¡Qué barbaridad, raza! Parece que los estafadores ahora andan más listos que nunca y se han puesto a meterse con nuestros estudiantes universitarios usando el nombre de Fidélitas. La onda es que les llaman por teléfono haciéndose los representantes de la universidad para sacarles información personal. ¡Un despache!
Según nos cuentan desde Fidélitas, ya tienen reporte de varios llamados donde unos tipos bien tranquilos se presentan como del departamento de reclutamiento o de asuntos académicos. Lo que buscan, obviamente, es pescarles números de cuenta bancaria, tarjetas, claves secretas, esos códigos de verificación que te mandan por mensaje, e incluso pedirles la firma digital. ¡Imagínate el fajón!
Y aquí viene la parte importante: Fidélitas ha salido al frente rapidito para aclarar que NO, ellos no solicitan esa clase de información por teléfono. Así que si te llama alguien diciendo que es de la u y necesita esos datos, ¡cuelga inmediatamente y bloquéale! No le des pie pa' que te robe el chunche.
Es verdad que la tecnología avanza a pasos agigantaos, pero estos timbaos siguen siendo la misma vaina de siempre: aprovecharse de la confianza de la gente. Por eso, hay que estar más alerta que gato amagado. Revisa tus estados de cuenta regularmente, no compartas información sensible con desconocidos y, sobre todo, confía en tu instinto. Si algo te parece raro, ¡seguro que lo está!
Las autoridades ya están enteradas del caso y piden a la población que denuncie cualquier intento de fraude. Podés acercarte a la policía o a la Defensoría del Consumidor para hacer la denuncia formal. Ellos son quienes pueden investigar y atrapar a estos maeses. ¡Que no se salgan con la suya!
Esto nos recuerda lo importante que es educarnos constantemente sobre seguridad informática. No es suficiente saber cómo usar internet; también tenemos que aprender a protegernos de los peligros que acechan en la red. Hay cursos online gratuitos, talleres en centros comunitarios... ¡aprovéchalos! Porque prevenir siempre es mejor que lamentar, diay.
Además, piénsalo: hoy te afecta a ti, mañana me puede pasar a mí. Todos estamos en riesgo si bajamos la guardia. Compartí este dato con tus familiares, amigos y compañeros de estudio. Que todos estén informados y sepan cómo defenderse de estos estafadores. ¡No permitamos que se aprovechen de nuestra buena fe!
En fin, una vez más queda claro que debemos mantenernos despiertos ante estas situaciones. Este brete nos enseña a ser más cuidadosos con nuestra información personal y a desconfiar de ofertas demasiado buenas o solicitudes inesperadas. Entonces, te pregunto, ¿qué otras medidas crees que deberíamos tomar como comunidad universitaria para protegernos de este tipo de fraudes?
Según nos cuentan desde Fidélitas, ya tienen reporte de varios llamados donde unos tipos bien tranquilos se presentan como del departamento de reclutamiento o de asuntos académicos. Lo que buscan, obviamente, es pescarles números de cuenta bancaria, tarjetas, claves secretas, esos códigos de verificación que te mandan por mensaje, e incluso pedirles la firma digital. ¡Imagínate el fajón!
Y aquí viene la parte importante: Fidélitas ha salido al frente rapidito para aclarar que NO, ellos no solicitan esa clase de información por teléfono. Así que si te llama alguien diciendo que es de la u y necesita esos datos, ¡cuelga inmediatamente y bloquéale! No le des pie pa' que te robe el chunche.
Es verdad que la tecnología avanza a pasos agigantaos, pero estos timbaos siguen siendo la misma vaina de siempre: aprovecharse de la confianza de la gente. Por eso, hay que estar más alerta que gato amagado. Revisa tus estados de cuenta regularmente, no compartas información sensible con desconocidos y, sobre todo, confía en tu instinto. Si algo te parece raro, ¡seguro que lo está!
Las autoridades ya están enteradas del caso y piden a la población que denuncie cualquier intento de fraude. Podés acercarte a la policía o a la Defensoría del Consumidor para hacer la denuncia formal. Ellos son quienes pueden investigar y atrapar a estos maeses. ¡Que no se salgan con la suya!
Esto nos recuerda lo importante que es educarnos constantemente sobre seguridad informática. No es suficiente saber cómo usar internet; también tenemos que aprender a protegernos de los peligros que acechan en la red. Hay cursos online gratuitos, talleres en centros comunitarios... ¡aprovéchalos! Porque prevenir siempre es mejor que lamentar, diay.
Además, piénsalo: hoy te afecta a ti, mañana me puede pasar a mí. Todos estamos en riesgo si bajamos la guardia. Compartí este dato con tus familiares, amigos y compañeros de estudio. Que todos estén informados y sepan cómo defenderse de estos estafadores. ¡No permitamos que se aprovechen de nuestra buena fe!
En fin, una vez más queda claro que debemos mantenernos despiertos ante estas situaciones. Este brete nos enseña a ser más cuidadosos con nuestra información personal y a desconfiar de ofertas demasiado buenas o solicitudes inesperadas. Entonces, te pregunto, ¿qué otras medidas crees que deberíamos tomar como comunidad universitaria para protegernos de este tipo de fraudes?