¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, con una alerta de seguridad de Estados Unidos sacudiendo la olla. Resulta que nuestros vecinos del norte están recomendándole a sus ciudadanos pensar dos veces antes de venir a disfrutar de nuestras playas y volcanes, porque parece que la criminalidad ha subido tanto que hasta ellos están preocupados. ¡Una torta! Justo cuando queríamos impulsar el turismo, nos toca recibir esto.
Según la Embajada de EE.UU., bandas organizadas andan pegándose unos fajazos bien fuertes a propiedades de extranjeros, roba’os financieros y hasta asaltos a mano armada. Dicen que han visto gente sacando dinero a lo loco de los cajeros automáticos o haciendo transferencias bancarias bajo presión. Lo peor es que muchos turistas han caído en la trampa en esos Airbnb y otros lugares de alquiler, pensando que están tranquilos y terminando siendo víctimas de estos delincuentes. ¡Un brete!
El comunicado de la embajada es claro: hay que estar ojo avizor. Les dan unas recomendaciones que ya sabemos, como reportar cualquier incidente al OIJ (Organismo de Investigación Judicial), verificar la identidad de las autoridades que se te acercan y no resistirse a los robos, que eso es buscarle la mosca al jamón. Además, aconsejan minimizar lo que llevamos encima, no andar mostrando joyería costosa y evitar caminar solo por ahí, especialmente de noche. Diay, qué paranoia...
Para los que tienen negocios o casas aquí, la cosa es aún más seria. La embajada recomienda invertir en seguridad: cámaras, alarmas, luces con sensor de movimiento, todo el rollo. También dicen que hagamos menos ruido en redes sociales, que no publicaremos dónde estamos ni qué tenemos, porque los bichos se ponen nerviosos viendo esas cosas. Mejor fotos después de haber disfrutado, ¿verdad?
Ahora, hablando de seguridad financiera, nos recuerdan que pongamos límites en los retiros de efectivo, informemos al banco sobre nuestros viajes y consideremos contratar un seguro que cubra pérdidas o robos. ¡Como si fuera fácil! Ya somos pobres de todas formas, ¿para qué gastarnos más en seguros?
Pero no todo está perdido, vamos a darle vuelta a la tortilla. Costa Rica sigue siendo un país hermoso, con gente amable y paisajes increíbles. Sí, hay problemas, pero no podemos dejar que eso nos quite la alegría de vivir. Tenemos que trabajar juntos, exigirle más al gobierno, fortalecer la policía y crear conciencia entre la población. De nada sirve ponernos a escondernos, sino enfrentar la situación con inteligencia y valentía.
Este tema me recuerda mucho a lo que pasó hace unos años con el dengue. Al principio todo el mundo estaba quejándose y dando espanto, pero luego nos dimos cuenta que echándonos crema pa’l mosquito y limpiando los patios podíamos controlar la situación. Así que, con la criminalidad, igual podemos salir adelante si ponemos manos a la obra. No hay que caer en la desesperación, sino en la acción, ¿me entienden?
Ahora, digámoslo claro: Esta alerta es una bocanada de aire fresco que nos obliga a ver la realidad. Pero, ¿cree usted que las recomendaciones de la Embajada estadounidense son suficientes para frenar la creciente ola de criminalidad en Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas, como mayor inversión en seguridad y una reforma judicial profunda? ¡Déjenos sus opiniones en los comentarios y empecemos a debatir!
Según la Embajada de EE.UU., bandas organizadas andan pegándose unos fajazos bien fuertes a propiedades de extranjeros, roba’os financieros y hasta asaltos a mano armada. Dicen que han visto gente sacando dinero a lo loco de los cajeros automáticos o haciendo transferencias bancarias bajo presión. Lo peor es que muchos turistas han caído en la trampa en esos Airbnb y otros lugares de alquiler, pensando que están tranquilos y terminando siendo víctimas de estos delincuentes. ¡Un brete!
El comunicado de la embajada es claro: hay que estar ojo avizor. Les dan unas recomendaciones que ya sabemos, como reportar cualquier incidente al OIJ (Organismo de Investigación Judicial), verificar la identidad de las autoridades que se te acercan y no resistirse a los robos, que eso es buscarle la mosca al jamón. Además, aconsejan minimizar lo que llevamos encima, no andar mostrando joyería costosa y evitar caminar solo por ahí, especialmente de noche. Diay, qué paranoia...
Para los que tienen negocios o casas aquí, la cosa es aún más seria. La embajada recomienda invertir en seguridad: cámaras, alarmas, luces con sensor de movimiento, todo el rollo. También dicen que hagamos menos ruido en redes sociales, que no publicaremos dónde estamos ni qué tenemos, porque los bichos se ponen nerviosos viendo esas cosas. Mejor fotos después de haber disfrutado, ¿verdad?
Ahora, hablando de seguridad financiera, nos recuerdan que pongamos límites en los retiros de efectivo, informemos al banco sobre nuestros viajes y consideremos contratar un seguro que cubra pérdidas o robos. ¡Como si fuera fácil! Ya somos pobres de todas formas, ¿para qué gastarnos más en seguros?
Pero no todo está perdido, vamos a darle vuelta a la tortilla. Costa Rica sigue siendo un país hermoso, con gente amable y paisajes increíbles. Sí, hay problemas, pero no podemos dejar que eso nos quite la alegría de vivir. Tenemos que trabajar juntos, exigirle más al gobierno, fortalecer la policía y crear conciencia entre la población. De nada sirve ponernos a escondernos, sino enfrentar la situación con inteligencia y valentía.
Este tema me recuerda mucho a lo que pasó hace unos años con el dengue. Al principio todo el mundo estaba quejándose y dando espanto, pero luego nos dimos cuenta que echándonos crema pa’l mosquito y limpiando los patios podíamos controlar la situación. Así que, con la criminalidad, igual podemos salir adelante si ponemos manos a la obra. No hay que caer en la desesperación, sino en la acción, ¿me entienden?
Ahora, digámoslo claro: Esta alerta es una bocanada de aire fresco que nos obliga a ver la realidad. Pero, ¿cree usted que las recomendaciones de la Embajada estadounidense son suficientes para frenar la creciente ola de criminalidad en Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas, como mayor inversión en seguridad y una reforma judicial profunda? ¡Déjenos sus opiniones en los comentarios y empecemos a debatir!