¡Aguante! Parece que ya vamos en serio con esto de meterle mano a la tecnología en las escuelas. El MEP lanzó una directriz, la DM-1723-2025–MEP, que básicamente le dice a todos cómo va a funcionar esta movida de transformación digital educativa. No sé ustedes, pero yo me pregunto si realmente esto llegará a todos lados o será otra promesa que se queda en el papel, como tantas veces pasa, ¿eh?
La verdad es que la directriz viene con todo: lineamientos generales, quién hace qué, cómo se coordina todo entre las instituciones y hasta cómo van a estar vigilando que se cumpla. Básicamente, quieren tener todo bajo control, para evitar que se vaya todo al traste, imagínate. Se creó un comité especial, el Comité Interinstitucional de Transformación Digital Educativa, que va a estar presidido por la gente de informática del MEP y con otra gente apoyándolos.
Lo interesante es que este comité tendrá que aprobar un plan anual de trabajo integrado, con metas claras, quién es responsable de cada cosa y cómo van a medir si las cosas están saliendo bien. Lo dividieron en ejes, como conectividad – que es fundamental, o sea, ¡internet pa’ to’ lao!, formación para los profes, cultura digital – porque los muchachos ya nacieron con el celular en la mano, pero eso no significa que sepan usarlo bien para aprender –, seguridad online, digitalización de documentos y hasta cómo integrar todo esto con otras plataformas. ¡Un brete de cosas!
Además, para ayudar a implementar esto y ver si estamos en el camino correcto, nos dieron una “Guía de Lineamientos”. Suena a montón de papeleo, pero dicen que es para que todos estén en la misma onda y sepan qué tienen que hacer. Y ojo, que esto no salió de la nada. La Contraloría General les pidió que hicieran esto mismo, así que parece que ahora sí tienen que cumplir, a diferencia de otras veces que las recomendaciones terminan guardadas en un cajón, ¿entienden?
Ahora, analicemos la cosa con calma. Esto suena bien en teoría, ¿verdad? Más computadoras, más internet, más capacitaciones para los maestros… Pero la pregunta del millón es: ¿tenemos la infraestructura adecuada? ¿Y los recursos para mantener todas estas herramientas funcionando? Porque comprar unos cuantos equipos no es suficiente; hay que asegurarse de que haya mantenimiento, actualizaciones y personal capacitado para resolver problemas. ¡Sin eso, es pura pendejada!
Y ni hablar de los profesores. Muchos están acostumbrados a la vieja escuela, a la libreta y el lápiz. Necesitan una capacitación seria, no un taller de dos horas donde les enseñan cómo encender una computadora. Requieren herramientas pedagógicas para integrar la tecnología de manera efectiva en sus clases, no solo que se sienten frente a una pantalla. Esa es la clave para que esto funcione, mae.
También tengo mis reservas sobre la seguridad. Con tanta información personal de los estudiantes circulando por internet, hay que extremar las precauciones para protegerlos de posibles riesgos. Hackers, robo de identidad... ¡Qué sal! Son cosas que pasan, y tenemos que estar preparados. Y eso implica invertir en software de seguridad robusto y capacitar tanto a los administradores como a los estudiantes en buenas prácticas de ciberseguridad.
En fin, a ver qué tal sale todo esto. Tenemos muchas expectativas puestas en la transformación digital de la educación. Pero, siendo realistas, todo depende de la voluntad política y de la inversión a largo plazo. Ahora dime tú: ¿crees que el MEP logrará cumplir con lo prometido y llevar la tecnología a todas las escuelas del país, o será otro intento frustrado que se irá al traste? ¡Déjanos tus comentarios abajo!
La verdad es que la directriz viene con todo: lineamientos generales, quién hace qué, cómo se coordina todo entre las instituciones y hasta cómo van a estar vigilando que se cumpla. Básicamente, quieren tener todo bajo control, para evitar que se vaya todo al traste, imagínate. Se creó un comité especial, el Comité Interinstitucional de Transformación Digital Educativa, que va a estar presidido por la gente de informática del MEP y con otra gente apoyándolos.
Lo interesante es que este comité tendrá que aprobar un plan anual de trabajo integrado, con metas claras, quién es responsable de cada cosa y cómo van a medir si las cosas están saliendo bien. Lo dividieron en ejes, como conectividad – que es fundamental, o sea, ¡internet pa’ to’ lao!, formación para los profes, cultura digital – porque los muchachos ya nacieron con el celular en la mano, pero eso no significa que sepan usarlo bien para aprender –, seguridad online, digitalización de documentos y hasta cómo integrar todo esto con otras plataformas. ¡Un brete de cosas!
Además, para ayudar a implementar esto y ver si estamos en el camino correcto, nos dieron una “Guía de Lineamientos”. Suena a montón de papeleo, pero dicen que es para que todos estén en la misma onda y sepan qué tienen que hacer. Y ojo, que esto no salió de la nada. La Contraloría General les pidió que hicieran esto mismo, así que parece que ahora sí tienen que cumplir, a diferencia de otras veces que las recomendaciones terminan guardadas en un cajón, ¿entienden?
Ahora, analicemos la cosa con calma. Esto suena bien en teoría, ¿verdad? Más computadoras, más internet, más capacitaciones para los maestros… Pero la pregunta del millón es: ¿tenemos la infraestructura adecuada? ¿Y los recursos para mantener todas estas herramientas funcionando? Porque comprar unos cuantos equipos no es suficiente; hay que asegurarse de que haya mantenimiento, actualizaciones y personal capacitado para resolver problemas. ¡Sin eso, es pura pendejada!
Y ni hablar de los profesores. Muchos están acostumbrados a la vieja escuela, a la libreta y el lápiz. Necesitan una capacitación seria, no un taller de dos horas donde les enseñan cómo encender una computadora. Requieren herramientas pedagógicas para integrar la tecnología de manera efectiva en sus clases, no solo que se sienten frente a una pantalla. Esa es la clave para que esto funcione, mae.
También tengo mis reservas sobre la seguridad. Con tanta información personal de los estudiantes circulando por internet, hay que extremar las precauciones para protegerlos de posibles riesgos. Hackers, robo de identidad... ¡Qué sal! Son cosas que pasan, y tenemos que estar preparados. Y eso implica invertir en software de seguridad robusto y capacitar tanto a los administradores como a los estudiantes en buenas prácticas de ciberseguridad.
En fin, a ver qué tal sale todo esto. Tenemos muchas expectativas puestas en la transformación digital de la educación. Pero, siendo realistas, todo depende de la voluntad política y de la inversión a largo plazo. Ahora dime tú: ¿crees que el MEP logrará cumplir con lo prometido y llevar la tecnología a todas las escuelas del país, o será otro intento frustrado que se irá al traste? ¡Déjanos tus comentarios abajo!