¡Ey, pura vida, comadres y comelos! Prepárense porque esta noche vamos a tener un show cósmico que ni en el teatro Ricardo Castro. Se trata de la lluvia de estrellas fugaces más churrisca del año, con posibilidad de ver hasta 150 meteoros por hora atravesando el cielo. ¡Imagínense la vaina! No sé ustedes, pero yo ya estoy buscando dónde me voy a poner cómodo para ver esto.
Resulta que, según Cientec, nuestro planetita está pasando por medio de un chorrito de partículas que dejó ahí tiradas un asteroide llamado Faeton, allá por principios de diciembre. Esto no es novedad, la cosa lleva así desde inicios del mes, pero la densidá de esas particulas va a estar máxima entre la noche de hoy y la madrugada del domingo. Es como si estuviéramos caminando dentro de una cortina de confeti espacial, pero a mucha más velocidad y haciendo unos brillitos impresionantes.
¿Y cómo pasa esto? Pues sencillo. La gravedad de la Tierra, que es poderosa, agarra esas bolitas espaciales, que al entrar a nuestra atmósfera, se calientan, se queman y dejan unas rayitas de luz preciosas. Esas rayitas, pues, son las que llamamos “estrellas fugaces”. ¡Un espectáculo digno de ver!
Ahora, la buena noticia es que no necesitamos ni telescopio ni nada fancy para disfrutar del show. Según explican en Cientec, las “estrellas fugaces” se reparten por todo el cielo, son rapiditas pero fáciles de seguir si tienes un buen panorama. Lo importante es buscar un lugar con cielo despejado, lejos de las luces de la ciudad, para que no te arruinen la vista, ¿me entienden?
Para que no se pierdan, les doy unos consejos directos al grano. Primero, consigan un lugar oscuro, donde la luna no esté molestando. Segundo, inviten a sus amigos, porque compartir este momento con alguien especial siempre es más divertido. Tercero, llévense una cobija para no pasar frío, porque la madrugada en Costa Rica puede ser fresca. Cuarto, comida y agua, ¡nunca sobran! Quinto, aprendan a identificar la constelación de Géminis, los gemelos; es bastante fácil de imaginar y de ahí sale la "radiante" de esta lluvia de meteoros, lo cual ayuda mucho a ubicarlas.
Muchos se preguntarán, ¿necesito un curso de astronomía para entender qué está pasando? ¡Ni hablar, mi pana! Con ganas de verlo y un poco de paciencia, cualquiera puede disfrutar de este fenómeno. Lo único que hay que hacer es prestarle atención al cielo, dejar que los ojos se acostumbren a la oscuridad –eso toma unos 20 minuticos– y tratar de contar cuántas estrellas fugaces ven. ¡Ya verán que se van a sorprender!
Además, recuerden que este tipo de lluvias de meteoros son un recordatorio de lo pequeños que somos en el universo, pero también de lo privilegiados que estamos de poder presenciar semejante belleza. Imagínense los ancestros nuestros, los indígenas, observando lo mismo que nosotros, pero sin la tecnología moderna. ¡Qué conexión con el pasado, diay!
Bueno, ya saben, acomódense, busquen un buen lugar, compartan con sus seres queridos y prepárense para una noche mágica. Ahora dime, ¿qué opinas tú? ¿Te animas a organizar una fogata con los amigos para ver la lluvia de estrellas fugaces, o prefieres quedarte en casa calentito viendo Netflix? ¡Déjame tu comentario y cuéntame!
Resulta que, según Cientec, nuestro planetita está pasando por medio de un chorrito de partículas que dejó ahí tiradas un asteroide llamado Faeton, allá por principios de diciembre. Esto no es novedad, la cosa lleva así desde inicios del mes, pero la densidá de esas particulas va a estar máxima entre la noche de hoy y la madrugada del domingo. Es como si estuviéramos caminando dentro de una cortina de confeti espacial, pero a mucha más velocidad y haciendo unos brillitos impresionantes.
¿Y cómo pasa esto? Pues sencillo. La gravedad de la Tierra, que es poderosa, agarra esas bolitas espaciales, que al entrar a nuestra atmósfera, se calientan, se queman y dejan unas rayitas de luz preciosas. Esas rayitas, pues, son las que llamamos “estrellas fugaces”. ¡Un espectáculo digno de ver!
Ahora, la buena noticia es que no necesitamos ni telescopio ni nada fancy para disfrutar del show. Según explican en Cientec, las “estrellas fugaces” se reparten por todo el cielo, son rapiditas pero fáciles de seguir si tienes un buen panorama. Lo importante es buscar un lugar con cielo despejado, lejos de las luces de la ciudad, para que no te arruinen la vista, ¿me entienden?
Para que no se pierdan, les doy unos consejos directos al grano. Primero, consigan un lugar oscuro, donde la luna no esté molestando. Segundo, inviten a sus amigos, porque compartir este momento con alguien especial siempre es más divertido. Tercero, llévense una cobija para no pasar frío, porque la madrugada en Costa Rica puede ser fresca. Cuarto, comida y agua, ¡nunca sobran! Quinto, aprendan a identificar la constelación de Géminis, los gemelos; es bastante fácil de imaginar y de ahí sale la "radiante" de esta lluvia de meteoros, lo cual ayuda mucho a ubicarlas.
Muchos se preguntarán, ¿necesito un curso de astronomía para entender qué está pasando? ¡Ni hablar, mi pana! Con ganas de verlo y un poco de paciencia, cualquiera puede disfrutar de este fenómeno. Lo único que hay que hacer es prestarle atención al cielo, dejar que los ojos se acostumbren a la oscuridad –eso toma unos 20 minuticos– y tratar de contar cuántas estrellas fugaces ven. ¡Ya verán que se van a sorprender!
Además, recuerden que este tipo de lluvias de meteoros son un recordatorio de lo pequeños que somos en el universo, pero también de lo privilegiados que estamos de poder presenciar semejante belleza. Imagínense los ancestros nuestros, los indígenas, observando lo mismo que nosotros, pero sin la tecnología moderna. ¡Qué conexión con el pasado, diay!
Bueno, ya saben, acomódense, busquen un buen lugar, compartan con sus seres queridos y prepárense para una noche mágica. Ahora dime, ¿qué opinas tú? ¿Te animas a organizar una fogata con los amigos para ver la lluvia de estrellas fugaces, o prefieres quedarte en casa calentito viendo Netflix? ¡Déjame tu comentario y cuéntame!