¡Ay, Dios mío! Aquí no hay quién pueda negar que la polémica sigue rodando como trompo con el Presidente Rodrigo Chaves metido en el ajo. Esta semana, el Plenario Legislativo explotó como piña madura luego de los ataques del mandatario hacia la presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Eugenia Zamora. Parece que la solicitud de desafuero por 15 denuncias de beligerancia política le tocó una fibra muy sensible al Presidente, y vaya que se le notó.
Todo comenzó cuando Zamora solicitó levantarle el fuero al Presidente para poder enfrentar esas denuncias. Chaves, lejos de tomarlo con calma, salió en conferencia de prensa a soltar unas frases que hicieron temblar hasta las paredes del Congreso. Entre ellas, una que decía que esto podía acabar en una “guerra de sangre”. ¡Imagínate qué bronca! Eso encendió las alarmas en la oposición, quienes inmediatamente empezaron a criticarlo con todo y escalera.
“Es inaudito, pura vergüenza”, exclamó Ariel Robles, diputado frenteamplista, mientras el ambiente en el Plenario era tenso como cable de guitarra. Junto a él, Jonathan Acuña añadió que la actitud de Chaves de querer decidir si deja o no el poder el 8 de mayo del próximo año, le da “tintes autoritarios y dictatoriales”. ¡Pero no fueron los únicos!
La diputada del PLN, Kattia Rivera, también le metió duro al Presidente. Dijo que Zamora y sus colegas magistrados le dieron una “bien cerquita al agresor, al que ofende y se burla, al que expresa vulgaridad”. Con razón se puso roja la cara al Presidente, porque la señora no se anduvo con rodeos. ¡Le habló claro!
Johana Obando, también del PLN, fue aún más dura. Advirtió que las burlas y la intimidación del oficialismo hacia el TSE abren la puerta al autoritarismo. “Así empiezan las dictaduras costarricenses,” sentenció. ¡Eso sí que hizo eco en todo el salón! Uno no quiere que se nos vuelva a ir todo al traste como pasó en otros tiempos, ¿verdad?
Incluso Priscilla Vindas, del Frente Amplio, se sumó a la crítica, señalando que nunca habíamos tenido un Presidente que se comportara de esa manera. Recordó que Costa Rica ha sido históricamente una democracia robusta y orgullosa, y que estas actitudes no le hacen bien a nuestro país. La diputada del PUSC, Daniela Rojas, tampoco perdonó las amenazas de “guerra de sangre” por parte de Chaves. Agregó que el TSE, precisamente, fue quien protegió los votos que declararon ganador a Chaves en las elecciones del 2025.
Antonio Ortega, otro diputado frenteamplista, lanzó una frase que dejó a todos pensando: “Cada receta de los dictadores, ustedes la han cumplido con creces”. ¡Puaj! Un flechazo directo al corazón del oficialismo. El debate, como dicen por ahí, se armó gordo y pegajoso, con acusaciones cruzadas y defensas a rajatabla. El ambiente estaba más caliente que gallina asada en parrilla.
En fin, parece que la cosa está que arde y no va a amainar pronto. Ahora la pregunta que me quito de encima es: ¿Cree usted que las críticas de la oposición tienen fundamento o simplemente están aprovechando la situación para atacar al Presidente? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho saber qué piensa la gente!”,
	
		
			
		
		
	
				
			Todo comenzó cuando Zamora solicitó levantarle el fuero al Presidente para poder enfrentar esas denuncias. Chaves, lejos de tomarlo con calma, salió en conferencia de prensa a soltar unas frases que hicieron temblar hasta las paredes del Congreso. Entre ellas, una que decía que esto podía acabar en una “guerra de sangre”. ¡Imagínate qué bronca! Eso encendió las alarmas en la oposición, quienes inmediatamente empezaron a criticarlo con todo y escalera.
“Es inaudito, pura vergüenza”, exclamó Ariel Robles, diputado frenteamplista, mientras el ambiente en el Plenario era tenso como cable de guitarra. Junto a él, Jonathan Acuña añadió que la actitud de Chaves de querer decidir si deja o no el poder el 8 de mayo del próximo año, le da “tintes autoritarios y dictatoriales”. ¡Pero no fueron los únicos!
La diputada del PLN, Kattia Rivera, también le metió duro al Presidente. Dijo que Zamora y sus colegas magistrados le dieron una “bien cerquita al agresor, al que ofende y se burla, al que expresa vulgaridad”. Con razón se puso roja la cara al Presidente, porque la señora no se anduvo con rodeos. ¡Le habló claro!
Johana Obando, también del PLN, fue aún más dura. Advirtió que las burlas y la intimidación del oficialismo hacia el TSE abren la puerta al autoritarismo. “Así empiezan las dictaduras costarricenses,” sentenció. ¡Eso sí que hizo eco en todo el salón! Uno no quiere que se nos vuelva a ir todo al traste como pasó en otros tiempos, ¿verdad?
Incluso Priscilla Vindas, del Frente Amplio, se sumó a la crítica, señalando que nunca habíamos tenido un Presidente que se comportara de esa manera. Recordó que Costa Rica ha sido históricamente una democracia robusta y orgullosa, y que estas actitudes no le hacen bien a nuestro país. La diputada del PUSC, Daniela Rojas, tampoco perdonó las amenazas de “guerra de sangre” por parte de Chaves. Agregó que el TSE, precisamente, fue quien protegió los votos que declararon ganador a Chaves en las elecciones del 2025.
Antonio Ortega, otro diputado frenteamplista, lanzó una frase que dejó a todos pensando: “Cada receta de los dictadores, ustedes la han cumplido con creces”. ¡Puaj! Un flechazo directo al corazón del oficialismo. El debate, como dicen por ahí, se armó gordo y pegajoso, con acusaciones cruzadas y defensas a rajatabla. El ambiente estaba más caliente que gallina asada en parrilla.
En fin, parece que la cosa está que arde y no va a amainar pronto. Ahora la pregunta que me quito de encima es: ¿Cree usted que las críticas de la oposición tienen fundamento o simplemente están aprovechando la situación para atacar al Presidente? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho saber qué piensa la gente!”,
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		