¡Dey! Después de unos 12 días que parecieron una eternidad, el paso por la ruta 32 finalmente se abrió este sábado. El MOPT, después de un esfuerzo considerable, logró quitarse de encima todo el material que estaba bloqueando la carretera, producto de esos terribles derrumbes que nos sacaron de quicio hace unos días. La verdad, fue un estrés tremendo para todos los que tenemos que movernos entre San José y Limón.
Como muchos recordarán, el cierre se dio desde el lunes 3 de noviembre, cuando empezaron a caer ramas y piedras a mansalva por el efecto de las fuertes lluvias. De entrada, todos sabíamos que esto no sería fácil. La 32, como sabemos, no es precisamente conocida por su estabilidad, y cualquier aguacero fuerte puede traerle problemas. Luego de tanto tiempo cerrado, la gente estaba desesperada, imagina el bronca tener que andar dando rodeos por Barva o Turrialba… ¡qué viaje!
Las autoridades del MOPT estuvieron trabajando día y noche, metiendo máquinas pesadas, personal capacitado y haciendo un esfuerzo hercúleo para despejar la vía. No era tarea fácil, el material acumulado era bastante, y lo peor de todo era la incertidumbre del clima. Un descuido y pum, otro deslizamiento, y tendríamos que empezar de cero. Y vaya que se vieron hartos obreros sudando la camiseta bajo el sol y la lluvia, chapeau por ellos, porque la verdad, le pusieron huevo a este brete.
Ahora sí, la buena noticia: la carretera está abierta, pero ojo, con restricciones. El paso estará habilitado solamente de 6:00 a.m. a 6:00 p.m., y con la condición indispensable de que el cielo esté despejado. Si empieza a llover, se cierra de nuevo, sin cháchara. Es decir, hay que ir tranquilos, estar pendientes del reporte del clima y no ponerse a fiar. Porque si se arma un chaparrón, el rollo se va al traste y te toca buscar otra alternativa.
Desde el MOPT han recalcado que van a mantener un monitoreo constante de la ruta, día y noche, evaluando sus condiciones y tomando decisiones a última hora si fuera necesario. Esto es importante para evitar sorpresas desagradables y garantizar la seguridad de los usuarios. Esperemos que este monitoreo sea efectivo y nos evite más contratiempos, porque la ruta 32 es vital para la economía de la zona oriental y para el transporte de personas y mercancías.
Más allá de la reapertura, este incidente nos pone en evidencia algunas carencias importantes en nuestra infraestructura vial. La ruta 32 necesita urgentemente una revisión profunda y unas mejoras significativas para hacerla más segura y resistente a los fenómenos naturales. Ya llevamos años hablando de esto, pero parece que nada cambia. Se necesitan estudios geotécnicos, obras de contención, sistemas de drenaje eficientes y un plan de mantenimiento adecuado. ¿Será que vamos a seguir esperando a que ocurra otra tragedia para actuar?
Además, este episodio sirve para recordar la importancia de la prevención y la planificación. Antes de salir de casa, revisemos el pronóstico del tiempo, preparemos una ruta alternativa por si acaso y tengamos paciencia. Conducir con precaución y respetar las indicaciones de las autoridades también es fundamental para evitar accidentes. Recuerden que la seguridad es responsabilidad de todos, no solo de los funcionarios públicos.
En fin, la ruta 32 está abierta, pero con cuidados. Ahora me pregunto, ¿cree usted que el gobierno debería invertir más recursos en mejorar la infraestructura vial del país, especialmente en zonas vulnerables como la costa caribeña? ¿O es preferible esperar a que ocurran más incidentes antes de tomar medidas drásticas?
Como muchos recordarán, el cierre se dio desde el lunes 3 de noviembre, cuando empezaron a caer ramas y piedras a mansalva por el efecto de las fuertes lluvias. De entrada, todos sabíamos que esto no sería fácil. La 32, como sabemos, no es precisamente conocida por su estabilidad, y cualquier aguacero fuerte puede traerle problemas. Luego de tanto tiempo cerrado, la gente estaba desesperada, imagina el bronca tener que andar dando rodeos por Barva o Turrialba… ¡qué viaje!
Las autoridades del MOPT estuvieron trabajando día y noche, metiendo máquinas pesadas, personal capacitado y haciendo un esfuerzo hercúleo para despejar la vía. No era tarea fácil, el material acumulado era bastante, y lo peor de todo era la incertidumbre del clima. Un descuido y pum, otro deslizamiento, y tendríamos que empezar de cero. Y vaya que se vieron hartos obreros sudando la camiseta bajo el sol y la lluvia, chapeau por ellos, porque la verdad, le pusieron huevo a este brete.
Ahora sí, la buena noticia: la carretera está abierta, pero ojo, con restricciones. El paso estará habilitado solamente de 6:00 a.m. a 6:00 p.m., y con la condición indispensable de que el cielo esté despejado. Si empieza a llover, se cierra de nuevo, sin cháchara. Es decir, hay que ir tranquilos, estar pendientes del reporte del clima y no ponerse a fiar. Porque si se arma un chaparrón, el rollo se va al traste y te toca buscar otra alternativa.
Desde el MOPT han recalcado que van a mantener un monitoreo constante de la ruta, día y noche, evaluando sus condiciones y tomando decisiones a última hora si fuera necesario. Esto es importante para evitar sorpresas desagradables y garantizar la seguridad de los usuarios. Esperemos que este monitoreo sea efectivo y nos evite más contratiempos, porque la ruta 32 es vital para la economía de la zona oriental y para el transporte de personas y mercancías.
Más allá de la reapertura, este incidente nos pone en evidencia algunas carencias importantes en nuestra infraestructura vial. La ruta 32 necesita urgentemente una revisión profunda y unas mejoras significativas para hacerla más segura y resistente a los fenómenos naturales. Ya llevamos años hablando de esto, pero parece que nada cambia. Se necesitan estudios geotécnicos, obras de contención, sistemas de drenaje eficientes y un plan de mantenimiento adecuado. ¿Será que vamos a seguir esperando a que ocurra otra tragedia para actuar?
Además, este episodio sirve para recordar la importancia de la prevención y la planificación. Antes de salir de casa, revisemos el pronóstico del tiempo, preparemos una ruta alternativa por si acaso y tengamos paciencia. Conducir con precaución y respetar las indicaciones de las autoridades también es fundamental para evitar accidentes. Recuerden que la seguridad es responsabilidad de todos, no solo de los funcionarios públicos.
En fin, la ruta 32 está abierta, pero con cuidados. Ahora me pregunto, ¿cree usted que el gobierno debería invertir más recursos en mejorar la infraestructura vial del país, especialmente en zonas vulnerables como la costa caribeña? ¿O es preferible esperar a que ocurran más incidentes antes de tomar medidas drásticas?