¡Dio’ qué alivio nos cayó! Después de años de recibir cuentas de luz que parecían sacadas de película de terror, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) finalmente aprobó una rebaja en las tarifas eléctricas. A partir del primero de enero del próximo año, vamos a poder respirar un poquito más tranquilos, aunque hay que ponerle atención porque siempre hay un “pero” en estas cosas, ¿verdad?
La decisión, según explican desde la Aresep, viene dada por dos factores principales: la disminución en la producción de energía generada térmicamente –o sea, esas plantas que usan combustibles fósiles– y el incremento en las exportaciones de electricidad a otros países de la región. Parece que estamos vendiendo nuestra energía a nuestros vecinos y eso ayuda a bajar el precio para nosotros, los que la consumimos acá en casa. Un poco raro, pero bueno, si funciona, ¡que siga!
Y ojo, que esto no es un favorcito de nadie, sino el resultado de varios estudios tarifarios que han estado cocinándose durante un buen rato. Mario Mora, el intendente de Energía, nos recordó que esta bajada abarca a todos los sectores: industrial, comercial y, lo más importante para nosotros, el residencial. Entonces, si tienes negocio, si tienes oficina, o simplemente vives en tu casita, vas a notar la diferencia en el recibo.
Ahora bien, la magnitud de la rebaja varía dependiendo de la empresa distribuidora, así que no esperemos que todas las compañías nos saquen de encima la misma cantidad. Según la Aresep, las reducciones pueden ir desde un humilde 4,93% hasta un más significativo 16,44%. Depende a quién le pagues la luz, mae, ahí está la clave. ¡Cada uno tiene su propia bronca!
Para hacernos una idea más clara, la Aresep calcula que un hogar promedio, que consume unos 250 kilovatios hora al mes, podría ahorrar alrededor de 3.400 colones con la nueva tarifa, si eres abonado del ICE. Tres mil cuatrocientos lunitas extra al mes… ¡eso sí que puede ayudar a comprar unas enchiladas con queso! Aunque claro, hay que recordar que esos cálculos son teóricos y todo depende de cuánto realmente gastemos.
Pero analicemos esto con calma. Sí, es cierto que tendremos un ahorro, pero también es verdad que los precios de todo lo demás siguen por las nubes. La comida, el transporte, la ropa... Todo sigue aumentando, así que esta rebaja, aunque bienvenida, quizás no sea suficiente para compensar todo el daño económico que hemos sufrido últimamente. Además, la sostenibilidad de esta medida es otra incógnita. ¿Cuánto tiempo podremos seguir exportando energía? ¿No estaremos comprometiendo nuestro suministro futuro?
Lo que me preocupa es cómo afectará esto a las pequeñas empresas, esos negocios familiares que apenas se están recuperando de la pandemia. Si seguimos dependiendo de fuentes de energía costosas, ¿cómo podrán competir con las grandes multinacionales? Es fundamental que sigamos invirtiendo en energías renovables y limpias, no solo para cuidar el medio ambiente, sino también para garantizar un suministro eléctrico estable y accesible para todos, a largo plazo. Porque si no, esto de las rebajas será solo un parche temporal y terminaremos otra vez en la miseria.
En fin, esta bajada de tarifas eléctricas es una noticia positiva, sin duda, pero debemos analizarla con cautela y mantenernos críticos. ¿Crees que esta rebaja será suficiente para aliviar la economía familiar costarricense, o es solo un paliativo ante una situación mucho más compleja? ¡Déjanos tus opiniones y sugerencias en los comentarios! ¿Qué medidas crees que debería tomar el gobierno para asegurar un futuro energético sostenible y asequible para todos los ticos?
La decisión, según explican desde la Aresep, viene dada por dos factores principales: la disminución en la producción de energía generada térmicamente –o sea, esas plantas que usan combustibles fósiles– y el incremento en las exportaciones de electricidad a otros países de la región. Parece que estamos vendiendo nuestra energía a nuestros vecinos y eso ayuda a bajar el precio para nosotros, los que la consumimos acá en casa. Un poco raro, pero bueno, si funciona, ¡que siga!
Y ojo, que esto no es un favorcito de nadie, sino el resultado de varios estudios tarifarios que han estado cocinándose durante un buen rato. Mario Mora, el intendente de Energía, nos recordó que esta bajada abarca a todos los sectores: industrial, comercial y, lo más importante para nosotros, el residencial. Entonces, si tienes negocio, si tienes oficina, o simplemente vives en tu casita, vas a notar la diferencia en el recibo.
Ahora bien, la magnitud de la rebaja varía dependiendo de la empresa distribuidora, así que no esperemos que todas las compañías nos saquen de encima la misma cantidad. Según la Aresep, las reducciones pueden ir desde un humilde 4,93% hasta un más significativo 16,44%. Depende a quién le pagues la luz, mae, ahí está la clave. ¡Cada uno tiene su propia bronca!
Para hacernos una idea más clara, la Aresep calcula que un hogar promedio, que consume unos 250 kilovatios hora al mes, podría ahorrar alrededor de 3.400 colones con la nueva tarifa, si eres abonado del ICE. Tres mil cuatrocientos lunitas extra al mes… ¡eso sí que puede ayudar a comprar unas enchiladas con queso! Aunque claro, hay que recordar que esos cálculos son teóricos y todo depende de cuánto realmente gastemos.
Pero analicemos esto con calma. Sí, es cierto que tendremos un ahorro, pero también es verdad que los precios de todo lo demás siguen por las nubes. La comida, el transporte, la ropa... Todo sigue aumentando, así que esta rebaja, aunque bienvenida, quizás no sea suficiente para compensar todo el daño económico que hemos sufrido últimamente. Además, la sostenibilidad de esta medida es otra incógnita. ¿Cuánto tiempo podremos seguir exportando energía? ¿No estaremos comprometiendo nuestro suministro futuro?
Lo que me preocupa es cómo afectará esto a las pequeñas empresas, esos negocios familiares que apenas se están recuperando de la pandemia. Si seguimos dependiendo de fuentes de energía costosas, ¿cómo podrán competir con las grandes multinacionales? Es fundamental que sigamos invirtiendo en energías renovables y limpias, no solo para cuidar el medio ambiente, sino también para garantizar un suministro eléctrico estable y accesible para todos, a largo plazo. Porque si no, esto de las rebajas será solo un parche temporal y terminaremos otra vez en la miseria.
En fin, esta bajada de tarifas eléctricas es una noticia positiva, sin duda, pero debemos analizarla con cautela y mantenernos críticos. ¿Crees que esta rebaja será suficiente para aliviar la economía familiar costarricense, o es solo un paliativo ante una situación mucho más compleja? ¡Déjanos tus opiniones y sugerencias en los comentarios! ¿Qué medidas crees que debería tomar el gobierno para asegurar un futuro energético sostenible y asequible para todos los ticos?
