Ayer fue el quinto muerto en la carretera.
Muchos lanzan la culpa a Autopistas El Sol... otros dicen que falta iluminación y otros por ahí señalan que son fallas en el diseño.
Pero lo cierto del caso, es que hay un común denominador: la alta velocidad.
Cuando iniciaron esta carretera, y principalmente por la facilidad que iba a tener para desarrollar más de 100 kilómetros por hora, me dije que era cuestión de tiempo en que los ticos íbamos a empezar a contar muertos.
Siempre comparo con el Monte del Aguacate. Esa ruta es incomodísima, vuelta para allá, vuelta para acá, guindos, farallones etc... y poca gente muere en ese lugar. La razón es muy simple: nadie puede correr.
Podemos ponerle a la carretera de Caldera luces por todos lados, pintarla todos los días, y habrán más muertos, porque en nuestro país, muchos piensan que están en Lemans o en Daytona al ver buenas carreteras.
No queda más que seguir educando, a ver si muchos de nosotros estamos dispuestos a aprender con las "chichotas" de los demás, valorando más nuestras vidas y de quienes nos acompañan en el carro como en la carretera.
Muchos lanzan la culpa a Autopistas El Sol... otros dicen que falta iluminación y otros por ahí señalan que son fallas en el diseño.
Pero lo cierto del caso, es que hay un común denominador: la alta velocidad.
Cuando iniciaron esta carretera, y principalmente por la facilidad que iba a tener para desarrollar más de 100 kilómetros por hora, me dije que era cuestión de tiempo en que los ticos íbamos a empezar a contar muertos.
Siempre comparo con el Monte del Aguacate. Esa ruta es incomodísima, vuelta para allá, vuelta para acá, guindos, farallones etc... y poca gente muere en ese lugar. La razón es muy simple: nadie puede correr.
Podemos ponerle a la carretera de Caldera luces por todos lados, pintarla todos los días, y habrán más muertos, porque en nuestro país, muchos piensan que están en Lemans o en Daytona al ver buenas carreteras.
No queda más que seguir educando, a ver si muchos de nosotros estamos dispuestos a aprender con las "chichotas" de los demás, valorando más nuestras vidas y de quienes nos acompañan en el carro como en la carretera.