¡Ay, Dios mío! Parece que la vida nos pone a prueba con todo y chimichurri. Resulta que el ICE, nuestro querido Instituto Costarricense de Electricidad, ha anunciado un montón de cortes de luz esta semana. Sí, así como lo escuchas, varios cantones van a estar a oscuras por mantenimiento, poda de árboles y hasta reubicación de líneas. ¡Imagínate preparar el café a las seis de la mañana con linterna!
Ahora, no pienses que esto es novedad. Ya hemos pasado por situaciones similares, donde los apagones se convierten en tertulias improvisadas bajo la luna. Pero esta vez, la lista de afectados es considerable, abarcando desde comunidades costeras en Limón hasta pueblos tranquilos en Alajuela y Puntarenas. Según el ICE, estos trabajos son necesarios para mejorar la confiabilidad del sistema eléctrico, pero eso no quita el fastidio de quedarse sin luz, especialmente si tienes cosas importantes que hacer.
Y ojo, porque no vamos a hablar de modochas ni de velas aromáticas. Esto afecta directamente a negocios, escuelas y hogares, interrumpiendo rutinas diarias y generando preocupación. Algunos ya están pensando en comprar baterías externas y planchadas portátiles, otros simplemente resignándose a pasar unos días desconectados del mundo moderno. La verdad, la situación nos recuerda lo dependientes que somos de la energía eléctrica, y cómo un simple corte puede paralizarnos.
Vamos por partes, pa’ que no se les escape ningún detalle. El lunes 20, la zona de Carbón en Cahuita será la primera en sentir el corte, entre la 1:00 p.m. y las 4:00 p.m. Luego, el martes, Guácimo y Comadre también sufrirán las consecuencias. En Alajuela, Naranjo, Rosario y Sarchí tendrán que aguantarse los apagones durante buena parte del día. ¡Imagínate intentar hacer tortillas o tostar pan con esos horarios!
Pero la cosa no termina ahí. El miércoles, Puerto Viejo y otras localidades limonenses deberán prepararse para perder la luz. El jueves, Cajón y Boruca serán las siguientes en experimentar la oscuridad, mientras que el viernes, Corredor y nuevamente Cahuita se sumarán a la lista. El ICE justifica todos estos cortes como necesarios para el “mantenimiento” y la “reubicación de líneas”, frases que ya nos resultan familiares, pero que no hacen menos frustrante la situación.
La clave acá, como siempre, es la prevención. Cargar los celulares, tener agua guardada, pilas extra para las linternas, y tratar de organizar las actividades importantes para que no coincidan con los horarios de corte. También es importante revisar las redes sociales y canales de comunicación del ICE para mantenerse informado sobre cualquier cambio de última hora. ¡Porque la información es poder, mi pana!
Sin embargo, no podemos evitar preguntarnos si realmente hay otra forma de abordar estos problemas de manera más eficiente. ¿Por qué tantos cortes programados? ¿Podrían implementarse soluciones más innovadoras para garantizar un suministro eléctrico continuo? ¿Se está invirtiendo lo suficiente en modernización de la infraestructura? Son preguntas que merecen ser respondidas, porque la estabilidad energética es fundamental para el desarrollo económico y social del país. A fin de cuentas, pagamos nuestras facturas religiosamente, ¡y esperamos que la luz nunca falle!
En fin, vecinos, prepárense para unos días un poco más oscuros. ¡Mantengan la calma, carguen sus dispositivos y aprovechen para leer un buen libro a la luz de las velas! Ahora me pregunto, ¿ustedes creen que el ICE debería ofrecer algún tipo de compensación económica por las molestias ocasionadas por estos cortes programados?
Ahora, no pienses que esto es novedad. Ya hemos pasado por situaciones similares, donde los apagones se convierten en tertulias improvisadas bajo la luna. Pero esta vez, la lista de afectados es considerable, abarcando desde comunidades costeras en Limón hasta pueblos tranquilos en Alajuela y Puntarenas. Según el ICE, estos trabajos son necesarios para mejorar la confiabilidad del sistema eléctrico, pero eso no quita el fastidio de quedarse sin luz, especialmente si tienes cosas importantes que hacer.
Y ojo, porque no vamos a hablar de modochas ni de velas aromáticas. Esto afecta directamente a negocios, escuelas y hogares, interrumpiendo rutinas diarias y generando preocupación. Algunos ya están pensando en comprar baterías externas y planchadas portátiles, otros simplemente resignándose a pasar unos días desconectados del mundo moderno. La verdad, la situación nos recuerda lo dependientes que somos de la energía eléctrica, y cómo un simple corte puede paralizarnos.
Vamos por partes, pa’ que no se les escape ningún detalle. El lunes 20, la zona de Carbón en Cahuita será la primera en sentir el corte, entre la 1:00 p.m. y las 4:00 p.m. Luego, el martes, Guácimo y Comadre también sufrirán las consecuencias. En Alajuela, Naranjo, Rosario y Sarchí tendrán que aguantarse los apagones durante buena parte del día. ¡Imagínate intentar hacer tortillas o tostar pan con esos horarios!
Pero la cosa no termina ahí. El miércoles, Puerto Viejo y otras localidades limonenses deberán prepararse para perder la luz. El jueves, Cajón y Boruca serán las siguientes en experimentar la oscuridad, mientras que el viernes, Corredor y nuevamente Cahuita se sumarán a la lista. El ICE justifica todos estos cortes como necesarios para el “mantenimiento” y la “reubicación de líneas”, frases que ya nos resultan familiares, pero que no hacen menos frustrante la situación.
La clave acá, como siempre, es la prevención. Cargar los celulares, tener agua guardada, pilas extra para las linternas, y tratar de organizar las actividades importantes para que no coincidan con los horarios de corte. También es importante revisar las redes sociales y canales de comunicación del ICE para mantenerse informado sobre cualquier cambio de última hora. ¡Porque la información es poder, mi pana!
Sin embargo, no podemos evitar preguntarnos si realmente hay otra forma de abordar estos problemas de manera más eficiente. ¿Por qué tantos cortes programados? ¿Podrían implementarse soluciones más innovadoras para garantizar un suministro eléctrico continuo? ¿Se está invirtiendo lo suficiente en modernización de la infraestructura? Son preguntas que merecen ser respondidas, porque la estabilidad energética es fundamental para el desarrollo económico y social del país. A fin de cuentas, pagamos nuestras facturas religiosamente, ¡y esperamos que la luz nunca falle!
En fin, vecinos, prepárense para unos días un poco más oscuros. ¡Mantengan la calma, carguen sus dispositivos y aprovechen para leer un buen libro a la luz de las velas! Ahora me pregunto, ¿ustedes creen que el ICE debería ofrecer algún tipo de compensación económica por las molestias ocasionadas por estos cortes programados?