¡Aguas, pura vida! Se armó el relajo en las escuelas de todo el país porque hoy empezaron las Pruebas Nacionales Estandarizadas para los chiquitos de sexto grado. Imagínate, más de 66 mil estudiantes entre públicos y privados van a estar sudando la gota gorda respondiendo preguntas de Estudios Sociales, Matemáticas, Español y Ciencias. ¡Un brete!
La verdad es que esto de la Prueba Nacional Estandarizada ya lleva rato en Costa Rica, y el propósito siempre ha sido ver cómo le va a los niños con lo que aprendieron en primaria. Dicen que buscan mejorar la calidad de la educación, ponerle orden a las cosas y echarle un ojo a los que necesitan un empujoncito extra – algunos con pruebas en Braille, tutores o hasta que les agranden la letra. ¡Hasta pa’ eso piensan!
Desde el martes pasado, martes 14, las escuelas se pusieron las pilas y comenzaron a aplicar las pruebas. Se trata de 66,496 estudiantes distribuidos en 3,779 escuelas. Lo interesante es que hay un buen paquetazo de apoyo especial para algunos: 18,242 estudiantes tendrán pruebas adaptadas, como las de Braille, tutores, letras más grandes… Un esfuerzo pa' que todos tengan igualdad de oportunidades, vamos.
La estrategia es clara: cada día una materia diferente. Empezamos con Estudios Sociales el martes, seguimos con Matemáticas el miércoles, luego el turno de Español el jueves y terminamos con Ciencias el viernes. Así, nadie se agobierna demasiado en un solo día, aunque seguro muchos estarán pensando en vacaciones desde ahora mismo. Al final, la prueba suma puntos importantes para la nota final de los nenes.
Y hablando de notas, este año el Consejo Superior de Educación (CSE) puso la lupa y decidió que la prueba vale la mitad de la nota final. Sí, sí, ¡el 50%! El otro 50% depende de lo que hagan en clase. Una medida que busca equilibrar la cosa, ¿no creen? Parece que quieren asegurar que los maestros también hagan su parte y no solo confiar en la prueba.
Para prepararlos bien, en marzo ya hicieron una prueba diagnóstica para ver dónde estaban los huecos. Con los resultados, los profes pudieron enfocarse en esas áreas donde los niños necesitaban más ayuda. Además, la Dirección de Gestión de la Calidad (DGEC) mandó unas prácticas en línea para que los nenes se familiaricen con el tipo de preguntas que les iban a hacer. No vaya a ser que se espanten con la primera pregunta y se vayan al traste.
La Escuela Pilar Jiménez Solís, allá por San José Norte, fue elegida para dar el banderazo oficial de las pruebas. Ahí, 122 estudiantes demostraron que estaban listos para el reto. ¡Que no se les escape ninguna respuesta! Aunque sabemos que nervios hay, pero con calma y confianza, seguro le sacan adelante.
Ahora, viendo todo este rollo, me pregunto... ¿Creen que esta Prueba Nacional Estandarizada realmente sirve para medir el aprendizaje de nuestros niños, o es más un estrés innecesario que podría afectar su motivación por aprender? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes!
La verdad es que esto de la Prueba Nacional Estandarizada ya lleva rato en Costa Rica, y el propósito siempre ha sido ver cómo le va a los niños con lo que aprendieron en primaria. Dicen que buscan mejorar la calidad de la educación, ponerle orden a las cosas y echarle un ojo a los que necesitan un empujoncito extra – algunos con pruebas en Braille, tutores o hasta que les agranden la letra. ¡Hasta pa’ eso piensan!
Desde el martes pasado, martes 14, las escuelas se pusieron las pilas y comenzaron a aplicar las pruebas. Se trata de 66,496 estudiantes distribuidos en 3,779 escuelas. Lo interesante es que hay un buen paquetazo de apoyo especial para algunos: 18,242 estudiantes tendrán pruebas adaptadas, como las de Braille, tutores, letras más grandes… Un esfuerzo pa' que todos tengan igualdad de oportunidades, vamos.
La estrategia es clara: cada día una materia diferente. Empezamos con Estudios Sociales el martes, seguimos con Matemáticas el miércoles, luego el turno de Español el jueves y terminamos con Ciencias el viernes. Así, nadie se agobierna demasiado en un solo día, aunque seguro muchos estarán pensando en vacaciones desde ahora mismo. Al final, la prueba suma puntos importantes para la nota final de los nenes.
Y hablando de notas, este año el Consejo Superior de Educación (CSE) puso la lupa y decidió que la prueba vale la mitad de la nota final. Sí, sí, ¡el 50%! El otro 50% depende de lo que hagan en clase. Una medida que busca equilibrar la cosa, ¿no creen? Parece que quieren asegurar que los maestros también hagan su parte y no solo confiar en la prueba.
Para prepararlos bien, en marzo ya hicieron una prueba diagnóstica para ver dónde estaban los huecos. Con los resultados, los profes pudieron enfocarse en esas áreas donde los niños necesitaban más ayuda. Además, la Dirección de Gestión de la Calidad (DGEC) mandó unas prácticas en línea para que los nenes se familiaricen con el tipo de preguntas que les iban a hacer. No vaya a ser que se espanten con la primera pregunta y se vayan al traste.
La Escuela Pilar Jiménez Solís, allá por San José Norte, fue elegida para dar el banderazo oficial de las pruebas. Ahí, 122 estudiantes demostraron que estaban listos para el reto. ¡Que no se les escape ninguna respuesta! Aunque sabemos que nervios hay, pero con calma y confianza, seguro le sacan adelante.
Ahora, viendo todo este rollo, me pregunto... ¿Creen que esta Prueba Nacional Estandarizada realmente sirve para medir el aprendizaje de nuestros niños, o es más un estrés innecesario que podría afectar su motivación por aprender? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes!