¡Ay, Dios mío! ¿Te imaginas ir a revisar tu cuenta del SINPE Móvil y ver que te sacaron hasta el último colón? Pues parece que eso le está pasando a varios ticos y los delincuentes están usando un truco más viejo que mi abuela para hacerlo. La Fiscalía está gritando desde las alturas: ¡cuidado con esos números de celular que cambiaste y dejaste tirados!
La movida es así, diay: tú cambiaste de línea, te descuidaste en avisarle al banco, y ahí quedó tu número viejo dando vueltas. Luego, la compañía telefónica, buscando hacer negocio, le da ese número a otra persona. Y si ese nuevo dueño es un coyote… ¡torta! Puede empezar a recibir transferencias que no le corresponden y a vaciar tu cuenta a toda velocidad.
Es como una telenovela, ¿verdad?, pero con tu dinero en juego. Los fiscales explican que los estafadores aprovechan que muchas personas olvidan actualizar sus datos en el banco cuando cambian de celular. Dejan el número viejo atorado en el sistema, esperando pacientemente a que alguien le dé una nueva vida... una vida criminal, claro. ¡Qué poca vergüenza!
Imagínate la sorpresa cuando vas a pagar la luz o comprarle unas gaseosas a tus panas y te das cuenta de que no tienes ni pa’ un café. Ahí es cuando te pones a revisar tus movimientos y descubres que alguien más estaba disfrutando de tus ahorros. ¡Un dolor de cabeza enorme, mae! Y peor aún, muchos no se dan cuenta hasta que es demasiado tarde.
Pero no todo está perdido, chunche. La Fiscalía no quiere que te quedes pensando en esto lamentándote. Ellos dicen que la solución es súper simple: contacta a tu banco, ¡ya!, y pide que revisen qué números de teléfono tienen registrados a tu nombre. Asegúrate de que sólo aparezca el que estás usando ahora mismo. No seas descuidado, ¡porfa!
Muchos bancos ahora ofrecen opciones digitales para gestionar estos cambios, así que no tienes excusa. Puedes hacerlo desde tu computadora o desde la app del banco. Además, la Superintendencia Nacional de Telecomunicaciones (SNT) también está trabajando en medidas para evitar que estos números reciclados sean utilizados para fines ilícitos. Esperemos que pronto tengamos algo más sólido que recomendaciones verbales.
Además, ojo con los correos electrónicos y mensajes extraños que recibas pidiendo información personal. No respondas nada si no estás seguro de quién te lo está enviando. Y recuerda: tu banco nunca te va a pedir tu contraseña por correo electrónico o mensaje de texto. ¡Eso es pura paparruchada!
En fin, la ciberdelincuencia está evolucionando a pasos agigantados, y nosotros tenemos que estar listos para defender nuestras cuentas. Así que, dime, ¿qué otras medidas crees que deberíamos tomar para protegernos de estas estafas modernas y no terminar con el bolsillo vacío?
La movida es así, diay: tú cambiaste de línea, te descuidaste en avisarle al banco, y ahí quedó tu número viejo dando vueltas. Luego, la compañía telefónica, buscando hacer negocio, le da ese número a otra persona. Y si ese nuevo dueño es un coyote… ¡torta! Puede empezar a recibir transferencias que no le corresponden y a vaciar tu cuenta a toda velocidad.
Es como una telenovela, ¿verdad?, pero con tu dinero en juego. Los fiscales explican que los estafadores aprovechan que muchas personas olvidan actualizar sus datos en el banco cuando cambian de celular. Dejan el número viejo atorado en el sistema, esperando pacientemente a que alguien le dé una nueva vida... una vida criminal, claro. ¡Qué poca vergüenza!
Imagínate la sorpresa cuando vas a pagar la luz o comprarle unas gaseosas a tus panas y te das cuenta de que no tienes ni pa’ un café. Ahí es cuando te pones a revisar tus movimientos y descubres que alguien más estaba disfrutando de tus ahorros. ¡Un dolor de cabeza enorme, mae! Y peor aún, muchos no se dan cuenta hasta que es demasiado tarde.
Pero no todo está perdido, chunche. La Fiscalía no quiere que te quedes pensando en esto lamentándote. Ellos dicen que la solución es súper simple: contacta a tu banco, ¡ya!, y pide que revisen qué números de teléfono tienen registrados a tu nombre. Asegúrate de que sólo aparezca el que estás usando ahora mismo. No seas descuidado, ¡porfa!
Muchos bancos ahora ofrecen opciones digitales para gestionar estos cambios, así que no tienes excusa. Puedes hacerlo desde tu computadora o desde la app del banco. Además, la Superintendencia Nacional de Telecomunicaciones (SNT) también está trabajando en medidas para evitar que estos números reciclados sean utilizados para fines ilícitos. Esperemos que pronto tengamos algo más sólido que recomendaciones verbales.
Además, ojo con los correos electrónicos y mensajes extraños que recibas pidiendo información personal. No respondas nada si no estás seguro de quién te lo está enviando. Y recuerda: tu banco nunca te va a pedir tu contraseña por correo electrónico o mensaje de texto. ¡Eso es pura paparruchada!
En fin, la ciberdelincuencia está evolucionando a pasos agigantados, y nosotros tenemos que estar listos para defender nuestras cuentas. Así que, dime, ¿qué otras medidas crees que deberíamos tomar para protegernos de estas estafas modernas y no terminar con el bolsillo vacío?
