¡Ay, dios mío! Qué pena grandísima, raza. La cruda realidad nos golpeó ayer con la partida de Ericka Benavides, una mujer que dejó huella profunda en la política nacional y en el corazón de muchos. El diputado Eli Feinzaig, conmovido hasta las lágrimas, soltó una carta que te llega directo al alma, hablando de Ericka con cariño y admiración, como solo se puede hablar de un verdadero amigo.
Como saben, Ericka no solo era asesora del diputado Feinzaig, sino también su mano derecha, su confidente y la personita que le ponía chispa al brete. Además, era candidata a la diputación por San José y estaba metidísima en la organización de las giras de campaña del Partido Liberal Progresista (PLP). Imagínense el revés que esto significa para el partido, justo a puertas cerradas de las elecciones del 2026. El accidente ocurrió mientras viajaban hacia San Ramón y luego a San Carlos, un viaje rutinario que terminó truncado de la peor manera posible.
En la carta, Feinzaig la describe como “la loquilla” que iluminaba los días, la primera en querer bailar y el alma de cualquier celebración. Reconoce que ella era mucho más que una asistente; era su muro chino, su firewall, la persona en la que podía confiar ciegamente. Y vaya que confiaba en ella, porque si alguien conoce los entresijos de la política, es Ericka. Su ojo clínico para los detalles y su capacidad para anticiparse a los problemas eran legendarias, dice el diputado. ¡Un aporte valiosísimo para el país!
Lo que más impacta de la carta es el reconocimiento a su amistad duradera. Hablan de más de 27 años de compañerismo, de incontables pruebas superadas juntos, desde las noches interminables en ICE hasta las marchas y protestas en las calles. Compartieron momentos difíciles, incluyendo batallas contra el cáncer, apoyándose mutuamente en los peores momentos. Ese tipo de amistad verdadera es difícil de encontrar, ¿verdad?
Feinzaig no pudo evitar mencionar el talento de Ericka para conectar con la gente, su habilidad para transmitir optimismo y alegría. Dice que estos últimos cuatro años no hubieran sido ni la sombra de lo que fueron sin su presencia. Y ahora… qué vacío deja. Un vacío que parece imposible de llenar, como cuando se va el sol y te quedas en la oscuridad. Además de toda su labor política, Feinzaig resalta cómo Ericka tocaba las vidas de la gente con una magia especial.
La carta está llena de expresiones de gratitud y arrepentimiento. Feinzaig reconoce que el único reclamo que le tenía a Ericka era haber encontrado el amor con Rosi, algo que él agradece profundamente, pues sabía que Ericka merecía ser feliz. A pesar del dolor, Feinzaig reafirma su compromiso de honrar la memoria de Ericka, trabajando incansablemente para lograr el triunfo del PLP en las próximas elecciones, un último regalo que quiere hacerle. ¡Un compromiso que viene con mucha responsabilidad encima!
El cierre de la carta es particularmente desgarrador, lleno de amor y esperanza. Se refiere a Álvaro, Andrés, doña Cecilia y Miguel, enviándoles un abrazo y sus más sinceras condolencias. Visualiza a Ericka siendo recibida en el cielo por don Miguel, asegurándose de que todo esté perfecto, como siempre lo hacía en vida. Que lindo pensar que allá arriba también está organizando cosas, jeje. Finalmente, exclamó: “¡Celebremos la hermosa vida de Ericka Benavides Garbanzo!”. Una frase corta, pero cargada de significado, que invita a recordar lo bueno, a valorar lo vivido y a despedirse con una sonrisa en el corazón.
Ante esta triste pérdida, me pregunto: ¿Cómo podemos honrar la memoria de personas como Ericka, quienes dejaron una marca imborrable en nuestras vidas y en nuestra sociedad? ¿Qué acciones concretas pueden tomar los políticos y ciudadanos costarricenses para promover valores como la amistad, la honestidad y el servicio público, inspirándose en su legado?
Como saben, Ericka no solo era asesora del diputado Feinzaig, sino también su mano derecha, su confidente y la personita que le ponía chispa al brete. Además, era candidata a la diputación por San José y estaba metidísima en la organización de las giras de campaña del Partido Liberal Progresista (PLP). Imagínense el revés que esto significa para el partido, justo a puertas cerradas de las elecciones del 2026. El accidente ocurrió mientras viajaban hacia San Ramón y luego a San Carlos, un viaje rutinario que terminó truncado de la peor manera posible.
En la carta, Feinzaig la describe como “la loquilla” que iluminaba los días, la primera en querer bailar y el alma de cualquier celebración. Reconoce que ella era mucho más que una asistente; era su muro chino, su firewall, la persona en la que podía confiar ciegamente. Y vaya que confiaba en ella, porque si alguien conoce los entresijos de la política, es Ericka. Su ojo clínico para los detalles y su capacidad para anticiparse a los problemas eran legendarias, dice el diputado. ¡Un aporte valiosísimo para el país!
Lo que más impacta de la carta es el reconocimiento a su amistad duradera. Hablan de más de 27 años de compañerismo, de incontables pruebas superadas juntos, desde las noches interminables en ICE hasta las marchas y protestas en las calles. Compartieron momentos difíciles, incluyendo batallas contra el cáncer, apoyándose mutuamente en los peores momentos. Ese tipo de amistad verdadera es difícil de encontrar, ¿verdad?
Feinzaig no pudo evitar mencionar el talento de Ericka para conectar con la gente, su habilidad para transmitir optimismo y alegría. Dice que estos últimos cuatro años no hubieran sido ni la sombra de lo que fueron sin su presencia. Y ahora… qué vacío deja. Un vacío que parece imposible de llenar, como cuando se va el sol y te quedas en la oscuridad. Además de toda su labor política, Feinzaig resalta cómo Ericka tocaba las vidas de la gente con una magia especial.
La carta está llena de expresiones de gratitud y arrepentimiento. Feinzaig reconoce que el único reclamo que le tenía a Ericka era haber encontrado el amor con Rosi, algo que él agradece profundamente, pues sabía que Ericka merecía ser feliz. A pesar del dolor, Feinzaig reafirma su compromiso de honrar la memoria de Ericka, trabajando incansablemente para lograr el triunfo del PLP en las próximas elecciones, un último regalo que quiere hacerle. ¡Un compromiso que viene con mucha responsabilidad encima!
El cierre de la carta es particularmente desgarrador, lleno de amor y esperanza. Se refiere a Álvaro, Andrés, doña Cecilia y Miguel, enviándoles un abrazo y sus más sinceras condolencias. Visualiza a Ericka siendo recibida en el cielo por don Miguel, asegurándose de que todo esté perfecto, como siempre lo hacía en vida. Que lindo pensar que allá arriba también está organizando cosas, jeje. Finalmente, exclamó: “¡Celebremos la hermosa vida de Ericka Benavides Garbanzo!”. Una frase corta, pero cargada de significado, que invita a recordar lo bueno, a valorar lo vivido y a despedirse con una sonrisa en el corazón.
Ante esta triste pérdida, me pregunto: ¿Cómo podemos honrar la memoria de personas como Ericka, quienes dejaron una marca imborrable en nuestras vidas y en nuestra sociedad? ¿Qué acciones concretas pueden tomar los políticos y ciudadanos costarricenses para promover valores como la amistad, la honestidad y el servicio público, inspirándose en su legado?