¡Ay, Dios mío! La cosa está más turbia que café frío. Resulta que quitarle la Policía de Control de Drogas (PCD) de los aeropuertos, los muelles y las fronteras ha hecho que los peces gordos del narcotráfico estén fiesteros, tranquilos y hasta bailando salsa. Eso me dice a mí que alguien no está pensando bien las cosas, ¿y ustedes?
Jonathan Flores Mata, abogado y criminólogo de la ANEP, le echó caña al viceministro Manuel Jiménez Steller en la Asamblea Legislativa. Según él, mandarle a los polis especializados a otros lados fue como quitarle las alas a un quirquincho. Ahora, dicen, solo andamos agarrando changüitos mientras los jefes siguen vendiendo droga a lo grande.
La bronca es clara: si no tenemos a los polis metidos hasta los codos en los puertos y aeropuertos, cómo vamos a saber quiénes están trayendo la mercancía ilegal, ¿eh? Es como andar buscando un chinchorro en medio de una tormenta. Las pistas, los contactos, todo pasa por esos lugares. Si nos sacamos de ahí, estamos vendiendo barato la seguridad del país.
Y no solo eso, parece que ahora quieren reclutar polis a diestra y siniestra, sin importar si saben diferenciar cocaína de azúcar morena. Flores criticó que algunos querían entrar a Fuerza Pública y terminaron en la PCD sin tener ni idea de qué hacían. "Las habilidades blandas y los procesos de selección son más idóneos cuando los reclutadores están más cerca", recalcó, porque así sabemos que traemos gente preparada para el brete.
Pero la cereza del pastel es que, según cuentan, el viceministro Jiménez Steller se inventó unas justificaciones para tapar la bola. Dijo que iban a escanear todos los contenedores, pero la Contraloría salió con la verdad: ¡solo revisaron el 48%! ¿Se dan cuenta? Casi la mitad de la mercancía sigue pasando sin que nadie la vea. ¡Qué sal!
Daniel Calderón, el exdirector de la Fuerza Pública que puso en marcha la DIAC (Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal), dejó claro que esa unidad iba a ayudar a la PCD, no a reemplazarla. Era para echarles un empujoncito, darles datos útiles para investigar, pero no para dejarlos tirados. Parece que le quisieron hacer un churrito a la jugada.
Esto me recuerda a cuando le hicieron un cambalache a mi abuela con una rifa. Le prometieron un premio gordo y le dieron un llavero con la imagen de un sapo. ¡Una decepción! Así se siente uno cuando ve que la seguridad del país se va al traste por decisiones equivocadas.
Ahora les toca a ustedes, mis queridos lectores. ¿Creen que el gobierno debería volver a poner a la PCD en los aeropuertos y muelles? ¿O creen que la DIAC puede solucionar el problema sola? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, porque esto necesita un buen debate, diay!
Jonathan Flores Mata, abogado y criminólogo de la ANEP, le echó caña al viceministro Manuel Jiménez Steller en la Asamblea Legislativa. Según él, mandarle a los polis especializados a otros lados fue como quitarle las alas a un quirquincho. Ahora, dicen, solo andamos agarrando changüitos mientras los jefes siguen vendiendo droga a lo grande.
La bronca es clara: si no tenemos a los polis metidos hasta los codos en los puertos y aeropuertos, cómo vamos a saber quiénes están trayendo la mercancía ilegal, ¿eh? Es como andar buscando un chinchorro en medio de una tormenta. Las pistas, los contactos, todo pasa por esos lugares. Si nos sacamos de ahí, estamos vendiendo barato la seguridad del país.
Y no solo eso, parece que ahora quieren reclutar polis a diestra y siniestra, sin importar si saben diferenciar cocaína de azúcar morena. Flores criticó que algunos querían entrar a Fuerza Pública y terminaron en la PCD sin tener ni idea de qué hacían. "Las habilidades blandas y los procesos de selección son más idóneos cuando los reclutadores están más cerca", recalcó, porque así sabemos que traemos gente preparada para el brete.
Pero la cereza del pastel es que, según cuentan, el viceministro Jiménez Steller se inventó unas justificaciones para tapar la bola. Dijo que iban a escanear todos los contenedores, pero la Contraloría salió con la verdad: ¡solo revisaron el 48%! ¿Se dan cuenta? Casi la mitad de la mercancía sigue pasando sin que nadie la vea. ¡Qué sal!
Daniel Calderón, el exdirector de la Fuerza Pública que puso en marcha la DIAC (Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal), dejó claro que esa unidad iba a ayudar a la PCD, no a reemplazarla. Era para echarles un empujoncito, darles datos útiles para investigar, pero no para dejarlos tirados. Parece que le quisieron hacer un churrito a la jugada.
Esto me recuerda a cuando le hicieron un cambalache a mi abuela con una rifa. Le prometieron un premio gordo y le dieron un llavero con la imagen de un sapo. ¡Una decepción! Así se siente uno cuando ve que la seguridad del país se va al traste por decisiones equivocadas.
Ahora les toca a ustedes, mis queridos lectores. ¿Creen que el gobierno debería volver a poner a la PCD en los aeropuertos y muelles? ¿O creen que la DIAC puede solucionar el problema sola? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, porque esto necesita un buen debate, diay!
