¡Ay, Dios mío! Resulta que andamos metidos en un maje con estas pruebas de VPH, ¿eh? Expertos nos están echando bala porque parece que algunos doctores están aplicando la prueba a jovencitas sin necesidad, y eso puede traerle dolores de cabeza a muchas. Ya saben, acá en Costa Rica somos expertos en complicarnos la vida, pero esta vez creo que nos pasamos la raya.
Según la norma desde el 2023, la prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH) solo debería aplicarse a mujeres de 30 años en adelante. La razón es sencilla: en las chicas más jóvenes, la infección por VPH es super común, usualmente desaparece solita, y darles un resultado positivo podría causarles angustia innecesaria y llevarlas a tratamientos que no necesitan, generando más problemas que soluciones. ¡Qué bronca!
La Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas de la Fundación INCIENSA (ACIB-FUNIN) y el Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos han levantado la voz. No se andan con rodeos: hay un vacío en la aplicación de la normativa en varios centros de salud. Parece que algunos profesionales no están al tanto de las recomendaciones o simplemente hacen caso omiso. Esto es preocupante, má’ que todo teniendo en cuenta que estamos hablando de la salud de las mujeres.
La doctora Carolina Porras, quien dirige las investigaciones biomédicas de ACIB-FUNIN, nos aclara que para las mujeres entre 20 y 29 años, la prueba adecuada es la citología, el famoso Papanicolau. Y si esa sale bien, ¡tranquilas!, solo hay que repetirla cada dos años. Pero insistimos: ¡No VPH! Ahí no va, a menos que haya alguna indicación médica específica y justificada, claro está. ¡Que no anden jugando con la salud de nadie!
El doctor Juan Carlos Villalobos, presidente del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos, nos recuerda que la prueba de VPH es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mujeres mayores de 30 años, precisamente por su efectividad para detectar la presencia del virus. Y recalca, con toda la razón, que debe realizarse únicamente en laboratorios debidamente acreditados, con personal calificado y bajo supervisión profesional. ¡Esto no es juego de niños, chunches!
Las estadísticas no mienten: en 2022, lamentablemente, se reportaron 244 casos de cáncer cervicouterino en nuestro país y unas 148 muertes causadas por esta enfermedad. Es una cifra escalofriante que nos demuestra la importancia de la prevención y de seguir estrictamente las normas establecidas. Así que, por favor, doctores, pongan atención y hagan lo correcto; pacientes, infórmense y exijan que se cumplan los protocolos. ¡No queremos más tragedias!
Y hablando de tragedias, me pregunto qué tan seguido revisan los profesionales de la salud las actualizaciones de las normativas médicas. Con tanta pila de papeleo y reuniones, a veces uno se pierde, pero la salud pública no espera, ¿verdad? Hay que estar pendientes y actualizarse constantemente, porque estamos lidiando con la vida de las personas. ¡Qué responsabilidad tremenda! Además, ¿qué tan fácil es para la paciente promedio entender todas estas indicaciones y asegurarse de recibir la atención correcta?
Así que, mi gente, la pregunta que dejo en el aire es la siguiente: ¿Debería el Ministerio de Salud implementar campañas más agresivas para educar tanto a los profesionales de la salud como a la población general sobre la correcta aplicación de las pruebas de detección del cáncer cervical, incluyendo sanciones más severas para aquellos que incumplan la norma? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
Según la norma desde el 2023, la prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH) solo debería aplicarse a mujeres de 30 años en adelante. La razón es sencilla: en las chicas más jóvenes, la infección por VPH es super común, usualmente desaparece solita, y darles un resultado positivo podría causarles angustia innecesaria y llevarlas a tratamientos que no necesitan, generando más problemas que soluciones. ¡Qué bronca!
La Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas de la Fundación INCIENSA (ACIB-FUNIN) y el Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos han levantado la voz. No se andan con rodeos: hay un vacío en la aplicación de la normativa en varios centros de salud. Parece que algunos profesionales no están al tanto de las recomendaciones o simplemente hacen caso omiso. Esto es preocupante, má’ que todo teniendo en cuenta que estamos hablando de la salud de las mujeres.
La doctora Carolina Porras, quien dirige las investigaciones biomédicas de ACIB-FUNIN, nos aclara que para las mujeres entre 20 y 29 años, la prueba adecuada es la citología, el famoso Papanicolau. Y si esa sale bien, ¡tranquilas!, solo hay que repetirla cada dos años. Pero insistimos: ¡No VPH! Ahí no va, a menos que haya alguna indicación médica específica y justificada, claro está. ¡Que no anden jugando con la salud de nadie!
El doctor Juan Carlos Villalobos, presidente del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos, nos recuerda que la prueba de VPH es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mujeres mayores de 30 años, precisamente por su efectividad para detectar la presencia del virus. Y recalca, con toda la razón, que debe realizarse únicamente en laboratorios debidamente acreditados, con personal calificado y bajo supervisión profesional. ¡Esto no es juego de niños, chunches!
Las estadísticas no mienten: en 2022, lamentablemente, se reportaron 244 casos de cáncer cervicouterino en nuestro país y unas 148 muertes causadas por esta enfermedad. Es una cifra escalofriante que nos demuestra la importancia de la prevención y de seguir estrictamente las normas establecidas. Así que, por favor, doctores, pongan atención y hagan lo correcto; pacientes, infórmense y exijan que se cumplan los protocolos. ¡No queremos más tragedias!
Y hablando de tragedias, me pregunto qué tan seguido revisan los profesionales de la salud las actualizaciones de las normativas médicas. Con tanta pila de papeleo y reuniones, a veces uno se pierde, pero la salud pública no espera, ¿verdad? Hay que estar pendientes y actualizarse constantemente, porque estamos lidiando con la vida de las personas. ¡Qué responsabilidad tremenda! Además, ¿qué tan fácil es para la paciente promedio entender todas estas indicaciones y asegurarse de recibir la atención correcta?
Así que, mi gente, la pregunta que dejo en el aire es la siguiente: ¿Debería el Ministerio de Salud implementar campañas más agresivas para educar tanto a los profesionales de la salud como a la población general sobre la correcta aplicación de las pruebas de detección del cáncer cervical, incluyendo sanciones más severas para aquellos que incumplan la norma? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!