelo irregular en ciertas zonas del parque. Esto me lleva a preguntar: ¿realmente estamos poniendo toda la carne al asador para garantizar la seguridad de los asistentes?
Y es que, vamos a ser honestos, el lugar sigue teniendo algunos problemas estructurales. Hay cables sueltos, luminarias defectuosas, áreas peligrosamente congestionadas y aceras que parecen un campo minado. Una caída allí te puede dejar bien raspao, créeme. Además, la organización del tráfico vehicular sigue siendo un dolor de cabeza para muchos. Pura torta intentar entrar o salir del estacionamiento en horas pico.
La Cruz Roja hizo un llamado a disfrutar de las fiestas con responsabilidad, lo cual es obvio, pero creo que también le toca a los organizadores hacerse responsables y solucionar esos problemas de infraestructura que llevan años arrastrando. No es suficiente pedirle a la gente que tenga cuidado; debemos crear un entorno seguro para todos.
Además, sería bueno que se reforzara la presencia policial, especialmente en las noches, para evitar incidentes de índole delictiva. Ya hemos visto cómo algunas personas aprovechan la multitud para hacer fechorías, y eso no puede seguir pasando. La seguridad ciudadana es un derecho fundamental, y las fiestas de Zapote no deberían ser una excepción.
En fin, las Fiestas de Zapote 2025-2026 dejaron saldo de asistencia médica, pero también nos dejan una reflexión importante: ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a quienes disfrutan de esta tradición costarricense? ¿Ustedes creen que la inversión en seguridad e infraestructura debería ser una prioridad absoluta para los próximos años, o piensan que la responsabilidad recae principalmente en el comportamiento individual de los asistentes?