¡Ay, mándale! Pues resulta que el Banco de Costa Rica (BCR) está cerrando el telón a la venta de esas moneditas de ¢50 del "Conejo de Monte". Ya saben, la colección Fauna de los Ecosistemas, esa que causó tanto revuelo hace un tiempo. Ahora, según el comunicado oficial, quedan pocas piezas disponibles y la cosa se puso un poco complicada, porque parece que algunos quieren hacerse unos cuantos billetes aprovechándose de este brete.
Para ponerlos al día, estas monedas son parte de una serie especial que el banco ha ido sacando con diferentes animales emblemáticos de nuestro país. El “Conejo de Monte” es una especie endémica, bien escondidita en el páramo del Parque Internacional La Amistad, así que ya le suman valor, ¿no?
Pero acá viene el pinchazo. El BCR va a vender únicamente 2.500 monedas y cada persona solamente puede llevarse un máximo de dos. Esto, según dicen, es para “garantizar que llegue a la mayor cantidad de público posible y en un afán de evitar especulación posterior”. Bueno, pues ahí es donde empieza el rollo… Algunos coleccionistas ya andan frotándose las manos pensando en revenderlas a precios más altos, mientras que otros simplemente querían tenerla como recuerdo y ahora se sienten un poquito decepcionados. ¡Un despiche!
Si usted quiere intentar conseguir una de estas moneditas, tendrá que apurarse y dirigirse a alguna de las oficinas designadas: San José (Oficinas Centrales, Paseo Colón y San Rafael de Escazú), Liberia y Nicoya en Guanacaste, Barrio San José en Alajuela, también en Puntarenas, Cartago, Limón y Quepos. Pero ojo, les advierten que tienen un número limitado de cajeros, así que la compra estará disponible hasta agotar inventario. ¡Mejor lleguen temprano, mae!
Y para los que no estén muy familiarizados con el Conejo de Monte, permítanme contarles. Este animalito es bastante tímido, con colita y orejas cortitas, y vive en zonas altas, alrededor de los 1.100 metros sobre el nivel del mar. Se alimenta de plantitas y hojas, y aunque está en peligro de extinción a nivel internacional, por suerte acá en Costa Rica todavía podemos encontrarlos en algunas áreas protegidas. ¡Una verdadera joya de nuestros ecosistemas!
Ahora, hay que aclarar que junto con estas monedas especiales, el BCCR también pondrá a disposición una moneda de circulación regular, sin esos diseños coloridos llamativos y con el valor nominal tradicional de ¢50. Esa sí estará disponible para todos y podrá usarse para pagar cosas normalmente, como si fuera cualquier otra moneda. Así que no se preocupen demasiado, aún podrán comprarse un Chunche en la pulpería con la moneda de 50.
El Banco Central siempre ha tratado de combinar la educación ambiental con la filatélica, generando estas monedas que no sólo sirven como objetos de colección sino también como una forma de promover la conservación de nuestra fauna. Esta iniciativa ha sido muy popular entre los costarricenses, que siempre han mostrado gran interés por la naturaleza y los elementos propios de nuestra cultura. Pero, claro, este límite de compra ha abierto la puerta a que algunos oportunistas intenten sacar provecho, y eso siempre da pena.
En fin, la venta final de la moneda del “Conejo de Monte” ha levantado varios interrogantes sobre cómo equilibrar el acceso a estos productos coleccionables con la necesidad de prevenir la especulación y garantizar que lleguen a manos de aquellos que realmente los aprecian. Entonces, díganme: ¿Les parece justo el límite de dos monedas por persona o creen que deberían haber otras opciones para asegurar que más gente pueda conseguirlas? ¿Ustedes coleccionan monedas ticas?
Para ponerlos al día, estas monedas son parte de una serie especial que el banco ha ido sacando con diferentes animales emblemáticos de nuestro país. El “Conejo de Monte” es una especie endémica, bien escondidita en el páramo del Parque Internacional La Amistad, así que ya le suman valor, ¿no?
Pero acá viene el pinchazo. El BCR va a vender únicamente 2.500 monedas y cada persona solamente puede llevarse un máximo de dos. Esto, según dicen, es para “garantizar que llegue a la mayor cantidad de público posible y en un afán de evitar especulación posterior”. Bueno, pues ahí es donde empieza el rollo… Algunos coleccionistas ya andan frotándose las manos pensando en revenderlas a precios más altos, mientras que otros simplemente querían tenerla como recuerdo y ahora se sienten un poquito decepcionados. ¡Un despiche!
Si usted quiere intentar conseguir una de estas moneditas, tendrá que apurarse y dirigirse a alguna de las oficinas designadas: San José (Oficinas Centrales, Paseo Colón y San Rafael de Escazú), Liberia y Nicoya en Guanacaste, Barrio San José en Alajuela, también en Puntarenas, Cartago, Limón y Quepos. Pero ojo, les advierten que tienen un número limitado de cajeros, así que la compra estará disponible hasta agotar inventario. ¡Mejor lleguen temprano, mae!
Y para los que no estén muy familiarizados con el Conejo de Monte, permítanme contarles. Este animalito es bastante tímido, con colita y orejas cortitas, y vive en zonas altas, alrededor de los 1.100 metros sobre el nivel del mar. Se alimenta de plantitas y hojas, y aunque está en peligro de extinción a nivel internacional, por suerte acá en Costa Rica todavía podemos encontrarlos en algunas áreas protegidas. ¡Una verdadera joya de nuestros ecosistemas!
Ahora, hay que aclarar que junto con estas monedas especiales, el BCCR también pondrá a disposición una moneda de circulación regular, sin esos diseños coloridos llamativos y con el valor nominal tradicional de ¢50. Esa sí estará disponible para todos y podrá usarse para pagar cosas normalmente, como si fuera cualquier otra moneda. Así que no se preocupen demasiado, aún podrán comprarse un Chunche en la pulpería con la moneda de 50.
El Banco Central siempre ha tratado de combinar la educación ambiental con la filatélica, generando estas monedas que no sólo sirven como objetos de colección sino también como una forma de promover la conservación de nuestra fauna. Esta iniciativa ha sido muy popular entre los costarricenses, que siempre han mostrado gran interés por la naturaleza y los elementos propios de nuestra cultura. Pero, claro, este límite de compra ha abierto la puerta a que algunos oportunistas intenten sacar provecho, y eso siempre da pena.
En fin, la venta final de la moneda del “Conejo de Monte” ha levantado varios interrogantes sobre cómo equilibrar el acceso a estos productos coleccionables con la necesidad de prevenir la especulación y garantizar que lleguen a manos de aquellos que realmente los aprecian. Entonces, díganme: ¿Les parece justo el límite de dos monedas por persona o creen que deberían haber otras opciones para asegurar que más gente pueda conseguirlas? ¿Ustedes coleccionan monedas ticas?
