¡Ay, Dios mío! Con las vacaciones acercándose y la gente planeando sus escapaditas, parece que nadie le pone atención a unas varas bien importantes. El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), esos compas del MAG que trabajan duro pa’ proteger nuestras plantaciones, lanzaron un llamado súper serio: ¡cuidado con lo que traes de vuelta a Costa Rica!
Miren, la cosa es así: muchas artesanías bonitas, esas que te venden allá afuera – hechas con fibra de coco, banano, paja, semillitas… toda esa onda – pueden esconder bichitos malos, hongos raros, ¡cosas que nos pueden meter tremendo brete a la producción agrícola! Ya saben, nuestra banana es nuestro sustento, y no queremos que ningún fungito raro se la coma, ¿me entienden?
Nelson Morera Paniagua, el jefe del SFE, lo dijo clarito: la gente está relajada y cree que esas cositas inofensivas no hacen daño. Pero ¡qué sal! Ese pensamiento puede costarnos caro. Imagínense el drama si entra un hongo nuevo que no podemos controlar... sería un papelón pa’ todos.
Y no piensen que esto aplica solo para lo que compras en el aeropuerto, maes. ¡Atención con las compras online! Si van comprando cositas de plantas por internet, asegúrense que tengan permiso del SFE. Porque si no, ¡zas!, se las confiscan y se las tira, sin contemplaciones. Así de sencillo. Mejor no arriesgarse, ¿verdad?
Este año, ya decomisaron más de 27 mil cosas de origen vegetal en los aeropuertos. ¡Imagínense la torta! Y destruir todas esas cosas, con los protocolos de bioseguridad que hay que seguir, sale caro, como unos nueve mil dólares al año. ¡Una pana! Eso es plata que podríamos estar invirtiendo en otras cosas.
Pa’ que se hagan una idea del peligro, el hongo Fusarium raza 4 tropical es una amenaza enorme para la bananera. Está metido en varios países de Sudamérica y, como no tenemos forma de combatirlo con químicos ni plantas resistentes, la única opción es no dejarlo entrar. ¡Es un tema muy serio, chunches!
Otro ejemplo fresco es el caracol gigante africano. Ese bicho terrible apareció en Curubandé en 2021 y ahora anda causando problemas en Heredia. El Gobierno ya tuvo que invertirle un buen dinero pa’ tratar de controlarlo, y todavía estamos peleando contra él. ¡Un despiche!
Así que, mi consejo es este: si van a traer alguna cosita de su viaje o van a comprar algo por internet, consulten con el SFE antes. Están ahí para ayudarles, mándeles un correo a [email protected] y resuelvan sus dudas. Ahora dime, ¿crees que la mayoría de los turistas toman conciencia de estos riesgos o creen que es solo un tecnicismo burocrático?
Miren, la cosa es así: muchas artesanías bonitas, esas que te venden allá afuera – hechas con fibra de coco, banano, paja, semillitas… toda esa onda – pueden esconder bichitos malos, hongos raros, ¡cosas que nos pueden meter tremendo brete a la producción agrícola! Ya saben, nuestra banana es nuestro sustento, y no queremos que ningún fungito raro se la coma, ¿me entienden?
Nelson Morera Paniagua, el jefe del SFE, lo dijo clarito: la gente está relajada y cree que esas cositas inofensivas no hacen daño. Pero ¡qué sal! Ese pensamiento puede costarnos caro. Imagínense el drama si entra un hongo nuevo que no podemos controlar... sería un papelón pa’ todos.
Y no piensen que esto aplica solo para lo que compras en el aeropuerto, maes. ¡Atención con las compras online! Si van comprando cositas de plantas por internet, asegúrense que tengan permiso del SFE. Porque si no, ¡zas!, se las confiscan y se las tira, sin contemplaciones. Así de sencillo. Mejor no arriesgarse, ¿verdad?
Este año, ya decomisaron más de 27 mil cosas de origen vegetal en los aeropuertos. ¡Imagínense la torta! Y destruir todas esas cosas, con los protocolos de bioseguridad que hay que seguir, sale caro, como unos nueve mil dólares al año. ¡Una pana! Eso es plata que podríamos estar invirtiendo en otras cosas.
Pa’ que se hagan una idea del peligro, el hongo Fusarium raza 4 tropical es una amenaza enorme para la bananera. Está metido en varios países de Sudamérica y, como no tenemos forma de combatirlo con químicos ni plantas resistentes, la única opción es no dejarlo entrar. ¡Es un tema muy serio, chunches!
Otro ejemplo fresco es el caracol gigante africano. Ese bicho terrible apareció en Curubandé en 2021 y ahora anda causando problemas en Heredia. El Gobierno ya tuvo que invertirle un buen dinero pa’ tratar de controlarlo, y todavía estamos peleando contra él. ¡Un despiche!
Así que, mi consejo es este: si van a traer alguna cosita de su viaje o van a comprar algo por internet, consulten con el SFE antes. Están ahí para ayudarles, mándeles un correo a [email protected] y resuelvan sus dudas. Ahora dime, ¿crees que la mayoría de los turistas toman conciencia de estos riesgos o creen que es solo un tecnicismo burocrático?
