¡Dígame, mae! Después de tanto rollo, parece que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) finalmente le dará una solución a la preocupación por la fiebre amarilla. Confirmaron que dentro de un mes ya van a empezar a ponerle las agujas a los asegurados, así que eso sí es una novedad que nos quita un peso de encima, especialmente porque la vara estaba bastante caleta con este tema.
Todo esto viene después de que el país estuviera temblando con la entrada de un caso positivo de fiebre amarilla hace unos días. La presidenta ejecutiva de la CCSS, Mónica Taylor, salió a declarar que ahora la vacuna está oficialmente incorporada al esquema nacional desde el 10 de octubre. Un poco tardío, algunos dirían, considerando que ya habíamos tenido un susto de esos que te dejan boquiabierto, pero bueno, ¡más vale tarde que nunca!
Lo que preocupa un poco es la logística. Parece que todavía andan metidos en papeleos y reuniones para ver cómo van a organizar toda la movida. La viceministra de Salud, Mariela Marín, explicó que esta vacuna será para los viajeros, y ahí es donde me pregunto... ¿van a hacer filas kilométricas en los centros de salud o encontrarán la forma de agilizar el brete?
Además, la cosa se pone más interesante porque, según Taylor, la compra de nuevas vacunas podría demorar tres meses. ¡Tres meses!, eso significa que todavía tendremos que esperar un buen rato para que haya suficientes dosis para todos. Mientras tanto, el sector privado tiene algunas disponibles, pero claro, ahí hay que tener el bolsillo frito para poder acceder a ellas.
Para quienes planean irse de aventura fuera del país, ojo: parece que la vacuna es obligatoria para entrar a Colombia, y también es recomendable si piensan visitar otros lugares exóticos como África, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Venezuela, Surinam o Colombia. ¡Imagínate llegar a un lugar paradisíaco y que te echen por no tener la vacuna! ¡Qué sal!
Y hablando de riesgos, la viceministra Marín nos recordó que la fiebre amarilla es una enfermedad muy peligrosa, con una tasa de letalidad que da escalofríos – ¡casi el 50% durante el año pasado! Eso sí es para pensarlo dos veces antes de aventurarte a cualquier lugar sin estar bien protegido. Hay que darle importancia a esta vara, aunque muchos prefieran echarse unas risas.
La situación ha sido complicada, recordemos que hubo periodos de desabastecimiento y el Ministerio de Salud tuvo que organizar ferias de vacunación para intentar cubrir la demanda. Veremos si esta vez logran manejarlo mejor y evitar largas esperas y confusiones. Con la experiencia pasada, espero que esta vez saquen las garras y hagan las cosas bien, porque la salud de los ticos no es ningún juego.
Ahora bien, con tanta información dando vueltas, me queda una inquietud grande: ¿cree usted que la CCSS estará preparada para atender la demanda de vacunación contra la fiebre amarilla de manera eficiente y oportuna, o volveremos a ver largas colas y problemas de organización? ¡Déjeme sus comentarios y cuénteme qué piensa!
Todo esto viene después de que el país estuviera temblando con la entrada de un caso positivo de fiebre amarilla hace unos días. La presidenta ejecutiva de la CCSS, Mónica Taylor, salió a declarar que ahora la vacuna está oficialmente incorporada al esquema nacional desde el 10 de octubre. Un poco tardío, algunos dirían, considerando que ya habíamos tenido un susto de esos que te dejan boquiabierto, pero bueno, ¡más vale tarde que nunca!
Lo que preocupa un poco es la logística. Parece que todavía andan metidos en papeleos y reuniones para ver cómo van a organizar toda la movida. La viceministra de Salud, Mariela Marín, explicó que esta vacuna será para los viajeros, y ahí es donde me pregunto... ¿van a hacer filas kilométricas en los centros de salud o encontrarán la forma de agilizar el brete?
Además, la cosa se pone más interesante porque, según Taylor, la compra de nuevas vacunas podría demorar tres meses. ¡Tres meses!, eso significa que todavía tendremos que esperar un buen rato para que haya suficientes dosis para todos. Mientras tanto, el sector privado tiene algunas disponibles, pero claro, ahí hay que tener el bolsillo frito para poder acceder a ellas.
Para quienes planean irse de aventura fuera del país, ojo: parece que la vacuna es obligatoria para entrar a Colombia, y también es recomendable si piensan visitar otros lugares exóticos como África, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Venezuela, Surinam o Colombia. ¡Imagínate llegar a un lugar paradisíaco y que te echen por no tener la vacuna! ¡Qué sal!
Y hablando de riesgos, la viceministra Marín nos recordó que la fiebre amarilla es una enfermedad muy peligrosa, con una tasa de letalidad que da escalofríos – ¡casi el 50% durante el año pasado! Eso sí es para pensarlo dos veces antes de aventurarte a cualquier lugar sin estar bien protegido. Hay que darle importancia a esta vara, aunque muchos prefieran echarse unas risas.
La situación ha sido complicada, recordemos que hubo periodos de desabastecimiento y el Ministerio de Salud tuvo que organizar ferias de vacunación para intentar cubrir la demanda. Veremos si esta vez logran manejarlo mejor y evitar largas esperas y confusiones. Con la experiencia pasada, espero que esta vez saquen las garras y hagan las cosas bien, porque la salud de los ticos no es ningún juego.
Ahora bien, con tanta información dando vueltas, me queda una inquietud grande: ¿cree usted que la CCSS estará preparada para atender la demanda de vacunación contra la fiebre amarilla de manera eficiente y oportuna, o volveremos a ver largas colas y problemas de organización? ¡Déjeme sus comentarios y cuénteme qué piensa!