¡Ay, Dios mío! La cosa está fea en nuestras aguas. La Cruz Roja mandó un alerta bien serio porque parece que este año nos vamos a comer unos números escalofriantes en cuanto a accidentes acuáticos. Ya van 105 personas fallecidas, ¡una barbaridad!, y eso que todavía ni estamos en diciembre. Claramente, necesitamos ponerle pausa a esta espiral de tragedias que nos está sacudiendo a todos.
Como si fuera poco, la mayoría de estos percances ocurren en lugares donde deberíamos estar disfrutando tranquilamente: nuestras playas paradisíacas y ríos cristalinos, esos que tanto nos caracterizan. Según los datos oficiales, de esas 105 vidas truncadas, 42 se fueron en playas, 36 en ríos, 19 en otras aguas y solamente 8 en piscinas. Uno se queda pensando, ¿dónde está la falla?
Pero lo que realmente nos dio un cosazo a todos fue el incidente de ayer en Tacacorí de Alajuela. Imagínate, dos nenes, de tan solo 12 y 10 años, perdieron la vida en una piscina. ¡Qué torta! Una tragedia que te golpea duro en el estómago y te hace preguntarte qué está pasando con nuestra responsabilidad como padres y cuidadores. No hay excusa para bajar la guardia, especialmente cuando se trata de nuestros hijos.
Desde la Cruz Roja están pidiendo a gritos que le pongamos atención a esto. Nos dicen que es crucial supervisar a los niños como quicos cerca del agua, que evitemos meternos al mar o a los ríos si estamos curtiéndonos con unas copas, y que usemos chaleco salvavidas si vamos a pescar o hacer alguna actividad acuática. Son cosas básicas, ¿verdad?, pero ahí es donde radica el problema: la gente no las toma en serio.
Y ojo, que no es solamente cuestión de ir con cuidado. También es importante respetar las indicaciones de seguridad que ponen en las playas: las banderas rojas, las boyas, los carteles de peligro. No andarnos de listos creyendo que sabemos más que los profesionales. Las corrientes marinas pueden cambiar rapidísimo y llevártete de sorpresa. Créeme, no vale la pena arriesgarse.
Ahora, muchos se preguntarán, ¿por qué tanta gente sigue teniendo accidentes aunque sabe que existen estas medidas de prevención? Bueno, aquí entramos en un tema más profundo: la cultura de riesgo. Muchos piensan que son inmunes a los peligros, que “eso no me pasará a mí”. Pero la verdad es que nadie es invencible, y las consecuencias pueden ser devastadoras, como tristemente pudimos ver con esos dos angelitos en Alajuela.
Además, también hay que hablar de la falta de educación y concientización. Muchas veces la gente simplemente no conoce los riesgos reales asociados a las actividades acuáticas, o no entiende la importancia de seguir las normas de seguridad. Por eso es vital que las autoridades, las escuelas, los medios de comunicación, todos pongamos nuestro granito de arena para difundir información clara y precisa sobre cómo protegernos en el agua. Que aprendan los mocosos desde chiquitos, bretés.
En fin, la situación es grave y requiere de una respuesta contundente. Necesitamos tomar conciencia colectiva, asumir nuestra responsabilidad individual y redoblar esfuerzos para evitar que más familias sufran la pérdida irreparable de un ser querido. Entonces, dime tú, ¿qué medidas adicionales crees que deberían implementarse para garantizar la seguridad de los bañistas en Costa Rica y evitar más tragedias en nuestras aguas?
Como si fuera poco, la mayoría de estos percances ocurren en lugares donde deberíamos estar disfrutando tranquilamente: nuestras playas paradisíacas y ríos cristalinos, esos que tanto nos caracterizan. Según los datos oficiales, de esas 105 vidas truncadas, 42 se fueron en playas, 36 en ríos, 19 en otras aguas y solamente 8 en piscinas. Uno se queda pensando, ¿dónde está la falla?
Pero lo que realmente nos dio un cosazo a todos fue el incidente de ayer en Tacacorí de Alajuela. Imagínate, dos nenes, de tan solo 12 y 10 años, perdieron la vida en una piscina. ¡Qué torta! Una tragedia que te golpea duro en el estómago y te hace preguntarte qué está pasando con nuestra responsabilidad como padres y cuidadores. No hay excusa para bajar la guardia, especialmente cuando se trata de nuestros hijos.
Desde la Cruz Roja están pidiendo a gritos que le pongamos atención a esto. Nos dicen que es crucial supervisar a los niños como quicos cerca del agua, que evitemos meternos al mar o a los ríos si estamos curtiéndonos con unas copas, y que usemos chaleco salvavidas si vamos a pescar o hacer alguna actividad acuática. Son cosas básicas, ¿verdad?, pero ahí es donde radica el problema: la gente no las toma en serio.
Y ojo, que no es solamente cuestión de ir con cuidado. También es importante respetar las indicaciones de seguridad que ponen en las playas: las banderas rojas, las boyas, los carteles de peligro. No andarnos de listos creyendo que sabemos más que los profesionales. Las corrientes marinas pueden cambiar rapidísimo y llevártete de sorpresa. Créeme, no vale la pena arriesgarse.
Ahora, muchos se preguntarán, ¿por qué tanta gente sigue teniendo accidentes aunque sabe que existen estas medidas de prevención? Bueno, aquí entramos en un tema más profundo: la cultura de riesgo. Muchos piensan que son inmunes a los peligros, que “eso no me pasará a mí”. Pero la verdad es que nadie es invencible, y las consecuencias pueden ser devastadoras, como tristemente pudimos ver con esos dos angelitos en Alajuela.
Además, también hay que hablar de la falta de educación y concientización. Muchas veces la gente simplemente no conoce los riesgos reales asociados a las actividades acuáticas, o no entiende la importancia de seguir las normas de seguridad. Por eso es vital que las autoridades, las escuelas, los medios de comunicación, todos pongamos nuestro granito de arena para difundir información clara y precisa sobre cómo protegernos en el agua. Que aprendan los mocosos desde chiquitos, bretés.
En fin, la situación es grave y requiere de una respuesta contundente. Necesitamos tomar conciencia colectiva, asumir nuestra responsabilidad individual y redoblar esfuerzos para evitar que más familias sufran la pérdida irreparable de un ser querido. Entonces, dime tú, ¿qué medidas adicionales crees que deberían implementarse para garantizar la seguridad de los bañistas en Costa Rica y evitar más tragedias en nuestras aguas?