¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con este rollo de los allanamientos las 24 horas, que parece que nunca va a acabar. Después de tanto papeleo y líos legales, la diputada liberacionista Montserrat Ruiz Guevara ha sacado pecho y presentado una nueva versión del proyecto de ley que busca darle luz verde al OIJ y la Fiscalía para entrar a buscar pruebas cuando les dé la gana, festivos incluidos. ¡Imagínate eso, mael!
Como recordarán, la onda es reformarle al artículo 193 del Código Procesal Penal. Esto viene después de un batacazo tremendo que le dieron en la Sala Constitucional al veto que le puso el Presidente Chaves. Él había dicho que no iba con el negocio, alegando que era inconstitucional y que no era el momento adecuado, pero bueno, ahí lo tienen, ahora toca volver a intentarlo.
Pero la cosa no es tan sencilla, brete. Resulta que la Sala le encontró unas chinchorritas al trámite que hicieron los diputados para resellar el veto presidencial. Dicen que se equivocaron de algo así como protocolo, ¡qué sal! Entonces, en lugar de simplemente mandar el tema a consulta como debían, volvieron a intentar hacerle “gato” al sistema. Pero la Sala no tragó y declaró que todo lo que habían hecho era nulito.
Así que, acá entra la diputada Ruiz con un nuevo texto, tratando de arreglarle las cosas. Asegura que el objetivo sigue siendo el mismo: quitarle las ataduras de tiempo a los allanamientos. Ahora, según la ley actual, solamente pueden meterse a las casas entre las seis de la mañana y las seis de la tarde. Pero si hay un caso supergrave y urgente, con permiso del juez, claro, se puede ir fuera de ese horario. Con este proyecto, la idea es poder entrar a cualquier hora, en cualquier día.
Para entender bien la magnitud del cambio, recordemos que hace unos meses ya se había propuesto algo parecido – el expediente número 24.495–, pero también tuvo sus propios problemas y acabó archivándose. Esta nueva propuesta, básicamente, es un intento de rescatar esa idea y ponerla en marcha, corrigiendo los errores que se encontraron en el camino. Parece que la diputada no se rinde, aunque la oposición ya está calentando motores.
Y ahora, atención, porque el balón vuelve a estar en la cancha del Presidente Chaves. Este texto recién aprobado ahora pasa a sus manos, y él tiene la última palabra. Puede vetarlo otra vez, argumentando lo mismo de siempre, o puede darle su visto bueno y dejar que la ley siga adelante. Depende totalmente de él si esto finalmente se convierte en realidad o si tendremos que seguir aguantando esta novela judicial durante mucho tiempo.
Muchos analistas políticos creen que Chaves podría vetarlo nuevamente, especialmente considerando su historial de enfrentamientos con la Asamblea Legislativa. Otros, sin embargo, sugieren que podría ceder para evitar mayores conflictos, teniendo en cuenta la presión que existe desde ciertos sectores para flexibilizar las normas sobre allanamientos. En fin, la verdad es que nadie sabe qué va a pasar, pero lo cierto es que la incertidumbre reina y la ciudadanía observa con cautela este desarrollo. Algunos ven la medida como necesaria para combatir el crimen, mientras que otros la consideran una amenaza a las libertades individuales, ¡qué vara!
Así que, amigos, les pregunto: ¿creen que permitir allanamientos a cualquier hora del día, incluso en festivos, es un paso demasiado lejos? ¿Consideran que los beneficios para la seguridad pública pesan más que los riesgos para los derechos fundamentales de los ciudadanos?
Como recordarán, la onda es reformarle al artículo 193 del Código Procesal Penal. Esto viene después de un batacazo tremendo que le dieron en la Sala Constitucional al veto que le puso el Presidente Chaves. Él había dicho que no iba con el negocio, alegando que era inconstitucional y que no era el momento adecuado, pero bueno, ahí lo tienen, ahora toca volver a intentarlo.
Pero la cosa no es tan sencilla, brete. Resulta que la Sala le encontró unas chinchorritas al trámite que hicieron los diputados para resellar el veto presidencial. Dicen que se equivocaron de algo así como protocolo, ¡qué sal! Entonces, en lugar de simplemente mandar el tema a consulta como debían, volvieron a intentar hacerle “gato” al sistema. Pero la Sala no tragó y declaró que todo lo que habían hecho era nulito.
Así que, acá entra la diputada Ruiz con un nuevo texto, tratando de arreglarle las cosas. Asegura que el objetivo sigue siendo el mismo: quitarle las ataduras de tiempo a los allanamientos. Ahora, según la ley actual, solamente pueden meterse a las casas entre las seis de la mañana y las seis de la tarde. Pero si hay un caso supergrave y urgente, con permiso del juez, claro, se puede ir fuera de ese horario. Con este proyecto, la idea es poder entrar a cualquier hora, en cualquier día.
Para entender bien la magnitud del cambio, recordemos que hace unos meses ya se había propuesto algo parecido – el expediente número 24.495–, pero también tuvo sus propios problemas y acabó archivándose. Esta nueva propuesta, básicamente, es un intento de rescatar esa idea y ponerla en marcha, corrigiendo los errores que se encontraron en el camino. Parece que la diputada no se rinde, aunque la oposición ya está calentando motores.
Y ahora, atención, porque el balón vuelve a estar en la cancha del Presidente Chaves. Este texto recién aprobado ahora pasa a sus manos, y él tiene la última palabra. Puede vetarlo otra vez, argumentando lo mismo de siempre, o puede darle su visto bueno y dejar que la ley siga adelante. Depende totalmente de él si esto finalmente se convierte en realidad o si tendremos que seguir aguantando esta novela judicial durante mucho tiempo.
Muchos analistas políticos creen que Chaves podría vetarlo nuevamente, especialmente considerando su historial de enfrentamientos con la Asamblea Legislativa. Otros, sin embargo, sugieren que podría ceder para evitar mayores conflictos, teniendo en cuenta la presión que existe desde ciertos sectores para flexibilizar las normas sobre allanamientos. En fin, la verdad es que nadie sabe qué va a pasar, pero lo cierto es que la incertidumbre reina y la ciudadanía observa con cautela este desarrollo. Algunos ven la medida como necesaria para combatir el crimen, mientras que otros la consideran una amenaza a las libertades individuales, ¡qué vara!
Así que, amigos, les pregunto: ¿creen que permitir allanamientos a cualquier hora del día, incluso en festivos, es un paso demasiado lejos? ¿Consideran que los beneficios para la seguridad pública pesan más que los riesgos para los derechos fundamentales de los ciudadanos?