En un país donde la burocracia y la ineficiencia han sido protagonistas de la atención sanitaria, el Ministerio de Salud de Costa Rica ha decidido dar un giro radical hacia la modernización. El pasado jueves, se presentaron los avances de la Ruta de la Salud Digital, una iniciativa que promete revolucionar el sistema de salud costarricense. Pero, ¿será esta la solución a los males que aquejan a nuestro sistema de salud o simplemente otro proyecto que quedará en el olvido?
La Ruta de la Salud Digital se fundamenta en cuatro ejes estratégicos: Gobernanza, Infraestructura Tecnológica e Interoperabilidad, Alfabetización Digital y Gestión del Cambio, y Ciberseguridad. Estos pilares buscan colocar al usuario en el centro de la estrategia, una promesa que suena atractiva en el papel, pero cuya implementación efectiva está por verse.
En el ámbito de la Gobernanza, se ha creado la Dirección de Transformación y Salud Digital, compuesta por tres unidades: Mejora Continua y Excelencia Operacional, Innovación y Transformación Digital, y Tecnologías de Información y Comunicación. Esta estructura pretende liderar la conducción de la hoja de ruta con el apoyo del Comité Técnico de Salud Digital. Sin embargo, la creación de nuevas direcciones y comités no garantiza resultados; la verdadera prueba será la ejecución y el impacto real en la atención al paciente.
En cuanto a la Infraestructura Tecnológica e Interoperabilidad, el Ministerio ha invertido en la adquisición de más de 720 equipos de cómputo para los tres niveles de gestión, además de mejoras en conectividad y telecomunicaciones. Un avance notable es la oficialización de las primeras guías de interoperabilidad a nivel regional, capaces de conectar sistemas de diversas instituciones. Por primera vez, se ha logrado la interoperabilidad entre el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Nacional de Seguros (INS). Esta integración promete mejorar la prestación de servicios de salud y fortalecer la gobernanza del Ministerio. No obstante, la historia nos ha enseñado que la tecnología por sí sola no resuelve problemas estructurales; la eficiencia dependerá de la capacitación del personal y la adaptación de los procesos.
Un punto destacado es el fortalecimiento del sistema de receta digital para psicotrópicos y estupefacientes, y la próxima implementación de la receta digital para medicamentos antimicrobianos. Esta medida busca proteger a la población de la resistencia a estos medicamentos, una amenaza que la Organización Mundial de la Salud ha señalado como una pandemia futura. Costa Rica, al adoptar esta iniciativa, se posiciona como un país proactivo en la protección de la salud pública. Sin embargo, la efectividad de esta medida dependerá de la colaboración de los profesionales de la salud y la aceptación por parte de la población.
La expansión del Expediente Digital Único en Salud (EDUS) ha permitido que instituciones como el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (CONAPDIS), el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y el INS accedan a este expediente clínico electrónico gracias a la interoperabilidad. Esta integración facilita la trazabilidad de los datos de los pacientes y garantiza la continuidad del servicio para quienes deben ser trasladados entre el INS y la CCSS en los procesos de Riesgos del Trabajo y Seguro Obligatorio de Automóviles. Además, se espera que esta integración ahorre tiempo y costos asociados a la atención clínica, simplificando los procedimientos entre ambas instituciones. Sin embargo, la centralización de datos sensibles también plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información de los pacientes.
En el ámbito de la Ciberseguridad, se trabaja en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) en la capacitación de profesionales del sector salud, abordando simultáneamente el eje estratégico de Alfabetización Digital. Además, con el apoyo de la Agencia de Protección de Datos de los Habitantes, se han brindado capacitaciones y se aplica la normativa de protección de datos en todos los proyectos de salud digital, con el fin de garantizar la protección de los ciudadanos. La ciberseguridad es un aspecto crítico en la era digital, y aunque estas medidas son alentadoras, la verdadera prueba será la capacidad del sistema para resistir amenazas cibernéticas en constante evolución.
La presentación de estos avances contó con la participación del Dr. Alfonso Tenorio, representante para Costa Rica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien destacó que la salud digital es un pilar fundamental en la transformación de los sistemas de salud en la región de las Américas. Reconoció el trabajo que realiza Costa Rica en esta materia, enfatizando la importancia de la infraestructura tecnológica, respaldada por un marco normativo sólido y acompañada de un proceso de alfabetización digital en el personal del sector salud. Sin embargo, las palabras de reconocimiento deben traducirse en acciones concretas y resultados tangibles para la población.
La Ruta de la Salud Digital representa una apuesta ambiciosa por modernizar el sistema de salud costarricense. Si bien los avances presentados son prometedores, el éxito de esta iniciativa dependerá de su implementación efectiva, la capacitación del personal, la adaptación de los procesos y la aceptación por parte de la población. Solo el tiempo dirá si esta ruta nos llevará a un sistema de salud más eficiente y equitativo, o si será otro proyecto que se queda en el camino.
La Ruta de la Salud Digital se fundamenta en cuatro ejes estratégicos: Gobernanza, Infraestructura Tecnológica e Interoperabilidad, Alfabetización Digital y Gestión del Cambio, y Ciberseguridad. Estos pilares buscan colocar al usuario en el centro de la estrategia, una promesa que suena atractiva en el papel, pero cuya implementación efectiva está por verse.
En el ámbito de la Gobernanza, se ha creado la Dirección de Transformación y Salud Digital, compuesta por tres unidades: Mejora Continua y Excelencia Operacional, Innovación y Transformación Digital, y Tecnologías de Información y Comunicación. Esta estructura pretende liderar la conducción de la hoja de ruta con el apoyo del Comité Técnico de Salud Digital. Sin embargo, la creación de nuevas direcciones y comités no garantiza resultados; la verdadera prueba será la ejecución y el impacto real en la atención al paciente.
En cuanto a la Infraestructura Tecnológica e Interoperabilidad, el Ministerio ha invertido en la adquisición de más de 720 equipos de cómputo para los tres niveles de gestión, además de mejoras en conectividad y telecomunicaciones. Un avance notable es la oficialización de las primeras guías de interoperabilidad a nivel regional, capaces de conectar sistemas de diversas instituciones. Por primera vez, se ha logrado la interoperabilidad entre el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Nacional de Seguros (INS). Esta integración promete mejorar la prestación de servicios de salud y fortalecer la gobernanza del Ministerio. No obstante, la historia nos ha enseñado que la tecnología por sí sola no resuelve problemas estructurales; la eficiencia dependerá de la capacitación del personal y la adaptación de los procesos.
Un punto destacado es el fortalecimiento del sistema de receta digital para psicotrópicos y estupefacientes, y la próxima implementación de la receta digital para medicamentos antimicrobianos. Esta medida busca proteger a la población de la resistencia a estos medicamentos, una amenaza que la Organización Mundial de la Salud ha señalado como una pandemia futura. Costa Rica, al adoptar esta iniciativa, se posiciona como un país proactivo en la protección de la salud pública. Sin embargo, la efectividad de esta medida dependerá de la colaboración de los profesionales de la salud y la aceptación por parte de la población.
La expansión del Expediente Digital Único en Salud (EDUS) ha permitido que instituciones como el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (CONAPDIS), el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y el INS accedan a este expediente clínico electrónico gracias a la interoperabilidad. Esta integración facilita la trazabilidad de los datos de los pacientes y garantiza la continuidad del servicio para quienes deben ser trasladados entre el INS y la CCSS en los procesos de Riesgos del Trabajo y Seguro Obligatorio de Automóviles. Además, se espera que esta integración ahorre tiempo y costos asociados a la atención clínica, simplificando los procedimientos entre ambas instituciones. Sin embargo, la centralización de datos sensibles también plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información de los pacientes.
En el ámbito de la Ciberseguridad, se trabaja en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) en la capacitación de profesionales del sector salud, abordando simultáneamente el eje estratégico de Alfabetización Digital. Además, con el apoyo de la Agencia de Protección de Datos de los Habitantes, se han brindado capacitaciones y se aplica la normativa de protección de datos en todos los proyectos de salud digital, con el fin de garantizar la protección de los ciudadanos. La ciberseguridad es un aspecto crítico en la era digital, y aunque estas medidas son alentadoras, la verdadera prueba será la capacidad del sistema para resistir amenazas cibernéticas en constante evolución.
La presentación de estos avances contó con la participación del Dr. Alfonso Tenorio, representante para Costa Rica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien destacó que la salud digital es un pilar fundamental en la transformación de los sistemas de salud en la región de las Américas. Reconoció el trabajo que realiza Costa Rica en esta materia, enfatizando la importancia de la infraestructura tecnológica, respaldada por un marco normativo sólido y acompañada de un proceso de alfabetización digital en el personal del sector salud. Sin embargo, las palabras de reconocimiento deben traducirse en acciones concretas y resultados tangibles para la población.
La Ruta de la Salud Digital representa una apuesta ambiciosa por modernizar el sistema de salud costarricense. Si bien los avances presentados son prometedores, el éxito de esta iniciativa dependerá de su implementación efectiva, la capacitación del personal, la adaptación de los procesos y la aceptación por parte de la población. Solo el tiempo dirá si esta ruta nos llevará a un sistema de salud más eficiente y equitativo, o si será otro proyecto que se queda en el camino.