¡Pero qué vaina, raza! Parece que la cosa se puso bien caliente afuera y nos toca lidiar con las consecuencias. Las autoridades de Colombia y España, echándose un clavazo con Europol, agarraron a cinco peces gordos del Clan del Golfo, esa banda criminal que ha causado un tremendo lío por allá. Lo más preocupante es que estos señores tienen sus tentáculos metidos hasta acá, en nuestra querida Costa Rica.
Según la información que salió a relucir, estos capos estaban dirigiendo toda la movida del tráfico de cocaína desde Centroamérica hasta Europa. Desde la producción en la selva hasta que la blanca llega a los barrios europeos, ellos eran los que tenían el control. Claro, no se pueden andar haciendo esas cosas sin tener cómplices y rutas establecidas, ¿verdad?
Todo esto salió a la luz gracias a esos celulares que usan los narcos, los famosos Sky ECC. Un chuche tecnológico que les permite comunicarse cifrados, pero al final siempre dejan rastros. Parece que las agencias policiales lograron colarse en sus conversaciones y armar este rompecabezas que terminó con capturas en Colombia y España. ¡Qué manera de meterles encima!
En Colombia decomisaron unas 25 propiedades, nueve empresas y 17 vehículos, todo valuado en unos 12 millones de euros. ¡Una fortuna, diay! Eso demuestra la magnitud del negocio ilícito en el que estaban envueltos. Además, detuvieron a dos de los cabecillas, considerados Objetivos de Alto Valor (OAV), eso sí que da duro.
Europol soltó un comunicado diciendo que este tipo de operaciones afectan la salud de los europeos, la economía y la seguridad. Pero pa’ nosotros, la cosa es aún más cercana. La violencia y el crimen organizado terminan afectando a todos los países de la región, y Costa Rica no es la excepción. Nos toca estar alertas y exigirle al gobierno que trabaje duro para combatir este problema.
Y ahí es donde nos entra a nosotros, mi gente. Estos tipos, aparte de mandar la droga hacia Europa, tienen contactos con otros grupos criminales en Sudamérica, incluyendo Panamá, República Dominicana… ¡y claro!, Costa Rica. Parece que usan lanchas rápidas y barcos de pesca para sacar la coca desde el Pacífico colombiano, luego la pasan al Caribe y de ahí van los contenedores llenos hasta Europa. Una ruta peligrosa y bien aceitada.
La policía investigó cómo entraban y salían la droga, dónde se guardaba, quiénes eran los encargados de moverla. Descubrieron que usaban criptomonedas para lavar los billetes sucios, moviendo unos 700 millones de dólares en divisas digitales. ¡Qué nivel de sofisticación! Ya no basta con perseguirlos por tierra; hay que meterle mano a la tecnología también.
Ahora, me pregunto... ¿Con estas capturas lograremos frenar la influencia del Clan del Golfo en Costa Rica, o simplemente desaparecerán para volver con más fuerza? ¿Deberíamos reforzar la vigilancia en nuestros puertos y costas, o enfocarnos en atacar las estructuras financieras que les permiten operar? ¡Vamos a debatirlo, raza!
Según la información que salió a relucir, estos capos estaban dirigiendo toda la movida del tráfico de cocaína desde Centroamérica hasta Europa. Desde la producción en la selva hasta que la blanca llega a los barrios europeos, ellos eran los que tenían el control. Claro, no se pueden andar haciendo esas cosas sin tener cómplices y rutas establecidas, ¿verdad?
Todo esto salió a la luz gracias a esos celulares que usan los narcos, los famosos Sky ECC. Un chuche tecnológico que les permite comunicarse cifrados, pero al final siempre dejan rastros. Parece que las agencias policiales lograron colarse en sus conversaciones y armar este rompecabezas que terminó con capturas en Colombia y España. ¡Qué manera de meterles encima!
En Colombia decomisaron unas 25 propiedades, nueve empresas y 17 vehículos, todo valuado en unos 12 millones de euros. ¡Una fortuna, diay! Eso demuestra la magnitud del negocio ilícito en el que estaban envueltos. Además, detuvieron a dos de los cabecillas, considerados Objetivos de Alto Valor (OAV), eso sí que da duro.
Europol soltó un comunicado diciendo que este tipo de operaciones afectan la salud de los europeos, la economía y la seguridad. Pero pa’ nosotros, la cosa es aún más cercana. La violencia y el crimen organizado terminan afectando a todos los países de la región, y Costa Rica no es la excepción. Nos toca estar alertas y exigirle al gobierno que trabaje duro para combatir este problema.
Y ahí es donde nos entra a nosotros, mi gente. Estos tipos, aparte de mandar la droga hacia Europa, tienen contactos con otros grupos criminales en Sudamérica, incluyendo Panamá, República Dominicana… ¡y claro!, Costa Rica. Parece que usan lanchas rápidas y barcos de pesca para sacar la coca desde el Pacífico colombiano, luego la pasan al Caribe y de ahí van los contenedores llenos hasta Europa. Una ruta peligrosa y bien aceitada.
La policía investigó cómo entraban y salían la droga, dónde se guardaba, quiénes eran los encargados de moverla. Descubrieron que usaban criptomonedas para lavar los billetes sucios, moviendo unos 700 millones de dólares en divisas digitales. ¡Qué nivel de sofisticación! Ya no basta con perseguirlos por tierra; hay que meterle mano a la tecnología también.
Ahora, me pregunto... ¿Con estas capturas lograremos frenar la influencia del Clan del Golfo en Costa Rica, o simplemente desaparecerán para volver con más fuerza? ¿Deberíamos reforzar la vigilancia en nuestros puertos y costas, o enfocarnos en atacar las estructuras financieras que les permiten operar? ¡Vamos a debatirlo, raza!
