¡Ay, Dios mío! La bronca del arroz sigue caldeando aguas en Costa Rica. Parece que la cosa va de largo, porque los arroceros andan desesperados y no paran de irle encima a la Asamblea Legislativa. Ya ni qué decir, llegaron a acampar ahí mismo, frente al Congreso, pidiendo a gritos que le den candela al proyecto de ley que busca crear el famoso Fonarroz.
¿Y cuál es la movida con este Fonarroz, se preguntarán? Pues básicamente es un fondo para echarle una mano al sector arrocero, que anda bien apriado desde que el Gobierno de Don Rodri – como le dicen a Chaves – implementó la Ruta del Arroz. Esa estrategia, que prometía bajar precios, terminó dejando a muchos productores con la cresta pelada y sin poder sostenerse. ¡Una verdadera torta!
Pero eso no es todo. Como si fuera poco, esta semana los arroceros decidieron darle un toque de humor negro a los legisladores, llevándoles un almuerzo… ¡sin arroz! Un verdadero llamado de atención, diay. Llegaron con platos donde apenas se veía una cucharadita del grano, mostrando así el panorama sombrío que atraviesa la producción nacional. El lema, pintadito: “Sin arroz no hay casado”. ¡Menos mal que trajeron frijoles, pa’ que no se murieran de hambre!
El proyecto de ley, presentado por el diputado frenteamplista Ariel Robles, lleva tiempo dando vueltas en la Asamblea. Está en etapa de discusión y votación de mociones de reiteración, y vaya que las hay. Alexander Barrantes, del partido oficialista, metió más de 50 enmiendas, y Daniela Rojas, socialcristiana, unas 20. Pero el avance, honestamente, es más lento que tortuga caminando en lodazal. ¡Qué despiche!
La verdad es que el tiempo apremia. Esta semana termina el período ordinario, y a partir del lunes entran las sesiones extraordinarias, donde el Poder Ejecutivo marca la agenda. Esto significa que el proyecto del Fonarroz podría quedar congelado, esperando meses, incluso años, para que alguien le dé otra mirada. Se habla de febrero de 2026 para retomar las discusiones... ¡Imagínate la paciencia que necesitan estos señores!
Robles no se quedó callado y soltó una pulla de campeonato al oficialismo. Dijo que no solo la Ruta del Arroz dejó al sector devastado, sino que la propia Asamblea, al poner trabas al Fonarroz, está complicando aún más las cosas. “Impieden todo avance, no permiten que avance”, exclamó, visiblemente frustrado. ¡Uno entiende su bronca!
Mientras tanto, la diputada Pilar Cisneros, jefa de la bancada de Gobierno, rechazó el almuerzo que le ofrecieron los arroceros. Según Robles, la diputada simplemente dijo que no quería nada, demostrando así su falta de interés en el problema. Claro, siempre hay gente que prefiere mirar hacia otro lado. En contraste, otros diputados sí aceptaron el gesto, aunque tampoco parece haber mucho movimiento en el Congreso. Hay quienes sugieren cerrar Conarroz y destinar esos fondos a los arroceros... ¡una opción interesante a considerar!
En fin, la situación es complicada y requiere urgentemente una solución. El futuro del sector arrocero está en juego, y depende de que los diputados hagan su chamba correctamente. Así que me pregunto, ¿creen que el Fonarroz realmente tendrá alguna oportunidad de aprobarse antes de que termine este cuatrienio, o estamos ante una oportunidad perdida para apoyar a nuestros agricultores?
¿Y cuál es la movida con este Fonarroz, se preguntarán? Pues básicamente es un fondo para echarle una mano al sector arrocero, que anda bien apriado desde que el Gobierno de Don Rodri – como le dicen a Chaves – implementó la Ruta del Arroz. Esa estrategia, que prometía bajar precios, terminó dejando a muchos productores con la cresta pelada y sin poder sostenerse. ¡Una verdadera torta!
Pero eso no es todo. Como si fuera poco, esta semana los arroceros decidieron darle un toque de humor negro a los legisladores, llevándoles un almuerzo… ¡sin arroz! Un verdadero llamado de atención, diay. Llegaron con platos donde apenas se veía una cucharadita del grano, mostrando así el panorama sombrío que atraviesa la producción nacional. El lema, pintadito: “Sin arroz no hay casado”. ¡Menos mal que trajeron frijoles, pa’ que no se murieran de hambre!
El proyecto de ley, presentado por el diputado frenteamplista Ariel Robles, lleva tiempo dando vueltas en la Asamblea. Está en etapa de discusión y votación de mociones de reiteración, y vaya que las hay. Alexander Barrantes, del partido oficialista, metió más de 50 enmiendas, y Daniela Rojas, socialcristiana, unas 20. Pero el avance, honestamente, es más lento que tortuga caminando en lodazal. ¡Qué despiche!
La verdad es que el tiempo apremia. Esta semana termina el período ordinario, y a partir del lunes entran las sesiones extraordinarias, donde el Poder Ejecutivo marca la agenda. Esto significa que el proyecto del Fonarroz podría quedar congelado, esperando meses, incluso años, para que alguien le dé otra mirada. Se habla de febrero de 2026 para retomar las discusiones... ¡Imagínate la paciencia que necesitan estos señores!
Robles no se quedó callado y soltó una pulla de campeonato al oficialismo. Dijo que no solo la Ruta del Arroz dejó al sector devastado, sino que la propia Asamblea, al poner trabas al Fonarroz, está complicando aún más las cosas. “Impieden todo avance, no permiten que avance”, exclamó, visiblemente frustrado. ¡Uno entiende su bronca!
Mientras tanto, la diputada Pilar Cisneros, jefa de la bancada de Gobierno, rechazó el almuerzo que le ofrecieron los arroceros. Según Robles, la diputada simplemente dijo que no quería nada, demostrando así su falta de interés en el problema. Claro, siempre hay gente que prefiere mirar hacia otro lado. En contraste, otros diputados sí aceptaron el gesto, aunque tampoco parece haber mucho movimiento en el Congreso. Hay quienes sugieren cerrar Conarroz y destinar esos fondos a los arroceros... ¡una opción interesante a considerar!
En fin, la situación es complicada y requiere urgentemente una solución. El futuro del sector arrocero está en juego, y depende de que los diputados hagan su chamba correctamente. Así que me pregunto, ¿creen que el Fonarroz realmente tendrá alguna oportunidad de aprobarse antes de que termine este cuatrienio, o estamos ante una oportunidad perdida para apoyar a nuestros agricultores?
