¡Ay, Dios mío! ¿Se acuerdan de toda la polémica con las ‘terapias de conversión’? Pues parece que Agenda Ciudadana, esos que andan apoyando a Claudia Dobles, quieren meterle mano al asunto, buscando prohibirlas con leyes bien claras. A ver si así le metemos allanamiento a este problema, porque la vaina anda salada hace años.
Para quienes vivieron bajo una piedra, estas ‘terapias’ son practiques que prometen “curar” a las personas LGBTQ+. Lo cual es pura pendejada, claro, porque la orientación sexual o cómo te defines no es ninguna enfermedad, ¡idiay! Organizaciones de derechos humanos y doctores ya han dicho que esto es basura, pseudociencia disfrazada de ayuda. Pero hay gente que todavía se cree esas tonterías.
El plan de gobierno de Agenda Ciudadana viene cargadito de cositas para apoyar a la comunidad LGBTQ+. No solo quieren quitarle el requisito médico ridículo para acceder a la hormonización en la Caja, sino también facilitarle la vida a las personas con VIH con más acceso a medicina y PrEP. Además, quieren que los centros de salud sean más inclusivos, capacitándoles para atender bien a los abuelitos y abuelitas LGBTQ+.
Y eso no es todo, parce. También piensan hacer algo con el MEP y el PANI, para frenar el bullying en las escuelas y darle apoyo a los niños y adolescentes que sufren por ser diferentes. A veces, la familia es quien más te mete vara, y tener un lugar donde ir en busca de ayuda es crucial, chunche.
Pero la jugada maestra es que quieren revivir el puesto de la Persona Comisionada Presidencial LGBTIQ+. ¡Un comisionado que tenga poder para coordinar a todas las instituciones del gobierno! Ya saben, para que todo funcione a toda máquina y no se quede todo en papel. Además, van a crear un comité consultivo con gente de la sociedad civil para que participen en las decisiones.
Ahora, pa’ ponerle contexto a la vaina, esto no es novedad. Desde el 2012, el Colegio de Profesionistas en Psicología ya había dicho que estas terapias eran una barbaridad. Luego, en el 2015, el Ministerio de Salud aprobó unas directrices para cuidar la salud de las personas LGBTQ+. Y en el 2016 salió una norma para evitar el estigma y la discriminación en los hospitales.
Sin embargo, siempre hay alguien para complicarle la existencia a los demás. Fabricio Alvarado, el candidato de Nueva República, está echándole agua al vaso, diciendo que la ley es malintencionada y que limita la libertad religiosa. Sostiene que no es cierto que haya electroshocks ni medicinas forzadas en las iglesias, y que necesita espacio para “acompañar” a la gente que quiere cambiar su orientación. ¡Qué sal! Parece que algunos prefieren mantener el statu quo, aunque signifique dañar a otros.
En fin, ¡hay mucho en juego aquí! ¿Usted qué piensa? ¿Cree que revivir el puesto del comisionado LGBTIQ+ será suficiente para proteger realmente los derechos de la comunidad, o necesitamos medidas más contundentes para acabar con estas prácticas dañinas y qué otras acciones deberían tomarse para garantizar la igualdad y el respeto para todos?
Para quienes vivieron bajo una piedra, estas ‘terapias’ son practiques que prometen “curar” a las personas LGBTQ+. Lo cual es pura pendejada, claro, porque la orientación sexual o cómo te defines no es ninguna enfermedad, ¡idiay! Organizaciones de derechos humanos y doctores ya han dicho que esto es basura, pseudociencia disfrazada de ayuda. Pero hay gente que todavía se cree esas tonterías.
El plan de gobierno de Agenda Ciudadana viene cargadito de cositas para apoyar a la comunidad LGBTQ+. No solo quieren quitarle el requisito médico ridículo para acceder a la hormonización en la Caja, sino también facilitarle la vida a las personas con VIH con más acceso a medicina y PrEP. Además, quieren que los centros de salud sean más inclusivos, capacitándoles para atender bien a los abuelitos y abuelitas LGBTQ+.
Y eso no es todo, parce. También piensan hacer algo con el MEP y el PANI, para frenar el bullying en las escuelas y darle apoyo a los niños y adolescentes que sufren por ser diferentes. A veces, la familia es quien más te mete vara, y tener un lugar donde ir en busca de ayuda es crucial, chunche.
Pero la jugada maestra es que quieren revivir el puesto de la Persona Comisionada Presidencial LGBTIQ+. ¡Un comisionado que tenga poder para coordinar a todas las instituciones del gobierno! Ya saben, para que todo funcione a toda máquina y no se quede todo en papel. Además, van a crear un comité consultivo con gente de la sociedad civil para que participen en las decisiones.
Ahora, pa’ ponerle contexto a la vaina, esto no es novedad. Desde el 2012, el Colegio de Profesionistas en Psicología ya había dicho que estas terapias eran una barbaridad. Luego, en el 2015, el Ministerio de Salud aprobó unas directrices para cuidar la salud de las personas LGBTQ+. Y en el 2016 salió una norma para evitar el estigma y la discriminación en los hospitales.
Sin embargo, siempre hay alguien para complicarle la existencia a los demás. Fabricio Alvarado, el candidato de Nueva República, está echándole agua al vaso, diciendo que la ley es malintencionada y que limita la libertad religiosa. Sostiene que no es cierto que haya electroshocks ni medicinas forzadas en las iglesias, y que necesita espacio para “acompañar” a la gente que quiere cambiar su orientación. ¡Qué sal! Parece que algunos prefieren mantener el statu quo, aunque signifique dañar a otros.
En fin, ¡hay mucho en juego aquí! ¿Usted qué piensa? ¿Cree que revivir el puesto del comisionado LGBTIQ+ será suficiente para proteger realmente los derechos de la comunidad, o necesitamos medidas más contundentes para acabar con estas prácticas dañinas y qué otras acciones deberían tomarse para garantizar la igualdad y el respeto para todos?
