¡Quiubo, compañeros! Se nos va el año volando y eso significa que la fecha de cierre fiscal está llamando a la puerta. No sean como esos que hasta diciembre no voltean a ver qué onda con sus deberes tributarios, porque luego se van al brete buscando cómo cuadrar cuentas. Con el TRIBU-CR recién puesto en marcha, este año hay que ponerle extra atención, que no vaya a ser que nos agarre desprevenidos.
Como bien saben, la fecha límite es el 31 de diciembre, así que ya ni me hagan el cuento de “me alcanza”. El panorama se complica un poco con todas las modificaciones que ha traído el Ministerio de Hacienda, pero tranquilos, que vamos a destilarlo para que todo quede clarito. Un buen amigo mío, Raymundo Volio, experto en impuestos, me decía que ahora más que nunca hay que estar revisando todo con lupa. Imagínense tener que lidiar con multas de última hora… ¡qué torta!
Volio insistió en que la clave está en echarle ojo a todos los gastos e inversiones de este año, desde el negocio hasta lo personal. No vayan a olvidarse de alguna factura, que luego les cuesta más que encontrar estacionamiento en el centro. Y ojo, que una vez pasado el 31, ya no hay vuelta atrás. ¡Así que manos a la obra, maes!
Y hablando de cosas que hay que chequear, la Oficina Virtual Inteligente (OVI) es nuestro mejor aliado. Desde ahí podemos rastrear los créditos fiscales aplicados, los pagos que hicimos a medias a lo largo del año (junio, septiembre y diciembre), y las retenciones que hicieron en nuestras cédulas. Pero cuidado, ¡la OVI también puede ser un fastidio! Verifiquen que toda la info esté correcta, porque si las instituciones retenedoras meten la pata, pueden tener problemas para acreditar esas retenciones.
Según Volio, “una revisión temprana es crucial, especialmente con respecto a esas retenciones del 2%. La falta de información correcta por parte de las instituciones retenedoras podría impedir su acreditación, generando complicaciones innecesarias.” Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí. Además, un cierre fiscal bien hecho no solo te libra de errores y papeletas, sino que te ayuda a aprovechar al máximo tus beneficios fiscales. ¡Un ahorro siempre viene bien, chunche!
Ahora, si son de los que andan rebasados con los papeles, mi recomendación es empezar a organizar todo con tiempo. Soliciten notas de crédito si necesitan ajustar algunas cosas, hagan un repaso de los pagos y asegúrense de que todo esté en orden. No dejen todo para el último momento, que luego se arman las colas y los nervios. Recuerden que la administración tributaria no espera por nadie, ¡y ellos tienen la razón!
Otro consejo importante: anticítense en buscar asesoría profesional si sienten que el tema se les complica demasiado. Un contador o un especialista en impuestos pueden ayudarles a optimizar su situación y evitar sorpresas desagradables. Al final del día, lo importante es cumplir con nuestras obligaciones fiscales de manera transparente y responsable. No hay atajos mágicos, ¡pero sí mucha organización y constancia!
Bueno, compañeros, ya saben... ¡no esperen a que les toque! Revisen, confirmen, corrijan y presenten su declaración de impuestos a tiempo. Pero dime, ¿cuál ha sido tu mayor dificultad al momento de hacer los impuestos en años anteriores? ¿Te has animado a utilizar la OVI o prefieres ir al RAP contigo mismo?
Como bien saben, la fecha límite es el 31 de diciembre, así que ya ni me hagan el cuento de “me alcanza”. El panorama se complica un poco con todas las modificaciones que ha traído el Ministerio de Hacienda, pero tranquilos, que vamos a destilarlo para que todo quede clarito. Un buen amigo mío, Raymundo Volio, experto en impuestos, me decía que ahora más que nunca hay que estar revisando todo con lupa. Imagínense tener que lidiar con multas de última hora… ¡qué torta!
Volio insistió en que la clave está en echarle ojo a todos los gastos e inversiones de este año, desde el negocio hasta lo personal. No vayan a olvidarse de alguna factura, que luego les cuesta más que encontrar estacionamiento en el centro. Y ojo, que una vez pasado el 31, ya no hay vuelta atrás. ¡Así que manos a la obra, maes!
Y hablando de cosas que hay que chequear, la Oficina Virtual Inteligente (OVI) es nuestro mejor aliado. Desde ahí podemos rastrear los créditos fiscales aplicados, los pagos que hicimos a medias a lo largo del año (junio, septiembre y diciembre), y las retenciones que hicieron en nuestras cédulas. Pero cuidado, ¡la OVI también puede ser un fastidio! Verifiquen que toda la info esté correcta, porque si las instituciones retenedoras meten la pata, pueden tener problemas para acreditar esas retenciones.
Según Volio, “una revisión temprana es crucial, especialmente con respecto a esas retenciones del 2%. La falta de información correcta por parte de las instituciones retenedoras podría impedir su acreditación, generando complicaciones innecesarias.” Mejor prevenir que lamentar, dicen por ahí. Además, un cierre fiscal bien hecho no solo te libra de errores y papeletas, sino que te ayuda a aprovechar al máximo tus beneficios fiscales. ¡Un ahorro siempre viene bien, chunche!
Ahora, si son de los que andan rebasados con los papeles, mi recomendación es empezar a organizar todo con tiempo. Soliciten notas de crédito si necesitan ajustar algunas cosas, hagan un repaso de los pagos y asegúrense de que todo esté en orden. No dejen todo para el último momento, que luego se arman las colas y los nervios. Recuerden que la administración tributaria no espera por nadie, ¡y ellos tienen la razón!
Otro consejo importante: anticítense en buscar asesoría profesional si sienten que el tema se les complica demasiado. Un contador o un especialista en impuestos pueden ayudarles a optimizar su situación y evitar sorpresas desagradables. Al final del día, lo importante es cumplir con nuestras obligaciones fiscales de manera transparente y responsable. No hay atajos mágicos, ¡pero sí mucha organización y constancia!
Bueno, compañeros, ya saben... ¡no esperen a que les toque! Revisen, confirmen, corrijan y presenten su declaración de impuestos a tiempo. Pero dime, ¿cuál ha sido tu mayor dificultad al momento de hacer los impuestos en años anteriores? ¿Te has animado a utilizar la OVI o prefieres ir al RAP contigo mismo?